Día diecinueve: Colmillos

811 56 12
                                    

Pareja: WolverShield. Continuación del día cuatro.

•••

Aquella vez que Logan le propuso marcarlo y acepto, no pudieron efectuar lo que tanto soñaron hace décadas. Steve tuvo que retirarse de la mansión X urgentemente por un llamado de Shield, con el corazón oprimido nuevamente el Omega se despidió de lobezno con la promesa de regresar a la escuela para así, establecer la unión.

Un mes transcurrió y Howlett ya estaba preocupado. Veía en las noticias las múltiples misiones que el Capitán tenía, además de las pocas llamadas que podían hacerse. Solamente deseaba correr lejos de Westchester hasta Manhattan para recuperarlo, o más bien, cuidarlo. Porque sabe que este en ocasiones sale mal parado de las peleas.

Pero Charles que siempre pendiente de su cabeza, lo detiene diciéndole que la paciencia es una fortaleza, y que debe apoyarse de ella quiera o no. Al igual que Steve tiene responsabilidades, y no puede abandonarlas.

En cambio el Omega sufre en silencio, esperando tener una oportunidad para ir hasta su Alfa, siente como si hubiera viajado hasta hace un mes atrás, cuando aún pensaba que James no vivía. Natasha le aconseja, y decide esperar un poco más.

—¡Logan! Ya estoy aquí...

•••

Finalmente se siente restablecido. Presume orgulloso la marca que se cierne cicatrizada en su cuello como si fuera lo mejor que le a pasado en el mundo, y así es. Porque está completamente unido al hombre que ama con locura.

Poder ir otra vez a la mansión Xavier fue una completa osadía, tuvo que desentenderse de muchas cosas para poder correr hasta los brazos de Wolverine. El mejor recibimiento fue un abrazo suyo, un par de besos llenos de amor y añoranza, y luego la cena que hicieron en su honor, cosa que lo apenó bastante. No sucedió esa misma noche, pero si al otro día. Donde Logan le mostró sus feroces y largos colmillos que le hicieron temblar. Fue... una maravilla. Y él no dudó en mostrarle los suyos en respuesta.

—Cada día te extraño más, aunque estemos juntos—comento el Capitán América estando detrás en el jardín de Ororo.—y eso intensifica nuestro amor ¿No?

—Claro—se levantó de hombros.—se hizo una costumbre... extrañarnos—avanzó hasta el ojiazul para abrazarlo y besar su cuello.—yo... te amo Steven.

No dudó en responder, nunca lo haría. Un calorcito se alojó más profundo en su corazón.

—Yo también... yo igual te amo.

•••

Posiblemente el de Lucifer tenga continuación... 🤔 ¿Que dicen? Si pude continuar este...

Omegacember𝟸𝟶𝟸𝟸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora