Día once: Construcción del Nido

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Pareja: MorningShield

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La rubia mujer observo con curiosidad a su más reciente paciente, que es el que más recurre a las citas. Se veía... ¿Confundido o perturbado? Quizá, estaba inquieto en el cómodo sofá. Con la mirada perdida mientras hace a sus dedos tamborilear en su muslo. A veces le daba miedo por ciertas caras que hace.

—Entonces—empezó ajustando sus anteojos.—¿Que te trae por aquí hoy?

—Esa es una excelente pregunta querida amiga—señaló ahora entrelazando sus dedos sobre su regazo, poniéndose más cómodo en el mueble.—aún hay cosas que no comprendo de los humanos y me encantaría que me ayudarás a informarme sobre ello.

Ese es otro punto. Se refiere a las personas como humanos, cuando él también es uno. Es ahí donde nuevamente comienza a anotar en su libreta, admitirá que las sesiones con este hombre son divertidas, tiene ocurrencias descabelladas.

—¿Si? Cuéntame sobre eso—pidió siguiéndole el juego.

—¡Espléndido!—celebró acomodando su costoso saco de diseñador.—hmm, comencemos por aquí.

Tengo una pareja. Es de esta clase que le dicen ¿Omegas? Eso. Fue algo que nació de manera espontánea, hasta entretenida. Sería algo de una sola noche, pero después vinieron las casualidades de encontrarlo donde sea que fuera, incluso en el Lux que dirijo. Llegué a pensar que era un ángel enviado por mi padre para matarme pero resulta que no, si es un ángel, metafóricamente hablando y... me enamore. Nos, enamoramos.

—Dígame, ¿Quién no se prendaria de esta belleza?—saco su teléfono para mostrarle una foto del chico más hermoso que a visto caminar por la tierra. Rubio de ojos azules, con un exquisito olor que siempre cargaba encima.—es Steve.

La mujer detallo la imagen y si, su paciente tiene razón.

—Tiene mucha suerte.

—¡Lo sé! Pero aquí viene el problema.

Lo invite a salir, acepto. Todo perfecto. Él es convirtió en mi luz al final del túnel, mi salvación y en serio temí arruinarlo, le mostré como verdaderamente soy y ¿Sabe que es lo sorprendente? ¡No se asustó! Me aceptó tal y como soy, incluso las palabras que me dedico harían llorar a cualquier demonio del infierno.

—Uh, debieron ser muy emotivas—a veces este hombre exagera un poco.—pero aún no le veo el problema, es bonito encontrar a alguien que te ame con tus demonios internos y todo.

—Así es, ahí quiero llegar—recalcó abriendo los ojos.

Nos volvimos esto que llaman pareja, incluso le compré un bonito anillo de oro con zafiros incrustados para que supiera cuanto lo amo. Collares y demás presentes que considere dignos de contrastar con su piel de leche. Pero en fin. Recordé que estos seres con el llamado subgénero tienen un ciclo de calor, pasamos ardientes momentos de estos juntos y...

—Oh, revelador—rió escribiendo.—veo que incluso lo cortejo, eso es bueno. Es un Alfa en toda la expresión de la palabra.

—¿Alfa? Oh claro, tuve que asignarme una casta y un aroma en específico para poder encajar en esta sociedad, no fue tan difícil—rió.—pero si entender el sistema—gruñó levemente a la beta.

—Solo Dios lobo puede hacer eso...—susurro cohibida.—bueno, ¿Y cual es el problema con este muchacho? Aún no llegamos ahí.

—Pero lo haremos—aseguro.

Y puse mis dientes en su cuello, algo me llevo a hacerlo pero se sintió muy bien. Los meses siguientes todo era maravilloso, mi chico, Omega, Steve, se comportaba como normalmente hacia hasta que... mi ropa comenzó a desaparecer. ¡Mi armario estaba casi vacío! La gaveta con mi ropa interior, mis toallas, ¡Todo! No estaban. Y por supuesto tenía que buscar respuestas, ¿Donde las encontré?

—¿En una habitación con una cama repleta de sus pertenencias y un muy feliz Steve sobre ellas, supongo?—dedujo con los ojos entrecerrados.

—Si...—asintió extrañado.—¿Acaso usted es vidente? Habérmelo dicho antes Linda, me hubiera ahorrado toda la saliva que gaste.

—No lo soy—exhaló.—simplemente fue una hipótesis acertada. Es algo que debía pasar en realidad. Los Omegas tienden a hacer esto cuando, van a entrar en celo o...

—¿O?

—Cuando están embarazados y necesitan que el aroma de su pareja los impregne todo el tiempo. Es para sentirse más seguros, esa será su zona de confort los siguientes meses de ser la segunda opción la razón—explico al atónito Lucifer.—a esto se le llama "La creación del Nido".

—¿Entonces eso es todo?—alzó una ceja inquisitivo. Sabía que estos podían procrear, pero no sabía que podían hacer estos nidos parecidos a los de un pájaro.—¿Que su aroma cambie también tiene que ver?—porque últimamente a detectado caramelo en sus feromonas a camelias. Además, que son sexualmente activos y lo hacen sin condón.—oh, por mi...

—Definitivamente si. De igual forma deberían hacer una prueba para cerciorarse de que eso sea—termino por asentir.

—Esta sesión a sido más que reveladora querida psicóloga—se levantó con una sonrisa. Que Steve llevará un hijo en su vientre en verdad lo hace feliz, aunque puede ser peligroso. No importa, al fin y al cabo él hará de todo para que su hijo y Omega no resulten afectados. El mismísimo cachorro de Lucifer Estrella de la Mañana.—es hora de irme, te agradezco el tiempo y la dedicación. Hasta la próxima querida.

—Adiós Lucifer.

Se despidió del pelinegro que muy galante se retiró del consultorio. Este hombre sin duda alguna debe estar en un manicomio, aunque parezca algo cuerdo. Pero al hacer eso arruinaría una familia... debió haberlo hecho antes.

•••

Pd: Lucifer ese mismo día compro mucha ropa para bañarla en su aroma a canela con un toque de azufre para tirarla sobre Steve y su nido en la alcoba de huéspedes 💅✨. Y si, esperan un mini príncipe del infierno.

Omegacember𝟸𝟶𝟸𝟸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora