Una mañana preciosa, tranquila como cualquier otro día.No fue hace mucho que retomé mi vida en otro mundo,me había convertido en la hija de los gobernantes de Escardia los cuales me ayudaban con perseverancia y paciencia a adaptarme a este nuevo estilo de vida.
La monotonía es intensa pero tolerable,Grace debe alistarme diariamente debido a los eventos reales que Armando y Ayla deben atender.
Mi parentesco con la Reina es simple coincidencia pero hace más sencillo la tarea de ocultar mi procedencia según Armando,el pueblo estará mejor si creen que soy su heredera por lo que simplemente me quedo callada observando con detenimiento los deberes reales.
La noche brilla con mayor intensidad desde aquí,puedo apreciar desde mi balcón la belleza al obscurecer mientras cepillo mi cabello con lentitud intentando conciliar el sueño.Una combinación de emociones se interponen diariamente a través de mi mente y hacen que despierte agitada y sudorosa.Lo mejor es tomar un poco de aire fresco y volver a la cama pensé,es muy tarde por lo que veo y sería una molestia despertar a Grace por un un vaso de leche así que he decidido caminar a la cocina entre los pasillos del lugar.
Un ruido llamó mi atención a través de la puerta que se encontraba frente a mi, lentamente abrí para observar lo que sucedía en el interior,entre las sombras que proyectaba el poco alumbrado de unas cuantas velas aromáticas estaba Ayla que entrenaba con una hermosa espada,fina y curveada su precisión al atacar era exacta y sutil, peligrosa e imponente a la distancia con esa expresión tan seria que hacía parecer una persona distinta.
-Has mejorado niña- Ayla sonríe al cumplido de la voz tan familiar... -Magister no seas amargada y pelea con tu aprendiz- respondió en un tono burlón al comentario.
En ese momento podía sentir un escalofrío que me advertía la tensión de tan conocida voz,ante mis ojos estaba ...MAGISTER,mi cuerpo dejo de reaccionar a mis impulsos entrando en un estado de confusión y pánico, ¿Qué hace ella aquí?, ¿Cómo es que se conocen? Ayla rápidamente se dió cuenta de mi presencia abriendo la puerta de golpe con el simple movimiento de su mano al aire.
-Liseth...no tiene sentido que te ocultes,se que estás ahí- exclamó intentando hacerme salir pero estaba tan asustada que incluso moverme parecía imposible. -LISETH?!? Está la niña aquí?!?- reclamó Magister totalmente enojada.-Se que no era lo correcto pero necesitamos su ayuda- mencionó bajando la voz. -TE HAS VUELTO LOCA AYLA?! Sabes perfectamente que ella no puede estar aquí - respondió.
-Liseth- levantó su mano lentamente -SAL AHORA MISMO- un resplandor cubría mi cuerpo haciéndome levitar como si ella pudiera controlar mis movimientos hasta caer justo frente a ambas que me miraban detenidamente.
-¿Que haces despierta tan tarde cariño?- preguntó Ayla con amabilidad sin embargo lo que acababa de presenciar era totalmente asombroso.
- ¿Como hiciste para abrir la puerta y levantarme en contra de mi voluntad?- pregunté evadiendola. -Ehh...y-yo- tartamudeó con nerviosismo. -Recuerdame enseñarte a ser menos distraída- interrumpió Magister sarcásticamente provocando una tensa mirada de parte de Ayla.
-De igual forma tenía que enterarse,¿no?- desvío rápidamente la vista dejando a Magister en afirmación.No lograba asimilar la situación, tenía tantas dudas encima que ni siquiera pude mostrarme sorprendida por todo esto.
-ESTÁN ATACANDO EL CASTILLO- gritó Armando con urgencia mirando a Ayla con tensión.¿El castillo? ¿Que está pasando?.-Liseth,ocultate donde puedas y no salgas- mencionó Ayla para que corriera a la puerta.
