Era viernes en la noche y Emma se encontraba en su cama mirando los nuevos versículos que había colgado en su techo. No había dejado de pensar en el almuerzo que tenía al día siguiente en casa de los Myers. Desde que reconoció que se sentía atraída por Daniel, la confusión la había abordado. Al principio su única intención era verlo abrirse a Dios, porque notaba que era un chico muy lastimado por la vida y resentido contra el cielo, pero mientras más pasaba tiempo con él, más se desarrollaban sus sentimientos. Eso la hacía sentir muy mal, pues sabía que él no era cristiano y tener algo con él no era una opción.
—¿Sigues despierta? –Su hermana se paró en el umbral de la puerta.
—No he podido dormir −Reconoció.
—¿Y tu falta de sueño se debe al almuerzo que tienes mañana?
—Creo que sí. No lo sé, siento que debo llamarlos y cancelar.
—No lo creo –Dijo su hermana mientras se acomodaba a un lado de la cama. −Además, debes hablar con Odeth sobre el campamento.
—Si, ya sé. Pero podríamos reunirnos en cualquier otro lugar donde su hermano no esté presente. —Respondió dejando al descubierto sus nervios.
—¿Crees que huir sea la mejor manera de enfrentar lo que estás sintiendo? —Preguntó su hermana mirándola con ternura.
—No sé qué más hacer. He orado, le pregunté a Dios que por qué me permite sentir eso y nada, no veo respuestas. No quiero tener este tipo de sentimientos y mucho menos con el
—¿Por qué con él no?
—¿Cómo que por qué Sofía? Él no es cristiano. Ni siquiera cree en Dios.
—Bueno es cierto, pero tú misma me dijiste que eso estaba cambiando. Hasta fue a la iglesia y además −Su hermana se detuvo pensando si debía contarle a Emma su descubrimiento.
—¿Además qué? –Preguntó Emma mirándola con curiosidad.
—Bueno sabes que ahora estoy ayudando en el ministerio de multimedia, con todo eso de las transmisiones de los servicios en las distintas plataformas.
—¿Y qué con eso?
—Que he visto a Daniel conectarse en los últimos cuatro servicios.
—¿Qué? –Emma no daba crédito a lo que su hermana decía.
—Lo que escuchas, se ha conectado a los servicios y en dos ocasiones, se ha quedado hasta el final. En los otros dos, se fue luego de que terminaran las alabanzas. Al parecer le gusta como canta el ministerio −Dijo con sarcasmo.
—Eso no cambia nada Sofía, sabes que algo con él es imposible. No puedo arriesgarme a poner en peligro mi relación con Dios por algo que ni siquiera estoy segura si viene de Él.
—Ahí tienes razón. Pero si lo primero que haces es huir, no habrá forma de descubrir si es Dios quien lo trajo a tu vida o no.
—Es que no me estás entendiendo Sofía, ¡No es creyente!
—Si lo es. Solo que está muy dolido y resentido con Dios. Tu misma me contaste lo que sucedió en el auto, Dios está tocando su vida, veamos hasta donde llega. Por lo menos ve al almuerzo y luego ya veremos.
—Está bien –Dijo Emma logrando una sonrisa satisfactoria en el rostro de su hermana, quien luego de darle un beso en la mejilla, salió de la habitación.
Emma se quedó meditando en la confesión de su hermana, ¿en serio se conectaba a los servicios? Una sonrisa bobalicona se dibujó en sus labios y al percatarse de lo fuerte que latía su corazón, decidió que lo mejor era orar.
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Justo a Tiempo (Libro #1)
SpiritualNo odiaba a Dios, pero tampoco simpatizaba con el. Ya que ese ser al que todos decían amar, había sido el principal causante de todas sus desgracias. Sin embargo un día tuvo una experiencia sobre natural que lo dejó perplejo y con miles de dudas en...