Pareja: StarShield
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Decir que nunca había visto un Omega igual cómo ese es poco. Es de la tierra pero desde que se unió a los Guardianes muy poco estaba en ella. Vio variedades de criaturas espectaculares en cada planeta que visitó y como buen explorador, no dudó en probar de todo un poco, Gamora no fue una excepción. La quiso y mucho, fue su chica por tanto tiempo que a todos les sorprendió, pero al final no terminó por funcionar ya que, como humano, son los únicos que cuentan con subgénero, osea, que pertenecen a una casta de entre las tres.
Alfa, Beta y Omega.
Él es un Alfa. Por ende necesita a un Omega, por más que quisiera no podía ignorar lo que su lobo demandaba con tanto anhelo. No recuerda cual fue la última vez que compartió cama con uno de esos chicos o chicas tan especiales capaces de enamorarlos con sus aromas. Tuvo conflicto con su parte animal que no dudaba en gruñirle a su parte racional.
“¡Necesitamos a un Omega! No puedes estar con alguien tan común. ¡Hazme caso! Quiero cachorros, quiero marcar al más hermoso que encuentres”.
Viajó a la tierra nuevamente por una misión en conjunto con los protectores del planeta, los Vengadores. Con ese plan en mente, terminó hace mucho con la chica de piel verde, aunque se enojó bastante, terminó por entenderlo. Que no podía reprimirse ante su naturaleza. Y bien, dejando aquello atrás cuando acabará dedicaría su tiempo a buscar uno o una de su agrado e interés. Claro que, gracias al cielo no tuvo que ir tan lejos.
—¿Eres el Capitán que comanda esta nave? Mucho gusto, soy Steve Rogers—sonrió el hombre revestido de azul, blanco y rojo con una estrella en el pecho que estiró su enguantada mano para estrecharla con la suya.
Olió en el aire el casi nulo aroma del no muy obvio Omega, flores de cerezo, su lobo agitó la cola. Increíble. Es lo más rico que a olfateado en años. Por inercia soltó el propio en reconocimiento, queso fundido, ¿Queso fundido? Si, por muy extraño que parezca nació con aquel peculiar pero delicioso aroma. Hasta a él se le hace agua la boca.
—Así es Capitán. Peter Quill, Star–Lord, a sus servicios.
—Encantado en conocerte y espero se lleven bien con nosotros. Por cierto—movió su nariz con una sonrisa.—hueles rico... perdón por eso—se sonrojo avergonzado, no quiso decir eso. Solo su Omega que es tan... él, se atrevió.
—¡No hay problema! Tú también hueles bien.
Y ahí fue cuando comenzó todo y en su cabeza se instaló la idea de que Steve Rogers alias el Capitán América es el Omega más hermoso y especial que haya visto. De inmediato su lobo empezó el ritual de cortejo.
Pequeños regalos como... chocolates, hamburguesas, unas que otras golosinas de diferente tipo y más, pero todo tenía que ver con el alimento. Por supuesto Steve lo recibía, pero muy divertido. Y con gusto el rubio se lo comía. Eso quería decir que lo aceptaba.
—¿Sabes? No puedes regalarle comida todo el tiempo, no creo que sea correcto—le dijo Gamora.—no me importa el sistema que tienen, pero creo que debe ser diferente.
—¿Entonces que sugieren?—miró a su equipo, en especial a Rocket que limpiaba sus armas.—nadie me enseñó que hacer en estos casos, ¡Por favor!
—No lo sé, yo solo los escucho tener problemas—se alzó de hombros Drax, jugando con sus cuchillos. A él poco le importa lo que están haciendo.
—Como jodes gorda—se quejo el ¿Animal?—regalos, cosas bonitas. Perlas, lingotes de oro, peluches bonitos o cosas adorables, esas porquerías. Ya no molestes.
—Yo soy Groot—comento la pequeña criatura.—yo soy Groot.
Y fue cuando se le ocurrió una maravillosa idea. ¿Cosas bonitas, uhm?
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Rogers entrenaba en el gimnasio junto a Thor cuando Jarvis le aviso que uno de los Guardianes lo buscaba. Supuso quién era así que excusándose se marchó para ir a su encuentro de inmediato. En la sala común estaba el castaño sentado en uno de los sofás.
Al verle se levantó y le sonrió en grande.
—Peter, que gusto verte. ¿Hoy tienes algo para mí?—sus mejillas se pintaron de escarlata. Estaba tan acostumbrado a la atención que recibía de su parte que se le hizo normal preguntar. Para ser sinceros, esperaba algo como una dona u otra hamburguesa de esas deliciosas.—¿Otra golosina puede ser?
—A mi también me hace feliz verte. Y si, tengo algo para ti que espero te guste. Extiende las manos.
Así lo hizo. Sea lo que sea que tuviera escondido en la espalda, lo descubrió para posarlo sobre sus suaves palmas. Cuando lo contempló, rió divertido y enternecido.
—Yo soy Groot.
—¿Uno de tus compañeros?—jugo con la criatura hecha de ramas, le quitó el lazo rojo brillante que estaba colgado en su pequeño pecho. Era tan lindo que no pudo evitar acariciarlo y besarlo.
—Yo soy Groot.
—Lo sé.
—Así es, el más lindo—sonrió orgulloso. Su lobo se estremeció encantado porque sabe que el presente fue del agrado de su contraparte.—Rocket pudo ser un gran animal de compañía, pero se negó a colocarse el lazo.
—Oh Peter, eres... Dioses, gracias—suspiro abrazando al Alfa con cuidado de no lastimar a Groot. Le dio un beso en la mejilla.—pero... ¿No pudiste darme otra cosa? No creo que a él le guste ser un regalo. Me acabas de dar a tu amigo.
—Lo sé, ¿Adorable no? Pero solo lo hice para pedirte una cita, además, creo que quedó encantado contigo.
Señaló al pequeño aferrado a su abultado pecho, que poco a poco escaló hasta sentarse sobre su nido de cabello rubio. ¿Cuando llegó ahí?
—Bueno, acepto la cita. Pero no me vuelvas a dar a un Groot.
—¡Yo soy Groot!
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Eres un loquillo Peter Quill. ¿Quién más ama a la ramita? Para ser panas 💖.
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Omegacember𝟸𝟶𝟸𝟸
FanfictionCómo bien dice el título participaré en el evento de la página en Facebook, "Es de Fanfics". El Omegacember, espero que les guste ya que será variado, en su mayoría Stony y lo demás AllxSteve. Sin más... ¡Comencemos!