La ventana de la habitación había explotado impidiendo que saliera de ahí debido al impacto del golpe mostrando borroso mi alrededor,no puedo ni siquiera encontrar a Armando y ¿Dónde está Magister? ¿Dónde está Ayla?.Un hombre entra por la ventana mostrándose interesado por mi presencia.
-vaya vaya veo que la princesita está aquí- caminó rápidamente para sujetar mi rostro con fuerza impidiendo que me moviera bloqueando mi vista para no ver su rostro.
-DÉJALA EN PAZ HADES, es a mi a quien buscas- gritó Ayla a lo lejos sujetando su espada para atacar, rápidamente aquel extraño dejo de prestarme atención y corrió contra Ayla tomando con brutalidad su cuello.No podía seguir viendo esto,debo ser valiente,Ella está sufriendo por mi culpa.-Ayla, NO!!- corrí en un impulso de adrenalina contra el atacante logrando liberarla.
-¿Ese es tu plan?, Eres patética niña- sonrió y de un golpe me lanzó entre los aires contra el suelo.Ayla atacó con rapidez explotando todo a su alrededor,la potencia de su espada había debilitado a ambos.No es posible, sujeté a Ayla en mi regazo intentando despertarla pero era en vano. -L-liseth...- Susurró antes de cerrar sus ojos.En ese momento sentí como mi mundo ardía a mi alrededor,¿como aquella persona tan amable podía estar tan herida por culpa de él?,como es que no hice nada para evitarlo,mi rostro se cubría de lágrimas poco a poco mientras la abrazaba con fuerza.No puedo quedarme así mientras ella sufre,debo defender lo que amo pensé,buscando la espada de Ayla!! Debo encontrarla y con eso atacar.
-Lo siento niñita,tu debilidad es ser todavía muy joven- se detuvo observando a lo lejos. - Seré amable y acabaré rápido con su dolor ¿de acuerdo?- sonrió de una forma cruel arrebatando con fuerza de mi lado a Ayla.
Maldición,me duele todo el cuerpo pero aún así... DEBO HACER ALGO.-Es suficiente Hades- exclamé furiosa. -Te atreviste a tocarla...te atreviste a aparecer sin invitación...- dejé de pensar siguiendo los impulsos que mi corazón dictaban,una chispa que recorría mi cuerpo rodeando la espada de Ayla dándome fuerza suficiente para profesar una postura que aprendí con Magister tiempo atrás.
El golpe impactó justo en su pecho ,lo había logrado,sonreí al ver qué Ayla nuevamente estaba en el suelo.Fue cuestión de minutos para que llegara la ayuda,entre ellos Armando y Magister totalmente preocupados profesando hechizos sanadores que pudieran aliviar un poco a Ayla.
Aquella sensación tan extraña aún repercute en mi pecho,aquel extraño me parecía peculiar en todos los aspectos pues no entendía sus razones para querer dañar a Ayla din embargo bastó de un golpe mágico para no dejar rastro de el. sonreí lentamente sintiendo como todo a mi alrededor daba vueltas mientras una pesadez invadía mis ojos.
Tengo mucho sueño...sin embargo aún puedo observarla desde aquí,¿Ella estará bien? Enceguida noté como nuestras miradas conectaron momentáneamente admirando preocupación en su rostro al verme
-¿L-lo hice bien?- susurré con suavidad mientras tambaleaba mi cuerpo con lentitud entre la habitación,por alguna extraña razón sentía la cabeza pesada.
Quizá...debería cerrar los ojos...un momento.Lo último que recuerdo fue haber sentido como mi cuerpo se desplomó mientras escuchaba a lo lejos el sonido de mi nombre una y otra vez.
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𝓟𝓮𝓭𝓲𝓻 𝓾𝓷 𝓻𝓪𝔂𝓸 𝓭𝓮 𝓼𝓸𝓵 𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪
Fantasy¿Alguna vez has sentido que la vida no coopera contigo para ser feliz? Esta es la historia de Liseth,una chica ordinaria con problemas de lo más normales pues se encuentra perdidamente enamorada de Adrian,colega del instituto donde estudia.Esto cam...