III Meses

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Cayendo en al aire como si su cuerpo se hubiese desconectado de su cerebro, Kirishima y Uraraka se desvanecían en picada sobre el terreno suave de la azotea de un edificio a la vista de varios maestros de tercer año y héroes locales.

Afortunadamente, antes de que sus cuerpos cayeran por completo sobre el terreno tanto Bakugou como Midoriya atrapaban de ambos cuerpos en sus brazos pudiendo así evitar un accidente el cual se había dado de forma inexplicable y subita.

Preocupados a su manera, ambos llevaban a sus compañeros al consultorio escolar cercano siendo escoltados por los profesores los cuales les indicaban serenos el llevar a ambos estrictamente a la enfermería principal del instituto.

Llevando a cada uno en brazos, el peliverde de forma accidental se percataba como raramente el vientre de la castaña parecía dolerle debido a que sus brazos se apretaban en aquella zona mientras la cargaba al estilo princesa. Sus ojos grandes y muy curiosos merodeaban aquella parte del cuerpo de la chica tratando de encontrar alguna herida que pudiese haber sido la causa del dolor de su vientre el cual por alguna extraña razón le distraía.

Por su parte, Bakugou simplemente se quejaba de las acciones de su novio cargandolo como un saco de papas pudiendo sentir extrañamente como el cuerpo del pelirrojo se estrujaba un poco como si algo le hubiese dolido al tomarlo del abdomen.

-Idiota, el comer mucho solo bajara tu ritmo- eran las pequeñas y únicas palabras que salían de su boca arrojando con ira y una pizca de delicadeza el cuerpo de Kirishima a la camilla de atención mientras miraba como la castaña semiconsciente era acomodada con el cuidado de una princesa por Midoriya el cual lucia preocupado por ambos chicos.

Bakugou simplemente rodaba los ojos ante la preocupación del pecoso notando como el golpe contra la camilla despertaba por completo a Kirishima quien empezaba a quejarse debido al golpe.

Sin palabras que compartir ambos jovenes se sentaban afuera de la enfermería aun con sus trajes de batalla dejando a los asistentes de Recovery Girl hacer su trabajo mientras el sonido de los alumnos retumbaba en los pasillos los cuales parecían enormes y muy largos a la vista de ambos.

-.-.-

Ante la cara de doctores y la propia Recovery Girl, todos los asistentes a excepción de los cuatro chicos se encontraban en blanco pudiendo sentir la pesada mirada de Aizawa por sobre sus hombros.

-Bueno chicos, tenemos dos noticias que tanto a nosotros como a su profesor nos llenan de consternación, una más que la otra por supuesto, esto es algo difícil de decir para nosotros pero deben de entender que es importante también el hablarles con la verdad rápidamente para poder tomar decisiones, después de todo, las personas que salvan y la gente con la que convivimos somos todos individuos con peculiaridades por lo cual es normal que puedan ser afectados por quirks que inclusive nosotros no habíamos visto que se manifestaran de ciertas formas- soltaba uno de los asistentes de Recovery Girl mirando aparentemente sorprendido de los papeles en su mano.

A excepción de Bakugou, los tres chicos atentos asentían preocupados no entendiendo realmente el porqué de la tensión que rodeaba la sala el aquel momento.

Dentro de toda la tensión, Bakugou volteaba a mirar de sus compañeros con el entrecejo fruncido no entendiendo el gran misterio detrás de aquellas palabras.

-Hable ya, ¿no se supone que es un pro? solo está poniendo más nerviosos a todos con su palabrería- Enfadado como siempre, el rubio soltaba aquella cuestión no queriendo admitir el cómo tanta incertidumbre le estaba poniendo los nervios de punta.

Escuchando las palabras de Bakugou, el doctor carraspeaba su garganta dejando de lado los papeles para mirar seriamente a ambas parejas quienes se encontraban esperando la peor noticia.

Concepcion no deseadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora