Omegacember𝟸𝟶𝟸𝟸

Día nueve: Mordida

Pareja: Stoward

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Jarvis contempló a su amo suspirar por nueva cuenta, ladeó la cabeza hacia el castaño que le pidió con un ademán de mano que se acercara hacia su mesa de trabajo. Están abajo en el laboratorio privado del mismo. Acato la orden muda.

—Ay amigo mío—resopló el Alfa.—no sé que voy a hacer con ese Omega escurridizo—masajeó su sien inquieto.—no a venido y me siento culpable.

—Pero señor Stark, ¿Qué pasó?—se tomo el atrevimiento de cuestionar ya que no entiende nada. Él estuvo fuera estas semanas para tener vacaciones con su familia.—¿El señor Rogers está bien?

—Está perfectamente Jarvis, solo que... él desea que lo marque—comento horrorizado.

Por supuesto esto desconcertó al Alfa que cuida a la familia. Conoce la historia que tienen esos dos amantes, sabe que se aman y que el castaño mayor haría lo que sea por ese pequeño Omega de nívea piel. Entonces, ¿Cuál es el problema?

—Pero Howard—uso su nombre como solía hacerlo cuando están en privado.—han estado juntos por cuatro años, es bien sabido que para ese tiempo un Omega querrá que su Alfa lo marque. ¿Por que le niegas ese sentido de pertenencia?

—Oh Jarv no entiendes, Steve es...—inhaló el aire soñador, como lo a hecho estos últimos cuatro años en los que conoció a ese rubio.—es un Omega hermoso, especial, pero débil. ¿No ves lo pequeño y flaco que es? Si llegara a morderlo...—negó atemorizado.—no quiero hacerle daño, pero él no entiende.

Asintió comprendiendo ahora la situación. Es cierto que la marca en la glándula Omega es algo bárbaro para estos tiempos, o así lo consideran ellos. Pero eso dicta la naturaleza, y tienen que cumplir. Si o si un Alfa debe poner su marca, no solo en olor, en el cuello del Omega que considera será su pareja para toda la vida. Es entonces cuando se le ocurre una idea para ayudar al joven Steven.

—Bueno señor, es su decisión negarle ese derecho al señorito Steve, pero no ponga en duda que él es bonito, y existen muchos Alfas que podrán ver su belleza, mucho más cuando no está reclamado. Además, la marca no tiene porqué lastimar, siempre podrá hacerlo de manera delicada. Solo le digo eso. Ahora me retiro.

Dejándole dudas al Alfa de cabello chocolate se retiró con una sonrisa. Ahora solo depende del hombre si desea cumplir aquello que tanto anhela su amado.

La mordida.

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Continuará...

Tendré que dejarlo hasta aquí lamentablemente.