VIII Meses

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-¡Kirishima! Hoy es la última maldita revisión, ¡Date prisa! Dek... Izuku y cara redonda nos esperan- gritaba el rubio tocando la puerta de Kirishima quien completamente asustado había formado un gancho entre la puerta y su pared gracias a la ayuda de su mano con su quirk activo.

-Diles que pueden ir sin mí, yo iré solo otro día hoy estoy muy cansado- soltaba de la forma más tranquila que podía tratando de convencer al rubio aun sabiendo que este podría derrumbar su puerta en cualquier momento.

-¡¿Ha?! No, sabes que si no hago la única tarea que me asignaron mi permanencia aquí estaría en juego, ¿Eres idiota? ¡Con un carajo tu cansancio!-

Totalmente predecible Bakugou hacia estallar del picaporte lastimando un poco la mano de Kirishima quien había perdido un poco de control sobre su poder gracias a su estado.

Sin preguntar ni dar aviso el rubio entraba al cuarto levantando con sus brazos de Kirishima al estilo princesa para sacarlo de su habitación poniendo un notable sonrojo en este.

Impresionado por el movimiento repentino Kirishima volteaba a mirar de Bakugou teniendo un repentino sentimiento de confort que había extrañado, sin saber porque su corazón comenzaba a latir rápido olvidando por segundos todo lo que le acomplejaba y el mundo que lo rodeaba enfocándose solamente en aquella cara que lo había enamorado tanto desde años atrás.

Hundido en ese cálido confort que tanto necesitaba Bakugou comenzaba a avanzar a trote sobre el pasillo sacando por completo al pelirrojo de aquel trance.

Conforme las piernas del rubio se movían paso a paso, Kirishima comenzaba a sentir dolor en sus costillas recordando inmediatamente el motivo de su negación.

Con un sobreesfuerzo aplicado el pelirrojo comenzaba a moverse entre los brazos de Bakugou obligando al rubio a pararse sin dejar pasar un solo segundo más.

-¡Que jodidos te pasa!-

-¡Bájame! Oye... no se siente bien ser cargado, quiero caminar- mentía el pelirrojo temiendo ser descubierto.

Colmada su paciencia y completamente furioso, Bakugou bajaba a Kirishima comenzando a avanzar antes que este dejando mucha distancia de diferencia.

-Apresúrate que nos están esperando, y si no te veo detrás de mi vendré de nuevo a sacarte así tenga que arrastrarte - gruñía el rubio retomando el rumbo que seguía dejando a Kirishima detrás de él.

El pelirrojo se mantenía quieto en aquel punto mirando como el rubio desaparecía dentro del elevador después de presionar molesto de un solo botón. Aliviado de quedar solo Kirishima suspiraba pesadamente tocando de su pecho bajo al sentir como el haber sido cargado por el rubio había provocado un pequeño dolor en la hendidura que estaba entre su barriga de embarazo y su diafragma.

Atinando a alzar de sus holgados pantalones negros Kirishima retomaba lentamente el paso tratando de encontrar una y mil excusas para evitar lo que más había temido en todo aquel tiempo.

-.-.-.-.-.-.-.

Dentro de un consultorio blanco y común el pelirrojo esperaba su turno mirando como Bakugou veía noticias en su celular mientras llanto y alegría se escuchaban dentro del cuarto.

Atento a esos sonidos sus ojos y los de Bakugou se encontraban por inercia atinando a sonreír mirando como el rubio se volteaba inmediatamente para ignorarlo.

Dejando pasar un rato más la puerta del cuarto se abría dejando ver a ambos los ojos llorosos de sus compañeros. Con cuidado el peliverde abrazaba por detrás de la castaña mientras esta trataba de tranquilizarse limpiando las lágrimas de sus ojos.

Concepcion no deseadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora