𝓟𝓮𝓭𝓲𝓻 𝓾𝓷 𝓻𝓪𝔂𝓸 𝓭𝓮 𝓼𝓸𝓵 𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪

SURGIMIENTO

Han pasado los días con lentitud e intranquilidad en el castillo después del suceso de Hades,aún me recupero con lentitud después de haber estado toda una semana en coma debido a una sobre carga de magia que tuve en la batalla.Puedo escuchar que alguien toca la puerta sin embargo todavía no tengo la suficiente fuerza como para levantarme,me sentía débil.

-Necesito hablar contigo niña- mencionó Magister que se asomaba desde la puerta mientras me buscaba con la mirada entre las almohadas.Su visita a decir verdad me tenía sorprendida, después de todo no le pude preguntar cómo es que llegó aquí,o como es que conoce a Ayla.
-mírate como quedaste- señaló aquellas heridas y moretones que aún no lograban sanar de mi cuerpo con desagrado.

-Lo siento Magister- desvié la mirada mostrándome avergonzada. -Tantas horas invertidas en practicar y prácticar- dió un paso largo quedando justo frente a mi. -No vas a seguir entrenando,no eres digna- exclamó con seguridad. Aquellas palabras me habían llegado como una afilada aguja en el corazón dejándome sin palabras y con los ojos totalmente llorosos.Me la pasé todos los días entrenando, mentí a mis padres,me alejé de mis amigos y aún así ¿No valió la pena?. Presioné los dientes con fuerza mientras cubría mi rostro con las manos -¿Nunca seré lo suficiente buena para ti... verdad?- susurré temblorosa de la respuesta.

Me miró pero no parecía tener respuesta alguna mientras se alejaba de la cama, necesitaba saberlo,lo necesito,como pude me levanté.

-ME ESFORCÉ!!- exclamé con fuerza llamando su atención. -Una total deshonra para este arte- siguió escupiendo con insistencia.- DI TODO LO QUE TENÍA- no podía para de llorar pero al menos ella debe saberlo,hice todo lo que pude por complacerla.

- ENTONCES SIMPLEMENTE NO ERES NADA NIÑA !!- finalizó de golpe mostrando una mirada amenazante.

-MIENTE!!!- chillé cubriendo el rostro entre mis rodillas. -Usted no tiene la menor idea de todo lo que tuve que sacrificar...cuántas veces sentía que mi cuerpo desvanecía y aún así seguía de pie-
-Niña- intentó interrumpir pero claramente no la dejaría hablar.

Yo solo era una chica como cualquier otra en la tierra, quizá no tuve entrenamientos desde que era niña como para ser digna de su aprobación e incluso lo perdí todo desde que usted apareció y no por eso ha tenido un poco de empatía por mí.

-NIÑA!!- gritó -Aquí la escoria es usted por la tortura que me ha hecho pasar todo esté tiempo-
-LISETH POR AMOR DE ZEUS DETENTE Y ABRE LOS OJOS DE UNA BUENA VEZ!!!- sin darme cuenta todo esté tiempo mantuve la mirada abajo, levanté la cara abriendo los ojos quedando asombrada. Mi cabello flotaba al igual que Los muebles, confundida desvié hasta mis manos notando como una intensa luz cubría cada parte de mi cuerpo en compañía de pequeños rayos que parecían expresar a la perfección como me sentía.

-¿P-pero que está pasando?- pregunté intentando comprender lo que estaba haciendo. -Has activado tu poder- mencionó Magister rompiendo el campo mágico que la cubría. -Toda está rabieta tuya te permitió enlazar tus emociones directamente con tu magia interior- dicho esto solo se retiró a la puerta sin más.

Que sabor de boca más amargo había tenido aquel día, pero a pesar de eso el haber descubierto mi poder me ponía un gran sonrisa en el rostro.

No tardó mucho en enterarse de lo sucedido todo el castillo, entre ellos Armando y Ayla que me felicitaban y consentían más de lo normal, podía sentirme como una niña después de aprender un truco...mi truco.

Que dicha la mía al despertar y escuchar el sonido de las aves en mi balcón cantar alegremente como si se tratara de un hermoso cuento de hadas, Iba tarde a clases como para detenerme a escuchar con claridad, tanto Ayla como Magister poco después de descubrir sucesos fuera de lo común coincidieron en que debía ir a una academia de magia y así desarrollar aquel poder que ya comenzaba a surgir con lentitud. Por alguna razón está extraña Sensación dentro me permite darme cuenta de mi don, Ayla aún me cuenta para motivarme como es que comenzaron a florecer sus poderes, pero en mi caso fue un tanto aterrador.

Fue cuestión de una pequeña chispa, una intensa emoción que se apoderó de mí a tal punto de no darme cuenta de lo sucedido, hacía que sintiera miedo por no poder controlar esto que fluía dentro.

Me quedó claro al poco tiempo que si no controlaba mis emociones podría herir a alguien, era obscura la sensación de sentir como tú cuerpo ya no te pertenecía, como es que tú solo podías ser el espectador de lo que podría ser una cruel masacre.

Por las noches aquellos sueños me quitaban la tranquilidad. Una voz se presenta dentro advirtiéndome del gran peligro que corro ahora que se ha hecho presente mi poder, sin embargo no sería el único

"Tienes más magia dentro de lo que podrías imaginar...un paso en falso y será el fin de este milagro"