Se podría decir que la mejor parte del día en mi opinión es la mañana.Llena de tantas posibilidades aguardando ser cumplidas.
Inicio mi día llegando a clases como de costumbre. -Hola Fredd- lo miré confundido -¿Te encuentras bien? - Alya también tenía una expresión poco común que cambió rápidamente al verme.
-TU PUEDES HACER QUE HABLE!!- exclamó llena de vigor.-Seguro te cuenta que le sucede últimamente - complementó Fredd.Confundido y sin hallar sentido a lo que había escuchado,Busqué con la mirada entre los demás hasta que por fin la topé sentada con una extraña Sensación de agobio,sus ojos se encontraban apagados,sin esperanza alguna.Tao vez si investigo de manera sutil consiga obtener algún indicio.
Me acerqué con naturalidad,aunque estaba tan perdida en sus pensamientos que dudo que se haya dado cuenta de mi presencia,entre sus manos admiraba con detenimiento aquel objeto que había causado en su momento una gran revuelo.
Recuerdo haber salido de casa para despejar un poco mi mente hasta que una extraña anciana me advirtió sobre una chica tirada en el suelo.No dudé enceguida en correr intentando auxiliar pero me quedé perplejo al notar que aquella chica era liseth, reaccioné de acuerdo a como la información se iba procesando en mi mente. La llevé a su casa y no me separé de ella hasta que retomara la conciencia después de unas cuantas horas,sin embargo parecía alterada y asustada de verme,todo... Empeoró cuando intenté tocar esa esfera pero no le tomé tanta importancia.
Eso debe ser.Comenzó a actuar extraño desde aquel día,y de ser así ¿Cómo se lo explico a Fredd y Alya cuando ni siquiera yo logro comprender del todo? Esto es ridículo, pensé,Es imposible que esa baratija tenga tanto sentido en su comportamiento.
Pasaron semanas,casi un mes y Liseth no mostraba mejoría,ya no era posible reconocerla desde que se inscribió a el curso de esgrima,eran fugaces los momentos en los que podíamos hablar y aún más raras las veces que podías verla tomar un descanso, pues siempre estaba haciendo algo.Todo en ella había cambiado,su postura era tan firme y fría, retraída incluso con los mismos profesores,su voz rara vez se escuchaba entre las clases e incluso Jenny la evitaba a toda costa. Traté varias veces hablar con ella pero siempre me rechazaba de la misma forma..."Lo siento Adrián,debo irme".
En verdad no entiendo que le sucede pero me preocupa que lo oculte con tanta insistencia detrás de todo ese esfuerzo, aunque debo admitir que con solo verla era notorio la mejora que había adquirido con el pasar de los días,era casi imposible imaginar todo el potencial que Liseth demostraba con solo 2 clases a la semana, su técnica de ataque era exquisita,cuando la veo ensayar a lo lejos me es asombroso pensar que esa chica tan determinada e imponente es la misma que yo conocí.
He notado como nuestras miradas se cruzan,pero al verla siento un terrible cosquilleo de tensión - Hey Adrian!!- caminó lentamente hasta donde yo estaba.Quiza sea la oportunidad para preguntarle si se encuentra bien, pensé.- Quería disculparme contigo ya que debido a las prácticas casi no he podido ayudarte en representación- comenzó a hurgar entre su bolsillo.
-Te traje un pan de la disculpa- extendió su mano y me entregó con suavidad el bocado mientras yo la miraba totalmente extrañado por su reacción. -B-bien... Tengo que seguir- concluyó dando la vuelta.Mi corazón latía percibiendo como de perdía la conexión mano a mano.-¡ESPERA!!- exclamé sosteniendo su mano con fuerza notando como Liseth se había quedado pasmada por mi reacción. -Necesito hablar contigo,no se que te ocurre ni tampoco quiero saberlo si tú no lo deseas, pero déjame ayudarte tanto como tú lo hiciste por mi- te he encontrado... Liseth, pensé al notar como su semblante se volvía suaveal compás de su rostro que la delataba mostrando algunas lágrimas entre sus ojos.
Me volvió a mirar forzando a sonreír, pero cuando menos lo noté se había dejado caer contra mi pecho. - Has sido muy fuerte así que permíteme compartir esa carga que te tiene tan agobiada- la abracé -¿Que te sucede Lisi?- susurré con dulzura cerca de su oído intentando consolarla.
-Soy una inútil,sin importar cuanto practiqué, yo... no muestro mejoría- me quedé helado al escucharla decir eso, definitivamente no era lo que esperaba.-L-lo siento Adrián, tengo que irme...- limpió su rostro con rapidez y soltó mi mano y sin más se fue.
Esta vez no hice ningún esfuerzo por seguirla y solo admiré como tomó su espada y corrió.
Mi boca está seca y sin sabor.
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𝓟𝓮𝓭𝓲𝓻 𝓾𝓷 𝓻𝓪𝔂𝓸 𝓭𝓮 𝓼𝓸𝓵 𝓪 𝓵𝓪 𝓵𝓾𝓷𝓪
Fantasy¿Alguna vez has sentido que la vida no coopera contigo para ser feliz? Esta es la historia de Liseth,una chica ordinaria con problemas de lo más normales pues se encuentra perdidamente enamorada de Adrian,colega del instituto donde estudia.Esto cam...