Episodio 05: Juntos aún separados

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Tras todo el espectáculo en uno de los pasillos, ahora Inoko ayudaba doblando la ropa a su madre adoptiva, quien iba acomodándolas en una de las maletas que habían traído.

-Inoko, no hagas más sufrir a esta pobre anciana- En medio de su tarea, Hisa le recordaba- Ya no soy tan joven como antes y no siempre podré estar contigo ¿Quién verá por ti cuando no este?

-Baba, yo misma puedo sobrevivir por mi cuenta- Respondía molesta- ¿Cuántas veces debo repetírtelo? Si te mueres, regresaré a las montañas y punto ¡Fin del problema!

-Inoko, como tu madre yo quiero lo mejor para ti. Quiero que te cases y tengas una familia, volver a las montañas solo te alejará más de las personas y no será favorable para tu salud- Le insistía- Necesitas convivir con otros y tener una vida normal, con alguien que te proteja de los demonios. Entiende, solo quiero darte lo que nunca le pude dar a Kotoha.

-¡Que no soy Kotoka! ¡Deja de siempre compararme con ella que no eres mi madre!- Aún no le podía perdonar lo del compromiso- ¡Y si tanto deseas que me case, pues lo haré con Monjiro! Y ya lo encontré, así que no podrá escapar otra vez y podrás estar más...

La anciana le dio una bofetada. Débil, pero que dejó perpleja a la menor.

-¿Baba?- Se tomaba la mejilla- Nunca me has pegado...

-¡Pues debía ya! ¡Te he consentido demasiado! ¡¿Es que no entiendes, Inoko?! Juntarte con él solo te hará sufrir, los cazadores sacrifican su vida en las misiones y nunca terminan su deber hasta que son asesinados o son ya muy mayores para cargar una espada- Explicaba su punto- No quiero verte desdichada, querida. Casarse es un asunto muy serio y no puedes escoger a cualquiera. Aunque no sea tu madre real, siempre serás mi pequeña y lo que menos quiero es irme a la tumba sin dejarte en manos del indicado.

-...-Se levantó y salió de la alcoba- Tú eres la que no entiende, Baba. Gracias por todo hasta ahora, pero yo soy quien toma mis propias decisiones.

Después de cenar, los cazadores iban a bañarse en el ofuro para luego regresar a su alcoba tras ponerse ropa limpia. Tanjiro y sus demás compañeros volvían a su cuarto, cuando en eso notaron una visita inesperada encima de uno de los futones.

-¡Ohh, pero miren quién está aquí! ¡Es la ex-prometida de Ren-sama!- Uno de los cazadores de mayor rango se acerco a saludar- Hola, linda ¿Qué pasa, te sientes sola y quieres divertir...?

-Completa esa frase y te romperé el brazo- Kamado le estrujaba el hombro muy celoso que quisieran coquetear con su chica- Ino-chan, lo siento por no haberte buscado antes. Justo iba a ir por ti en cuanto secase mi cabello pero ya que estás aquí ¿Damos una vuelta afuera?

-Jum, cómo osas hacerme esperar ¡Tienes suerte que te perdone, Tontaro!- Le tomaba de la mano para salir de ahí. Todos los jóvenes menos Zenitsu estaban muy sorprendidos tras lo visto, algunos envidiando la suerte del peliburdeos.

Ya lejos de los demás, Inoko se recostó en el regazo del de la cicatriz, quien solo acariciaba sus cabellos dulcemente. Pasando más que un silencio incómodo, uno agradable, el que podía durar varias horas y ninguno se cansaría.

-Inoko- Aún tenía algo de vergüenza por lo sucedido ayer- ¿Tú... recuerdas lo que pasó anoche? ¿O siquiera recuerdas que pasó en cuanto llegaste a este lugar? 

-No, nada en absoluto ¿Por qué?- Se acomodaba mirándolo de frente- ¿Pasó algo importante?

-Bueno- Se animó, había prometido no ser cobarde. Si la joven se había confesado y lo había besado sin importarle los demás ¿Por qué el no podía?- Inoko... me gustas mucho ¿Quisieras salir conmigo?

Oh, mi adorada princesa jabalí! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora