Continuación de "La doncella de la casa de las glicinas".
Sinopsis:
-Disculpa ¿Te conozco? ¿Quién eres y qué haces aquí?
-Estas bromeando, Ino-chan ¿Cierto? Sabes quién soy, ya sabes, Kamado Tanjiro, nosotros...
-Pues debes confundirme con alguien m...
Tras la eliminación de la quinta y cuarta luna superior así como la aparición de la inmunidad hacia el sol de Nezuko. Los pilares habían sido llamados a una asamblea general. Por lo que la finca estaba siendo administrada por Tsuyuri y Kanzaki en lo que Kochou regresaba.
Y justo a medianoche, Aoi despertó asustada al escuchar a alguien inflitrarse escalando los muros que rodeaban la residencia. Fue por la escoba y aviso a su compañera ojivioleta también para que esté en guardia en caso que se te tratase de algún enemigo.
-Akao ¿Dónde es...?-
-¡GYAAAAAAHHH!- Golpeó a su amiga en la cabeza ante el susto que le dio tras aparecerse ante su espalda- ¡¿Inoko?! ¡¿Eras tú?!
...
Genya dormía pacíficamente recuperándose de su última batalla cuando en la madrugada sintió un peso encima suyo.
-¡¿Qué mier...?!- Cuando volteó y abrió los ojos encontró una bella jovencita observándole atentamente, a lo que se enrojeció su rostro y se quedó mudo.
-Tú no eres Tanjiro- Se había abalazando a abrazar aquel cuerpo sin comprobar antes quién estaba en la camilla.
-¡Inoko, su cama está al otro lado!- La de coletas le regañaba jalando de su oreja- Y ya te dije que guardes la compostura, están descansando otros heridos aquí.
Tras la aclaración, la ojiesmeralda fue esta vez hasta la cama donde reposaba aún inconscientemente su esposo. Tenía la cabeza y la pierna vendadas, estaba muy herido, debió ser un duro enfrentamiento.
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Lo examinó mas cerca y no pudo contenerse en acariciar su amplia frente y posar un beso en sus labios, para luego recostarse en el borde del colchón llorando.
-Por favor, no me dejes, idiota- Apretaba con las manos las cobijas con fuerza- Despierta, no me hagas esto. Tú eres fuerte, debes resistir.
-Aoi-san ¿Todo en orden?- Kanao preguntó a la ojiazul al verla en el marco de la puerta de una de las habitaciones- ¿Encontraste al intruso?
-Falsa alarma, solo era Inoko- Le explicó calmandole- Vino desesperada hasta aquí tras enterarse del estado de Tanjiro. Se nota por la tierra en sus ropas y el estado de sus pies.
-...- Tsuyuri observó en ello la escena de la chica jabalí aferrada al cuerpo inmóvil del peliburdeos- En verdad... lo quiere mucho.
-¿Ha? ¿Y recién te das cuenta?- Justo en eso, vio casi desplomarse el cuerpo de la menor- Ah, ya cayó dormida. Ayúdame a levantarla y llevarla a una cama, no... Mejor antes hay que asearle, huele fatal.
Y es que la joven esposa había recorrido varios kilómetros perdiendo sus sandalias en el camino y sin tomarse ni un descanso o comer solo para reencontrarse lo más pronto con su pareja.
...
-Lleva ya seis días así- A la mañana siguiente le contaba Aoi mientras cambiaba las vías del cazador- Descuida, Shinobu-sama dice que las heridas de esta ocasión no son tan graves como la anterior vez. Pronto despertará, solo hay que esperar.
