Tan solo unos semanas transcurrieron desde que la joven pareja se separó.
Inoko ya había regresado a tener misiones, por lo que no siempre se le encontraba en la finca y eso implicaba menos oportunidades para que Tanjiro pudiese hablarle. Sin contar que también él andaba ocupado.
Justo esa mañana, cuando ya creía que su suerte era desastrosa. Pudo observar a Inoko en la entrada de la finca, no llevaba su máscara y tenía tanto el cabello y ropa empapada. Seguro en su misión reciente había acabado así.
-Inoko...-Hace mucho que no la veía y se moría por saludarla así que la llamó- ¡Inoko~! ¡Hola! ¿Cómo...?
Antes de llamar su atención, notó como era recibida por otros cazadores, que le alcanzaban toallas y hasta incluso le hacían regalos.
Sin novio ahora y siendo muy hermosa como buena luchando, no era inesperada su popularidad en el cuerpo de cazadores.
Kamado suspiró algo desanimado, ya ni tenía el derecho de ponerse celoso frente a la otra. Se sentó debajo de un árbol tratando de pensar en cómo acercarse la próxima vez.
-...-Unos ojos violetas le miraban con curiosidad.
-¡Ah! Kanao, no sabía que estabas aquí- Le asustó encontrarla de repente- Disculpa, si deseas me voy.
-Mmn- Negó con la cabeza- Hay espacio para los dos.
La de coleta alta no hablaba y él tampoco tenía muchas ganas de hacerlo, lo cual generaba un silencio incómodo entre ambos.
-Inoko- Dijo la tsuguko de la nada- Creo que me odia.
-¿Odiarte? No, no. Ella no te odia- Intentaba calmarle- Lo que pasó esa vez, solo fue un problema de pareja. Lo siento si te viste involucrada.
-Yo lo siento, quizás exagere con el regalo y eso la molestó- Bajó la mirada sonrojandose- Ella ¿Aún te sigue gustando?
-¿Ah?- Se ruborizó, no esperaba esa pregunta de su parte- Sí, aunque ya no salgamos juntos, aún la sigo queriendo mucho.
-...- Llevaba una de sus manos al pecho- ¿Y no has pensado... en salir con alguien más?
-Claro que no ¿Cómo podría? - Sonreía recordando a su amada- Ino-chan es mi primer y único amor. Me es imposible pensar en otra chica que no sea ella.
-Ya veo- Sonó algo decepcionada- Supongo que a Tanjiro le gustan las chicas voluminosas. Mi maestra me dijo que así pensaban todo los hombres. Quizás deba entre...
-¡Pues Shinobu-san se equivoca! No es así, digo, Inoko si tiene una figura...- Era mucho más vergonzoso hablar de eso con otra señorita, así que fue al punto- No es que me guste por su físico, osea sí me parece atractiva. Sin embargo... ¿Cómo decirlo? Inoko es alguien especial y mi corazón hace Boom y luego Ba-guum cada vez que está cerca.
-...-Ladeaba la cabeza confundida- ¿Ba...guum~?
El de cicatriz se apenó al extremo y la de capa blanca solo se rió por aquella graciosa confesión. Al final, también él se contagió de la risa y ambos terminaron bromeando con el asunto.
Luego de deshacerse a la fuerza de todo su grupo de admiradores. En ese momento, Hashibira intentando buscar al peliburdeos, que creyó escuchar antes, se encontró con la escena.
-¿Eh?- Se percató del olor de la joven y cuando cruzaron miradas, la menor solo corrió- ¡Espera, Inoko! Lo siento, Kanao. Hablamos luego ¡Inokooo~!
Era una tonta ¿Por qué había huido de esa forma? Si ya sabía que tarde o temprano, Tanjiro se olvidaría de ella y terminaría con la tsuguko.
¿Por qué le incomodaba aún? Se detuvo solo para golpear sus mejillas con ambas manos y aclarar su cabeza.
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Oh, mi adorada princesa jabalí!
FanfictionContinuación de "La doncella de la casa de las glicinas". Sinopsis: -Disculpa ¿Te conozco? ¿Quién eres y qué haces aquí? -Estas bromeando, Ino-chan ¿Cierto? Sabes quién soy, ya sabes, Kamado Tanjiro, nosotros... -Pues debes confundirme con alguien m...