Episodio 20: Distrito Rojo

648 50 20
                                    

Tanjiro llegó primero al lugar encontrándose al pilar del sonido, Tengen Uzui, secuestrando a Aoi y a Naho para llevarlas a una misión a la fuerza. Obviamente no lo permitiría, así que decidió junto con Zenitsu tomar su lugar. E Inoko quien llegó también a presenciar tal abuso de poder se sumó.

Tras explicarles en que consistía el trabajo de infiltración, empezaron a arreglar sus respectivos disfraces.

-Disculpe, Tengen-sama- Una de las mujeres que le ayudaba con la vestimenta le comentó- Ya están listos los dos chicos pero ¿Es necesario también arreglar a la única chica?

-Haber, déjame verla... Vaya ¿Qué tenemos aquí?- Se quedó perplejo tras descubrir el rostro escondido debajo de aquella horripilante máscara de jabalí- ¡Qué belleza tan extravagante! Tanto que podría arruinar la misión. Quítale el maquillaje, que esté sin nada.

-Pero, Tengen-sama- Le interrumpía- No lleva nada, ni siquiera labial

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Pero, Tengen-sama- Le interrumpía- No lleva nada, ni siquiera labial.

-¡¿Así es su cara al natural?!- Vio más de cerca su rostro y luego su figura- Interesante... Déjala igual a los chicos, que nadie reconozca su rostro y que no lleve un peinado muy elaborado, no debe resaltar ni un poco ¿Entendido?

La azabache de puntas azuladas capturó la atención del mayor, cuando algo era llamativo, él quería tenerlo como sea.

Retiró de inmediato aquella idea que se cruzaba por su mente, ahora lo importante era saber del paradero de sus tres esposas. Debía enfocarse.

Ya disfrazados, el equipo Kamaboko junto al pilar partieron rumbo al distrito rojo.

-Inoko- Tanjiro la notaba extraña desde hace unos minutos- ¿Sucede algo? ¿Te molesta el kimono?

-Ahh...no...- Decía muy sonrojada, aunque apenas se notaba por el exceso de rubor- Nada...

Estaba muy tranquila a su parecer, no era usual en ella ¿Acaso estaba incómoda por visitar un lugar repleto de gente? ¿O solo era cansancio tras todo lo que tardaron en cambiarles?

-Zenitsu- Susurraba a su amigo- ¿Tienes idea de qué le pasa a Inoko? Le pregunté hace un minuto pero, sigue actuando extraña.

-Es por culpa de ese maldito ¿Qué no te percatas?- Zenitsu lo seguía maldiciendo, no le caía nada bien- Te está robando su atención, es obvio que a ella le atraen los tipos como él.

Cuando le dijo aquello, Kamado observó mejor la situación y allí se dio cuenta, su adorada princesa no dejaba de mirar a Tengen. Quien ahora, sin sus adornos extrafalarios ni la pintura en su rostro, resultaba ser un hombre muy apuesto.

-Puedo...-Hashibira se acercó tímida al más alto- ¿Puedo tocar tus brazos, dios de las festividades?

-¿Estos simple músculos?- Alardeaba de sus brazos tonificados- ¡Claro, chica jabalí! Seguro no has visto nada comparado antes.

Oh, mi adorada princesa jabalí! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora