LA DECLARACIÓN

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Puedo presenciar  a través de las paredes el exquisito aroma a café matutino que se impregna por toda la casa haciéndome saborear un sabor suave y refinado en el paladar.

Pensé que estaba destinado a pasar mi adolescencia con la misma rutina, pero tener  como padre a   uno de los  empresarios más reconocidos a nivel mundial nos  mantenía en una vida poco  estable así que debido a esto tomaba clases en casa. sin embargo,estaba cansado de ser el hijo perfecto frente a las cámaras pues cuando veo esas fotos...me parecen tan extrañas y falsas  que produce una sensación extraña en el estómago.

Aveces parece como si su trabajo fuera más importante incluso que su único hijo,un hijo al cuál tuvo encerrado toda su niñez dentro de un enorme muro que impedía la vista a algo más allá de los hermosos jardines que rodeaba la casa,un pequeño niño lleno de vida oculto de un gran mundo por el miedo de su padre a perderlo también. Jade Blake, ese era el nombre de mi madre,  nunca tuve una explicación concisa de lo que le sucedió pero a decir por la expresión tan fría que demostraba la mirada de quienes la conocían podía sentir un nudo en la garganta.

He visto el anuncio de una escuela cercana.La curiosidad y el deseo me impulsaron  a escabullirme por la ventana de mi habitación para poder admirar con mayor detalle.

Fue  cuestión de de coraje propio en contra de lo que sería la voluntad de mi padre, sin embargo me siento tan agobiado y asustado de vivir siempre tras estás paredes que necesito lograr darle una vuelta trascendental a mis  días. Corrí entre los arbustos hasta que logré salir y pude contemplar frente a mi lo que tanto deseaba ver.

Esta sensación de ser un estudiante normal me encantaba a pesar de sus complicaciones,era imposible que pudiera desear algo mas. Pensé imaginando cómo sería tener una vida ordinaria.

-Joven Blade, no debería estar aqui- exclamó a lo lejos la señorita Beckett que asomaba su refinado rostro desde el auto.
Yo... Me siento tan impotente,tan solo.Estoy cansado de ser el hijo perfecto ¿por qué no puedo tener una vida como ellos?, No entiendo que ganarían teniéndome dentro.

-Disculpe Señorita Beckett pero Ya no estoy dispuesto a seguir solo en esa enorme casa sin nada de compañía- mencioné mostrando seguridad en lo que decía.

-Entonces supongo que su padre estará muy decepcionado al enterarse de su mal comportamiento-

lanzó una mirada directa y cortante que me dejó helado y lleno de culpa por mi comportamiento. Es claro que me conoce desde pequeño, sabe perfectamente como me siento y aún así jamás ha mostrado el más mínimo rasgo de simpatía.

Suspiré lentamente en camino al auto,hace poco sentí que todo estaba en mis manos pero creo que he vuelto a recordar la verdad,mi voz no es requerida y por lo tanto era en vano todo intento de expresión.Espero al menos no tener tantos problemas al llegar a casa  aunque en el fondo sabía que sucedería, recargué mi frente contra la ventana para sentir el  un poco de frescura y tranquilidad.

Un destello deslumbró mis ojos haciéndome voltear de manera instantánea buscando que había sido, hasta que  una chica cautivó mi atención.Tenía unos ojos hermosos color azul que daban la impresión de verme detenidamente,aunque debido a la situación en la que me encontraba no puse tanta atención en los detalles.

Decaído y con poco ánimo vagaba por toda mi habitación esperando el veredicto de mi padre al enterarse de lo sucedido.Puedo admirar como se abre la puerta con lentitud esperando que entrara.

-Estoy al tanto de lo sucedido Adrián- dijo mientras frotaba sus ojos en señal de cansancio.

- Podrás estudiar fuera  pero espero y sigas cumpliendo con tus responsabilidades-  se retiró en silencio dejándome sorprendido por su reacción. Jamás olvidaré este acto viniendo de mi padre.

𝓟𝓮𝓭𝓲𝓻 𝓾𝓷 𝓻𝓪𝔂𝓸 𝓭𝓮 𝓼𝓸𝓵 𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora