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El día estaba muy nublado, como si de una película se tratara, habían muchas personas a su lado, todas alrededor de un ataúd blanco que estaba arriba de unas flores de colores.

El cuerpo de su amiga, sulli, se encontraba en ese ataúd, sus amigos y familiares estaban en su funeral, todos vestidos de negro en silencio mientras escuchaban al padre decir unas palabras.

El aire se sentía incómodo, de alguna u otra forma se sentía culpable, sentía las miradas encima de el aún cuando el no estaba haciendo nada. Corrección, las miradas eran a taehyung, su hermano, el cuál lo había acompañado a el funeral.

Ambos portaban ropa negra ya que no les alcanzó para un traje formal. Por alguna razón taehyung tenía una enorme sonrisa en su rostro, esto hacía que Jungkook se irritara más ¿Que le causas tanta gracia? ¡Estaban en un funeral! Por eso las miradas de desagrado iban para ambos.

La ceremonia transcurrió como otro funeral normal, algunas personas dijeron unas palabras y al último el ataúd fue soltado en el hoyo que estaba en el piso del cementerio donde estaba llevándose acabo dicho momento.

Las personas comenzaron a irse pero Jungkook aún no podía alejarse del ataúd, tenía ganas de llorar, pero le daba vergüenza hacerlo enfrente de tantas personas desconocidas.

—¿Estás bien, kookie?— la voz de su hermano llegó detrás de el y el mencionado solo movió su cabeza en respuesta no —Tranquilo— susurró taehyung mientras lo abrazaba desde la espalda y  reposaba su mentón en el hombro de Jungkook —vamonos ya Jungkook, no te hace bien quedarnos tanto tiempo—

Sin decir nada, el menor se giró para marcharse pero escuchó la voz de una mujer llamarlo —jungkook... ¿Cierto?— volteó y se encontró con la madre de su amiga, esta tenía el rostro hinchado y rojo, probablemente por las lágrimas —¿podemos hablar... A solas?— miró con la última frase a taehyung, su rostro transmitió molestia.

—y-ya vuelvo, h-hyung— su hermano asintió y caminó lejos de los dos.

La mujer se aclaró la garganta y comenzó a caminar por el cementerio, seguido por Jungkook —supe que tú y sulli eran amigos—

El niño suspiró y bajó la mirada —s-si, nosotros estábamos en la misma clase pero también nos teníamos mucho cariño—

—sabes, en su celular encontré algunas imágenes tuyas, también notas dónde sulli escribía lo que sentía por ti, parece que le gustabas mucho— al oír eso, Jungkook se sonrojó pero también sintió ganas de llorar, talvez si le hubiera dado una oportunidad, esto no estaría pasando y sulli seguiría ahí —digo— se aclaró la garganta —se que sulli puede ser algo empalagosa por lo cual cualquiera quisiera deshacerse de ella ¿No lo crees?— se detuvo y miró directamente a Jungkook con una expresión casi psicópata —¿No es eso lo que pasó? ¡Estabas tan harto de ella que quisiste simplemente alejarla! ¡¿Verdad?!— la mujer enojada tomó por los hombros fuertemente al chico y comenzó a gritarle en la cara —¡Devuelveme a mi hija! ¡Tu la mataste! ¡TU LA MATASTE!— Jungkook comenzó a llorar igual al sentirse humillado, el no lo había hecho ¿Oh sí? ¿Fue su culpa realmente?

—!No lo toque!— derepente taehyung apareció y empujó un poco a la mujer para que soltará a su hermano —le pondremos una denuncia si nos toca— amenazó taehyung y la mujer se aclaró la garganta mientras secaba sus lágrimas.

—No quiero volver a verte, Jungkook, sería capaz de matarte si apareces por aqui— la madre se fue caminando después de darle una mirada molesta a tae y Jungkook se soltó a llorar más mientas sentia a su hermano abrazarlo.

—T-ta t-talvez debí...— sintió a su hermano besarlo derrepente para callarlo.

—Talvez nada, tu no tienes la culpa de que esa este muerta— acarició los cabellos de su hermano y le tomó la mano para dirigirlo a  la salida del cementerio —la mujer está delirando, kookie, no es tu culpa, ella lo hizo sola— taehyung tenía razón, ella se había suicidado así que el no tenía nada que ver pero aún así se sentía mal.

𝒌𝒊𝒍𝒍𝒆𝒓 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏 <ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora