Día doce: Supresor

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Pareja: AntShield

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—¿Estás listo amor?

—Así es, llegó la hora de partir.

El rubio se colgó del brazo que su esposo le extendió. Le sonrió dulcemente al castaño que tampoco borraba esa mueca de su rostro. Compartieron un beso suave antes de salir completamente del hogar que comparten hace nueve años.

Iban a la mansión que es hogar del hermano de su querido Omega, Tony. El Alfa que siempre a custodiado al joven de ojos zafiro. Por fin a dejado su vida libertina atrás para centrarse en una relación que, sorprendentemente duró cuatro años hasta hoy, cuando el empresario a decidido anunciar su compromiso y hacer una gran celebración con todos sus amigos y familia.

—Me siento muy feliz por mi hermano—dijo viendo por la ventana.—me alegra saber que ya no estará solo en casa.

—Strange lo hace feliz—secundo Scott sin apartar la vista del camino.—eso es lo que importa.

Finalmente después de dos horas han llegado. Steve aspiro sintiéndose cálido por la familiaridad del lugar, recuerda aquellos días en los que se crió con su hermanito mayor. Sonrió entrelazando sus dedos con su Alfa, ambos entraron siendo recibidos por el mencionado.

—¡Steve cielito!

—Tiny.

Abrazo al de piel canela con mucho cariño. No se separaron en un rato.

—Me alegra que hayan venido—se retiro para verle.—Stephen y yo los hemos estado esperando.

—Sabes que jamás faltaría, por nada del mundo me perdería esto. Ven aquí—lo volvió a abrazar para después repartir muchos besos por su rostro, haciendo que el más bajo se queje.

—Odio que hagas eso, y odio más que seas centímetros más alto que yo.

—Perdón por todo entonces.

Tony luego fue con su Alfa para saludarlo y así conversar, su Scott siempre se emociona con esta clase de eventos y, no lo cuestiona. Su hermano hace las mejores fiestas, así se conocieron después de todo. Hubo una reunión de Omegas a la que se unió, Stephen lo abrazo y charlaron. Todos estaban entretenidos, felices.

—Ya vengo—se disculpo algo mareado.—si me permiten—se alejó del círculo a paso cuidadoso. Sentía que el piso se movía y que el mundo a su alrededor daba vueltas. No era por el alcohol, él no bebía mucho.—me siento mal..

Susurro yendo hasta una parte alejada donde no había gente. En el camino se encontró con Thor que lo retuvo unos segundos, maldijo por lo bajo, tuvo que despedirse apresuradamente ya que, tenía calor. Sentía que se quemaba y que pronto se derrumbara en el suelo. Poco a poco se deslizó por la pared hasta sentarse en el suelo, siente que tiene fiebre, suda y le duele la espalda baja y su abdomen. Se abraza a sí mismo, lubricante escurre por su entrada. Debe llamar urgentemente a su Alfa.

—Scott...

—¡Aquí estoy!—llegó el castaño que se tiro al suelo sin cuidado para quedar de rodillas frente a él.—te sentí.

Gracias a su conexión, y marca de unión, puede transmitirle a Scott lo que siente. Incluso en ocasiones puede escucharlo cuando lo llama, aún así estén a kilómetros de distancia.

—Mi celo... mi celo se está manifestando—jadeo cuando el aroma del castaño se intensificó. Era un esfuerzo titánico no gemir para él.—debemos irnos.

—¿T–Tú celo no era pasado mañana?—y para él es horrible tener que contenerse ante el aroma dulce de su esposo, quisiera hacerlo suyo ahí mismo.

—Así uhm... así es. Pero se adelantó, vamos, no quiero alarmar a los demás—la mayoría de ahí tiene una pareja, y al estar enlazados el olor de un Omega o Alfa entrando en celo no les afectará. Pero igual no quiere arruinar la fiesta de Tony, y menos que se forme una pelea por los Alfas que no tienen compañero.

Scott gruñó haciéndole estremecerse.

—Ya vengo—y se fue.

Estaba confundido, aún así contuvo su aroma lo más que pudo hasta que esté regreso con una botella de agua que seguro le dieron en el bar.

—Abre la boca.

Al hacerle caso este puso en su lengua una pastilla pequeña de color amarillento. Le coloco el pico de la botella en sus labios para que tomara. El agua refresco su garganta cuando pasó lo que identifico como un supresor por su sabor. Poco a poco mejoro, Scott saco un pañuelo para secar su rostro y después lo ayudo a levantarse con las piernas temblorosas.

—Gracias amor, ¿De donde la sacaste?

—Siempre traigo para ti y para mí–confesó con las mejillas ruborizadas.—nunca sabemos cuándo pueda pasar esto.

—Eso es muy considerado de tu parte Alfa—rió suavemente, sintiéndose un poco débil.—debo ir al baño para terminar de limpiarme. Gracias otra vez.

Beso la mejilla de Lang que sonrió embobado. Le prometió a su cuñado que cuidaría de Steve en todos los aspectos posibles, traer cajitas con supresores cuenta ¿No?

•••

Scott es un amor🌈, no conozco a alguien que odie a este ser de luz🛐✨.

Omegacember𝟸𝟶𝟸𝟸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora