𝓟𝓮𝓭𝓲𝓻 𝓾𝓷 𝓻𝓪𝔂𝓸 𝓭𝓮 𝓼𝓸𝓵 𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪

TE DEJO IR

He perdido la cuenta... los días han pasado volando. La noticia de la desaparición de Liseth ha dejado desolado a todo el salón, sin embargo ya no se que hacer para traerla de vuelta cuando ni siquiera tengo conocimiento de su ubicación exacta.

Creo que después de todo,  aún conservo todavía los pocos recuerdos de Liseth. La vida continuó con lentitud pero constancia, incluso alguien llego a tomar su lugar, Connie fue transferida a nuestra escuela hace no mas de un mes, su cálida personalidad y tierna sonrisa me hace sentir en paz cuando estoy a su alrededor

-Hey, tu debes ser Adrián- mire enseguida a Connie que se había recargado en la mesa. - Soy yo- respondí desviando la mirada para seguir en lo mío, no tenia el mas mínimo interés por hablar con ella en este momento pero seguía mirándome extrañada como si estuviera esperando algo de mi. - No tienes pareja para el trabajo, así que la profesora me asigno contigo- estaba tan distraído que no me había percatado de la situación así que sin más accedí con la cabeza y se sentó a mi lado.

Si analizo más de cerca cualquier ruta que pudo haber tomado Liseth ese día, todas deben encajar en la avenida principal y de ser así siguen siendo muchas opciones por descartar.

- Adrián...¿Me prestas un lápiz?- sabe que a interrumpido mi concentración así que lo ha intentado decir lo más suave posible sin saber que eso la hace ser más irritante. -Claro,aquí tienes- extendí mi mano y deje caer el lápiz sobre su cuaderno.Su rostro se iluminó al tomarlo.

-¿TU TAMBIÉN MUERDES TU LÁPIZ?!?- de que rayos habla -Ah? N-no- su mirada conectó con la mía haciéndome sonrojar de tenerla tan cerca,esto es extraño. -Yo no muerdo mi lafis- no puedo creer que lo haya dicho mal,que vergüenza. -Y-YO NO MUERDO MI L-LÁPIZ!!- respondí como pude intentando disimular lo nervioso que estaba.Nunca se burló de mí torpeza,ella simplemente me veía tiernamente.

-Yo sabía que tenías un lado amable- mencionó intentando abrir conversación pero yo la verdad no podía continuar,me irritaba volver a decir alguna tontería frente a ella, seguramente le da lástima verma así, ¿verdad?.

-Veo que no tienes ánimo de hablar- susurró Connie alejándose. -ESPERA!!- exclamé tomando su brazo,la miré una vez más pero esta vez en su rostro veía a Liseth mirarme igual de  asustada que la última vez que la vi. Bruscamente solté,ella notó que mi semblante palideció enceguida sin embargo no dijo nada y se quedó en silencio.

-Escucha... lamento haber actuado de esa forma- apenas la conozco,no entiendo por qué me importa pero tengo claro que deseo que no se valla. -Estaba algo estresado,¿Te parece empezar de nuevo?- extendí mi mano como señal de paz,una vez más Volvió a sonreír al corresponder mi unión.-Mi nombre es Connie,Connie Baker-, sonreí - Adrián Blake-.

A partir de ese día comencé a encontrarme constantemente con Connie,no podría decir que de las mejores formas pues siempre era tan entrometida e irritante,un pequeño sol alado mío que hacía arder mis ojos  con tanta luz,a dónde quiera que iba ella estaba detrás para motivarme a su manera.Creo que la odio... aunque ahora me es imposible imaginar cómo serían mis días si no tuviera a esa molestía,cada que hace algo torpe y sonríe deseo conservar aquella imagen un poco mas, incluso hay veces en donde la desconozco de lo imponente que puede llegar a ser.

Connie corre por toda la cancha esquivando  los obstáculos de su entrenamiento,me fue imposible no detenerme a verla por un momento, aveces cuando cree que nadie la observa da a relucir lo decidida y firme que puede llegar a ser su carácter.
-Asombroso...- dije sin darme cuenta que lo había dicho en voz alta.Esto no tiene sentido, presioné mi mano contra mi pecho intentando calmarme  mientras me alejaba lentamente del lugar.

No lo entiendo,esta extraña Sensación me produce náuseas cada vez que la veo, desearía  no sentirme así, desearía... que estuviera aquí.Me he reportado enfermo para salir temprano de la escuela y caminar un poco antes de que volver a casa.

Veo pasar muchas patrullas en dirección de LA CASA DE LISETH!!!. corrí con todas mis fuerzas posibles hasta que por fin llegué.Efectivamente,rodeaban a los Lincoln intentando darles consuelo.

- Adrián!! Llegamos lo más rápido posible- dijo Alya que recién había llegado junto a Fredd. -Todavia no podemos creer que sea verdad,lo siento- completó  cubriendo su rostro en el hombro de Freddy que la acariciaba lentamente. -De que hablan?- pregunté sintiendo temblar mi voz por miedo a su respuesta.

-Encontraron en la colina una nota que al parecer contiene la letra de Liseth- enceguida tomé la carta que mencionaban dándome cuenta enceguida que aquel escrito era el mismo que leí en su habitación alguna vez.

-Que insinúas al mostrarme esto? - comencé a ver la hoja con mayor detenimiento notando que tenía pequeñas manchas de sangre. -Según las investigaciones de la policía... Liseth murió-. 

Esto no puede ser posible,yo estuve investigando y todo apuntaba a estar viva, no pueden decir simplemente que murió.La obscuridad invadía mi mente al borde de la desesperación,pude haberla salvado si tan solo me hubiera dado cuenta de lo mucho que se exigías,si tan solo... hubiera notado  que te esforzabas por sonreír aún sin tener motivos.

Yo te hubiera...-Adrian- ¿Que es está calidez en mi espalda? -Adrian te pido por favor que no te culpes- oh Connie,al darme cuenta que se trataba de ella no pude evitar llorar. -Si yo hubiera prestado más atención ella estaría todavía viva- chillé dejando brotar mis lágrimas entre mi rostro.
-ERES UN EGOÍSTA- gritó después de darme un golpe en el pecho. -no la conozco como tú,mucho menos lo suficiente, pero se que ella no querría esto para ti-  Connie limpió sus ojos intentando aguantar las lágrimas.-Debes seguir viviendo y seguir su ejemplo- siento el nudo en la garganta agrandarse con cada palabra reaccionando.

-Por más roto que te sientas ¡DEBES SONREÍR!! Hasta que logres engañarte  a ti mismo...VIVE TU VIDA DE MANERA QUE HAGAS  SENTIR ORGULLOSA A LISETH!!!- corrió hacía mí nuevamente y me abrazó con todas sus fuerzas.Mi corazón latía rápidamente,no tenía la fuerza de corresponder su abrazo.

Todavía recuerdo aquel día ...

Pasaron muchas cosas, imposibles de olvidar todavía,pero también fué el día en el que me di cuenta de la verdad.

-Buenos días Connie!!!- grité con fuerza al verla a lo lejos. -Buenos días Adrián!!!!- respondió.