Tras la revelación, Inoko intentaba procesar lo contado ¿Ella un demonio? ¿Cómo era eso posible?
-Lo lamento, Inoko-chan, pero no tengo más opción que hacer esto- La pilar fue por una jeringa a la cual administro una sustancia que llevaba debajo de su haori- Perdóname, solo dolerá un poco.
-¡Shinobu-san, noooo!- Tanjiro entró sin más a la habitación pero había llegado tarde. La mayor le había inyectado veneno de glicina a la chica jabalí- ¡¿Qué fue lo que hiciste?!
-Lo siento, Tanjiro-kun. Pero conoces muy bien las reglas, tu hermana solo fue una excepción- Le explicaba sus motivos- Todo demonio debe ser eliminado.
-¡Pero Inoko no es un demonio!- Kamado la defendía- Nunca ha devorado a ningún humano y puede resistir la luz del sol ¿¡Porqué lo hiciste?!
-Si realmente no lo es, entonces sobrevivirá al veneno- La de cabellos morados mencionaba- Quizás no sea del todo un demonio ahora, pero porta sangre demoníaca y antes que se siga desarrollando debo acabar con ella. Su padre fue un demonio y quién sabe si en su último ataque activó sus poderes.
-Si eso es cierto- Lo que menos quería ser era un demonio- Entonces... Mejor cortenme la cabeza de una vez por todas...
-¡Inoko, no digas eso!- Le cubrió rápido su desnudez con lo que encontró cerca- No le creas, tú no eres un demonio. Si lo fueses, tendrías un olor diferente pero no, sigues siendo tú.
Kochou miraba su reloj, en quince minutos debía de dar ya efecto el veneno- Sea como sea, Tanjiro-kun, no deberías estar aquí. Regresa a tu rehabilitación.
-¡Noo! No pienso dejar que sigas lastimando a Inoko- Se aferraba llorando a la más joven- Al menos déjame quedarme con ella si son sus últimos momentos.
Suspiró cansada, no podía discutir con aquel chico enamorado. Tras pasar el tiempo estimado, Hashibira, ya vestida, seguía en pie sin ningún efecto secundario.
-Esto no tiene lógica- Revisaba sus signos vitales tras apartar al otro cazador- Si no tienes sangre demoníaca ¿Cómo es que te curaste tan rápido? Tal vez necesites una dosis más alta de veneno de glicinas.
-¡Ya fue suficiente, Shinobu-san! Ya lo viste con tus propios ojos- Tanjiro se puso delante de su novia- Inoko no es ningún demonio, yo tampoco sé porque se curó tan rápido pero debe de haber otra razón posible.
-Papá...- Susurró muy bajo entonces la azabache de puntas azuladas, tratando de ahondar en sus recuerdos de infante.
-¿Qué pasó con la segunda luna superior?- Había logrado escucharle la pilar- ¡Vamos! Habla, Inoko-chan.
-Yo...-Trataba de recordar- Él... Él podía curar mágicamente a las personas. Cada vez que me lastimaba de niña, papá... Me sanaba de inmediato.
¿Acaso Douma había torturado a su hija hasta al punto de casi matarla solo para luego curarle con alguna de sus técnicas demoníacas después que cargase con el dolor un mes?
ESTÁS LEYENDO
Oh, mi adorada princesa jabalí!
FanfictionContinuación de "La doncella de la casa de las glicinas". Sinopsis: -Disculpa ¿Te conozco? ¿Quién eres y qué haces aquí? -Estas bromeando, Ino-chan ¿Cierto? Sabes quién soy, ya sabes, Kamado Tanjiro, nosotros... -Pues debes confundirme con alguien m...