Omegacember𝟸𝟶𝟸𝟸

Día dos: Aroma

Pareja: MagicShield.

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“Stephen Vincent Strange” es un famoso neurocirujano que, en el hospital donde trabaja es muy solicitado por todas las personas que son capaces de pagar la cirugía. Confían en el Alfa, en sus manos expertas y hasta, ¿Mágicas? Han oído de sus operaciones exitosas, que realiza “milagros”. Pero bien, ya basta de hablar del buen doctor, es hora de centrarnos en el hombre como tal.

Aunque, no hay mucho que contar. Es una persona común y corriente que se dedica a tiempo completo a su profesión, a releer las técnicas de la medicina para perfeccionar aún más sus habilidades. No le gusta que nada salga mal, que todo sea perfecto, en el quirófano, y en su vida privada. Gracias a esto, no está casado, tampoco comprometido, bueno, no tiene pareja. No es que ningún Omega o beta no lo pretenda, claro que sí, es un hombre con principios, guapo, excelente Alfa, además, su aroma particular a hospital y madera mojada es lo que vuelve locos o locas, a los Omegas.

Pero por su trabajo ocupado y a veces de tiempo completo, no quiere que nadie se enlace con él, pues sabe que no podrá estar para esa persona al cien por ciento. No quiere volver una relación aburrida, y llena de angustia. No otra vez. Así que mejor pasaba de eso, además, solo un Omega pudo atraerlo amorosamente por medio de sus dulces feromonas, pero eso fue cuando estaba joven. Hay ciertos aromas que no le gustan, como los empalagosos. Entonces puede decir que... será un lobo solitario para toda la vida.

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—Stephen—saludo amable Palmer. Su compañera.

—Christine—dijo devuelta con una pequeña sonrisa.—¿Cómo has estado?

—Podría decirse que bien. Ya tenía ganas de reincorporarme, estar tirada en una cama con resfriado no es para mí—suspiro haciéndole reír.—supongo que tú estás bien ¿No?

—Solo cansado, nada más.

Asintió colocando los codos en la mesa donde el doctor llenaba unos formularios para entregárselos a una enfermera. Pronto la castaña recordó para que fue a buscarlo.

—Oye, cuando llegue me dijeron que hay un nuevo enfermero en el hospital. ¿Sabes quién es?

Sin dirigirle la mirada ya que estaba absorto en su labor, negó. Escribía rápido impresionando a la mujer.

—¿En serio? Según comenzó ayer. Es un novato.

—Quizá no lo sé porque he tenido mucho trabajo atendiendo a los pacientes de gravedad, y no es como si me interesará mucho el tema. Todos los días una cara nueva aparecerá.

—Tienes razón, pero. Este chico, tiene loco a los Alfas enfermeros y doctores, imagínate a los de pediatría, no paran de hablar de él.

—Y al parecer nosotros tampoco—rodó los ojos resoplando.

Pensó que la charla sobre ese “misterioso” nuevo enfermo jamás terminaría, bueno, Christine no paro de hablar de quién sabe que, no termino de escucharla ya que se concentró en otra cosa. Su olfato identifico en el aire un olor a jabón y té de manzanilla. Su... bebida favorita en las noches a la hora de leer, y el suave y delicioso olor a jabón que olió por casualidad en una tienda. Le encantaba, lo amaba, se sentía en paz y era la clase que le gustaba. Nunca se cansaría de oler...

Cerro los ojos inhalando más fuerte. Giró rápidamente todo su cuerpo encontrando a un adorable rubio que estaba a punto de tocarlo. La fuente de esa fragancia.

—Oh, perdón. Yo iba a... presentarme—se sonrojo por la mirada intensa del castaño. El Omega se encogió.—soy... Steve Rogers y ayer comencé como enfermero, verá, aprecio su trabajo y... deseaba conocerlo.

Asintió absorbiendo lo dicho. Olvidó por un momento ha las personas que lo rodeaban, incluso a Palmer que estaba como espectadora.

—Es un gusto muchacho, Stephen Strange para servirte.

Estrecharon sus manos y pudo sentir su calidez y suavidad. Sin duda alguna ya sabía por qué el revuelo entre sus compañeros. En cambio Steve se quedó maravillado, y prendado una vez más por quién consideraba su ejemplo a seguir. Conocerlo por fin fue grandioso, pero aún más olfatear el aire y descubrir el riquísimo olor a madera húmeda y el propio del hospital.