𝓟𝓮𝓭𝓲𝓻 𝓾𝓷 𝓻𝓪𝔂𝓸 𝓭𝓮 𝓼𝓸𝓵 𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪

SIN RASTRO

Que clase tan más aburrida,provocan un terrible dolor de cabeza todos esos números y ecuaciones. Imposible sentirme peor cuando podía jurar que tenía muchos amigos con quién hablar pero estos días que no ha venido Liseth a clase me siento solo.Me parecía anormal su inasistencia continúa, ¿será que le habrá pasado algo?

Al acabar las clases fui enceguida a su casa para enterarme de la noticia,Liseth tenía ya una semana sin aparecer y nadie podía dar con su ubicación.He salido a colocar carteles junto a sus padres por toda la ciudad sin embargo la desesperación por la misteriosa desaparición de su hija desbordaba en lágrimas al ver su foto preguntándose ¿por qué?

No tengo ánimo de entrenar,mi mente se invade de tantas dudas y ninguna logra satisfacer mi ansiedad,coloco mi frente sobre el cristal del auto cerrando mis ojos como si todo esto que sucedía se tratara de una simple pesadilla,una pesadilla que apenas iniciaba.

El tráfico ha bloqueado todas la avenida impidiendo el paso así que he decidido seguir a pie hasta casa.
-Un Joven como tú no debería andar bajo la lluvia- llamó mi atención aquella voz que se escuchaba tan familiar debajo de esa sombrilla. - Te resfriarás en este estado, acércate a la sombra- sonrió amablemente mientras compartía conmigo su sombrilla para no mojarnos.

Sin importar la amabilidad de su acto aún sentía la tensión en el ambiente que me impedía hablar. -No seas tan tímido, mejor dime por qué estabas caminando solo- preguntó intentando romper el hielo a lo que yo respondí que iba camino a casa después de mi práctica de Karate.

-¿No te interesa la espada?- ahora que lo pienso,siempre quise meterme a esgrima pero me terminé rindiendo cuando mi padre se negó a inscribirme. - Si soy honesto,creo que no es un deporte apto para mí- respondí dejándola asombrada de mi respuesta de una manera poco común,como si supiera que miento.
-Es una lastima,si tú padre supiera el potencial que tienes... serías idéntico a tu madre- esto último lo ha cortado de un pequeño suspiro cubriendo su boca entre las manos. Al escucharla tuve de nuevo Esa sensación de vacío constante que todavía me despierta por las noches,un recuerdo de una sombra a la que solía llamar madre,pero es solo eso, una sombra de lo que fue un rostro amado volviéndose borroso con el pasar de los días.

- Desearía decir que tiene razón sin embargo ella murió estando yo muy pequeño- sonreí sutilmente intentando ocultar la incomodidad de mi cara.

-Adrian... - dejó caer la sombrilla al abrazarme,estaba tan sorprendido por su reacción que no supe cómo reaccionar, sin embargo su cálido abrazo,su aroma,me es tan familiar.
-Tu madre sin importar dónde esté se encuentra orgullosa de ti -. fue un alivio escucharla decir eso,como si aquellas palabras se hubieran clavado en lo más profundo de mi ser e invadieran mi corazón con una cálida sensación de satisfacción.

Después de un rato, la lluvia cedió y tuve que despedirme.
- Ha sido todo un gusto pero debo seguir- mencioné. - Mi amiga se ha perdido y necesito aprovechar que estoy fuera para pegar unos cuantos carteles- le mostré las hojas que traía en las manos.

-No puede ser posible- exclamó tomando uno de los volantes con prisa.No entiendo el motivo de su reacción, aunque considerando que si no hubiera sido por ella no se sabe cuánto tiempo estaría Liseth tirada en el suelo es entendible que se preocupe.

- Deberías irte a casa ya Adrián- dijo en un tono muy serio alejándose a toda prisa.

Seguí mi camino sin mirar atrás, todavía me preguntaba el motivo de su reacción sin embargo era demasiado tarde, corrí lo más rápido que pude hasta casa pero efectivamente,mi padre ya me esperaba en la entreda.Fue un sermón muy largo, quedé cansado de escuchar su discurso.Dejo caer mi cuerpo sobre la suave cama y una vez más su nombre ha invadido mi mente de nuevo...

Liseth,te prometo que te encontraré así que aguanta un poco más, pero por lo mientras deseo que dónde quiera que estés te encuentres bien.