13

2.7K 342 259
                                    

Por un momento se quedo estupefacto, escuchando esos ruidos. No es la primera vez que escucha a su amigo tener relaciones sexuales con alguien y admite que Everett Ross resulta ser menos escandaloso que Clea.

Por su parte, Steve se encuentra muy tranquilo leyendo, ignorando los sonidos que por supuesto también llegan a sus oídos, pero adopta una actitud tan relajada que pareciera que no escuchara nada.

Al salir de su estupor, Tony frunció el ceño molesto y rodó los ojos, decidido a también ignorar aquellos ruidos.

—¿Aneurisma o cáncer?—preguntó el omega en un intento de enfocarse en otra cosa que no fueran los gemidos de Everett.

—¿Perdona? ¿Qué?—repuso distraído, lo tomo con la guardia baja.

—¿Qué eliges? ¿Aneurisma o cáncer?

—Eh... Ninguna—contestó desconcertado, bajando el libro de sus manos.

—Es un juego, tienes que elegir una.

—Oooh, entiendo... Entonces... en ese caso, elijo cáncer, porque con detección temprana y seguimiento se puede...

—¡No! No entiendes, ¡en ambas morirás!

—Mmmh...—vaciló—. ¿Por qué moriré? No entiendo—confesó bastante confundido—. Este juego no es divertido.

—Olvídalo—suspiró rendido, dejando caer su cabeza sobre la almohada.

Afortunadamente para ese instante los ruidos de la otra habitación habían cesado.

—Cariño, si quieres hablar de cosas deprimentes te escucho...

—No, la verdad es que ya quiero dormir. Tengo sueño—dijo sumergiéndose en el interior de la cama.

Steve dejo el libro sobre la mesita y apago la lámpara. Se acercó y lo atrajo a su persona, envolviéndolo en un cálido abrazo. Tony sonrió y recargó su cabeza en el pecho del alfa, disfrutando la calidez, inhalando el almizcle de su novio y cerrando los ojos en el proceso.



En la mañana, se reunieron en la mesa para desayunar unos deliciosos hot cakes que Bruce y Natasha prepararon. Después de charlar, Stephen, Everett, Bruce y Quentin comenzaron a alistarse para salir a esquiar, mientras el resto se quedan en la cabaña para cuidar a los cachorros.

—¿Seguro no quieres salir a esquiar? Puedo quedarme o regresa-

—No, estoy bien—contradijo Tony tranquilo, cargando a Peter.

—¿Seguro?—instó Stephen mirándolo.

—Sí sí, no hay problema. Diviértete.

Stephen asintió y besó la mejilla de su hijo antes de alejarse.

—Bien, vamos a esquiar, señores—vociferó Beck un poco impaciente—. Se hace tarde.

—¡Hey, Steve! ¿Quieres venir?—preguntó Stephen estrechando la mano de su novio.

—No, gracias. Prefiero ir mañana con Tony y... creo que me quedare a echarles una mano por aquí. Necesitan ayuda.

Pepper rompió en llanto, encargo a Morgan con Tony antes de salir huyendo en un mar de lágrimas.

—Eh... ¿Fue por algo que dije?—cuestionó el rubio confundido por el súbito comportamiento de la dama.

—No, no le hagas caso—respondió Quentin con fastidio, rodando los ojos y restándole importancia al asunto.

El acuerdo (Ironstrange AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora