Capítulo 12

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Llegó el sábado, y con él llegó el torneo tan esperado por todos. Aunque el partido empezaba a las tres de la tarde, Daniel había estado en el instituto reunido con su equipo desde las siete de la mañana, practicando y coordinando con sus compañeros. Era un día muy importante para él, y por un momento deseó que sus padres estuvieran presente. Ellos estarían dándoles palabras de ánimo y alentándolo de que todo iba a salir bien. Su hermana y Nana madrugaron a orar por él y le dijeron que estarían en primera fila animándolo, aun así hubiera deseado que también estuvieran ellos.

—Bien bastardos, tengo que admitir que estoy feliz de ver sus estúpidas caras aquí hoy día —Habló el entrenador Wilson —La verdad es que han trabajado muy duro para llegar hasta aquí, hemos ganado la mayoría de los partidos y nos merecemos ese maldito trofeo. Así que les advierto que hoy en la cancha den lo mejor de ustedes, porque si pierden yo mismo me encargaré de hacer sus vidas más miserable de lo que son.

— ¡Nosotros también lo amamos entrenador! —Bromeó Carlos, sabiendo que esa era la manera de su entrenador decirles que estaba muy orgulloso de ellos.

—A darle amor a tu abuela, a mí me das el trofeo —Le respondió Wilson con una sonrisa en sus labios. —Pero ya en serio, torpes, confío en que lo harán bien. Necesito que crean en ustedes mismos, si están en mi equipo es porque son buenos, capaces y pueden lograrlo. Somos los Warriors del Norte, así que ¡Vamos por la victoria!

— ¡Por la victoria! Dijeron todos al unísono y salieron a la cancha, donde ya las gradas estaban llenas y la algarabía llenaba el lugar. Las porristas de ambos equipos se estaban enfrentando dando lo mejor de sí, creando así un increíble show de animación que mantenía las gradas encendidas.

Daniel, al salir a la cancha, lo primero que hizo fue visualizar a su hermana y a Nana sentadas animándole tal cual le habían prometido. Se sintió muy contento al verlas, pero inconscientemente sus ojos se pasearon por todas las gradas tratando de ubicar a esa chica de ojos hermosos que se había adueñado de sus pensamientos, pero no la vio. No estaba ahí.

Un silbido dio la señal para que ambos equipos se prepararan para iniciar el partido. Los entrenadores se saludaron, los jugadores hicieron lo mismo, se pusieron en posición y con el próximo silbido, empezó el juego. Los primeros dos puntos fueron anotados por los visitantes del instituto Sound Lake, quienes fueron los campeones por años, antes de que el equipo del entrenador Wilson les arrebatara el título. Ese día estaban jugando con todo, dispuestos a volver a coronarse como los campeones nacionales.

Los equipos se enfrentaron en una batalla de puntos llevando el partido a estar 64-72 a favor de los visitantes. Para el final del segundo cuarto las emociones ya estaban al tope. Ambos equipos dejaron la cancha y se acercaron a sus entrenadores a recibir estadísticas. Las animadoras empezaron su espectáculo y la algarabía se dejaba sentir. Por instinto, Daniel miró hacia las gradas nuevamente y vio a su hermana y su nana en el mismo lugar, estaban tomándose una limonada. Las saludó con un guiño y siguió buscando en las gradas con la esperanza de ver ese par de ojos hermosos que le alegraban hasta el día más oscuro, y su corazón dio un vuelco cuando la vio. Estaba sentada en una esquina junto a una joven que pudo identificar como su amiga Stephanie, y junto a su hermana. Las chicas conversaban distraídas entre ellas cuando de pronto la rubia, sintiéndose observada, dirigió su mirada hacia él. Cuando sus miradas chocaron una sensación indescriptible se detonó en su interior y no pudo evitar sonreír como un bobo. La rubia también sonrió en forma de saludo.

— ¡MYERS! ¿Escuchaste? —Le gritó el entrenador Wilson sacándolo de manera brusca de la nube a la que le habían llevado esos ojos de miel.

—Si Señor —Mintió.

—Wayatt te la va a pasar y tú haz lo posible por encestar, de lo contrario pásala a Robinson. Necesitamos avanzar si queremos ganarle a estas escorias de Sound Lake. ¿Me oyeron?

Justo a Tiempo (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora