Omegacember𝟸𝟶𝟸𝟸

Día dieciocho: Ronroneo Omega

Pareja: HawShield

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En esta ocasión una misión que parecía pan comido no resultó, hicieron todo lo que pudieron, en verdad lo intentaron y dieron todo lo que estuvo a su alcance... pero fueron superados. Acabaron agotados, sucios y con múltiples heridas. Pero sobre todo con los ánimos por el suelo. Fueron severamente regañados por Fury, en especial Steve ya que al ser el líder, se supone que debe hacer todo al pie de la letra sin fallas, lo único que pudo hacer ante la voz amenazante del hombre fue bajar la cabeza y asentir con los ojos cerrados. Esta decepcionado de si mismo, pero lo calla y se va junto a sus amigos para descansar.

Estando en la sala común el rubio observa que Tony y Bruce se están consolando mutuamente, mientras que Natasha se apega un poco a Thor para seguramente sentir su calor y así no sentirse tan miserable. En cambio Clint... Francis está solo, contemplando la ciudad desde la ventana. Sus flechas al igual que el arco fueron destruidos, y sus costillas recibieron uno que otro ataque doloroso. Suspira colocándose de pie, hay una tormenta en su corazón y cabeza, pero aquello no evitará que le brinde consuelo a uno de sus compañeros.

Camina suavemente hasta posarse a un lado del rubio cenizo. Él se obliga a romper el silencio.

—¿Puedo acompañarte?—dice tímido, esperando una respuesta negativa que nunca llegó.

—Claro—toma una bocanada de aire para verlo. Le sonríe afligido.—no quería estar solo.

Steve corresponde entrando más en confianza. Nunca han pasado por algo como esto y de verdad duele, porque de alguna manera piensas que no estás haciéndolo bien, o que no eres suficiente. Vive con la idea todo el tiempo.

—Yo tampoco.

Aquí es cuando desea que Clint sea un Alfa o un Omega para que al menos pueda sentir su aroma a arándanos abrazándolo, pero se conforma con acercarse y lentamente abrazarlo. El arquero se lo devuelve feliz.

Por que desde el pecho de su Capitán siente una leve vibración que le hace estremecer, se encoge para sentirlo más cerca y escucharlo mejor subiendo el volumen de su aparato auditivo. Nunca antes un Omega le a dedicado un ronroneo, menos para consolarlo.

—Gracias, Steve.