Emma llegó a la oficina de la directora como le fue requerido. A diferencia de la mayoría de los estudiantes, no estaba nerviosa ni preocupada, pues sabía que no había hecho nada que pudiera causarle problemas. La secretaria de la directora le indicó que la señora Hendricks la esperaba en una de las aulas y sin perder tiempo se dirigió al lugar indicado.
Al entrar, se encontró con la directora Hendricks sentada en el escritorio y un grupo de nueve estudiantes sentados en los pupitres divididos en dos grupos. Le pareció extraño pero no preguntó, solo se acercó a uno de los grupos de alumnos del cual alcanzó a reconocer a algunos, en especial a Daniel Meyers.
—Bien, ahora que estamos todos vamos a empezar —Habló la dirigente del centro estudiantil. —Estos estudiantes, pertenecientes al equipo de baloncesto, están en un apuro. Sus calificaciones no alcanzaron el porcentaje requerido para participar en el torneo nacional que ya se aproxima. Así que voluntariamente han decidido entrar al programa de tutorías —Todos la observaban en silencio —Y como ustedes cinco —se dirigió al grupo de la derecha —son de los mejores tutores que este instituto tiene el privilegio de disponer, he decidido que los pondré a cargo de otorgarles las tutorías. Solo faltan tres meses para el torneo y se necesitará un milagro para que ese porcentaje incremente, pero confió en su capacidad de ayudarlos.
Emma se sentía alegre, impartir tutorías era algo que le agradaba bastante. Para ella, poder compartir sus conocimientos con otros, era una manera de servir a Dios. Además siempre tomaba varios minutos y aprovechaba para compartir el mensaje de salvación con sus asignados. Hacía meses que no le asignaban a nadie y le alegraba saber que volvería a hacerlo. Por otro lado, Daniel se sintió avergonzado. Por supuesto que ella tenía que ser tutora, la señorita Emma era perfecta ¿acaso no tenía nada negativo? La miraba de reojo, tan calmada, tan inteligente, tan atenta, tan hermosa «¿Qué demonios?» Se pasó la manos por el rostro tratando de desviar la el rumbo que habían tomado sus pensamientos, nunca miraría a Emma de esa forma.
—Si no tienen nada que decir al respecto entonces procederemos a organizar los equipos —Dijo abriendo una hoja de papel.
—Patricia Sanders, tú te vas a encargar de ayudar a Carlos Robinson. August West, tú te encargas de Dereck Wayatt. Anna Lee Ackerman, tu tendrás a tu cargo a Francisco Benson. Emma Joseph, tú te encargarás de Andrés López, y por último...—Volteó la hoja en sus manos— Ah sí, Chelsey Arrollo. Tú le impartirás tutorías a Daniels Myers. ¿Están todos de acuerdo? —Preguntó y la mayoría asintió. —Bien, entonces solo deben reunirse y acordar los horarios en que se van a ver para
—Disculpe directora —Interrumpió Chelsey, una joven rubia con la cara decorada por pecas que la hacían lucir muy inocente.
—¿Pasa algo señorita Arrollo? —La directora la miró expectante.
—Es que me preguntaba si... si... si yo podía ser la tutora de Andrés López —Dijo bastante nerviosa.
—¿Existe alguna razón específica para ello? ¿Tiene algún tipo de problemas con su asignado? —Preguntó la directora mientras miraba a Myers con cara de pocos amigos. Conocía al joven, ese riquillo presumido que vivía la vida como si nada le importara. Antes era un joven aplicado, sin embargo, después de la muerte de sus padres, se hundió en una oscuridad que consumió todo rastro de energía en él. Sabía de lo que era capaz y lo más probable es que la haya estado molestando.
—No, no. Nada de eso —Se apresuró a decir la rubia. Daniel se limitó a rodar los ojos. Sabía que no estaba en condiciones de opinar.
—¿Y entonces...? —Insistió la directora.
—Es que... yo... es decir, Andrés y yo... nosotros somos novios. —Confesó con la cara como un tomate. Algunos de los presentes se rieron, hasta a la directora Hendricks le pareció un poco graciosa la situación, aunque por supuesto mantuvo su rostro inexpresivo.
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Justo a Tiempo (Libro #1)
EspiritualNo odiaba a Dios, pero tampoco simpatizaba con el. Ya que ese ser al que todos decían amar, había sido el principal causante de todas sus desgracias. Sin embargo un día tuvo una experiencia sobre natural que lo dejó perplejo y con miles de dudas en...