La teibolera

Mi historia

Irina POV 

me estaba preparando para salir con Flavio, mi mañana había sido como nunca antes, por fin estaba empezando a tener una motivación para abrir los ojos.

Todo iba bien, Flavio era tan lindo, tan especial y sean cual sean sus intensiones, trataré de tomar cada una de ellas de la mejor manera, puede que suene estupido, pero me hace sentir tan bien su cercanía que se me hacía imposible seguir poniendo trabas.

Salí del baño y automáticamente mis alarmas se encendieron, Justo lo que me temía, estaba pasando, alguien había descubierto mi historia, pero no de la manera que quería

Irina: ¡te pedí que no te metieras en is cosas! -gritó enfurecía-

Andrea: tus cosas están en ¡MI! casa y no podía permitir que una desconocida siguiera haciendo cosas extrañas en ella

Irina: ¡eres una metiche! En este mismo momento me largo de aquí -le dio la vuelta pero andrea la detuvo-

Andrea: no chiquitita -la apretó con fuerza del brazo- en este mismo momento me vas a decir ¿quien diablo son esas personas? ¡Habla!

-Grito.

Andrea POV

vi como sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, su cara estaba enrojecida y sentía que en cualquier momento podía desmayarse, a lo mejor meterme en sus cosas no fue la mejor decisión que e tomado, pero no me podía quedar así sin saber nada de ella

Irina: eran mis padres -confesó-

Irina se dejo caer sobre la cama y andrea simplemente aflojó su agarre y cerró su boca poniendo su mano en ella

Irina: te contaré todo pero por favor, jurar que no vas a contarle nada de esto a nadie y en cuanto lo sepas me voy de tu casa y de tu vida, pero por favor por lo que más quiera, no digas nada -suplico y a andrea no le quedo de otra que asentir con la cabeza, lo sabía desde un principio, algo muy oscuro escondía esa muchacha-

Andrea: cuéntame -se sentó a su lado-

Irina: ellos eran mis padres, Icela Y Antonio Belmonte. Mi madre era abogada de renombre en Mexico, mi país natal

Andrea: ¡lo sabía!  -interrumpió-

Irina: callate -su mirada eran como cuchillo, podía ver en ella desprecio y mucho dolor- mi madre era una abogada de renombre y activista, luchaba abiertamente para defender los derechos humanos

Andrea la escuchaba atentamente, podía notar cómo su voz se quebrará y sabía que todo esto terminaría en un final horrible

Irina: mi padre no se quedaba Atrás, eran tal para cual y la  posición de mi padre le daba aún más poder a mi mamá quien la apoyaba en todo, mi padre era ministro de las Naciones Unida, juntos estaban consiguiendo muchas cosas, pero ese era precisamente el problema.

Estaban intentando desmantelar una Banda enorme de tráfico de órganos, esas personas no les importaba nada, desde jóvenes llenos de vida, niños con toda una vida por delante hasta bebés que eran arrebatados de los brazos de sus padres para salvar la vida de otros bebés adinerados, son una personas horrible andrea

Andrea escuchaba atentamente, sentía náusea , con todo lo que escuchaba, su piel se erizó y una lágrima empezó a caer por su mejilla

Irina: estaban a punto de lograrlo, yo no sabía que tan Grande era el problema hasta que me enteré de su muerte. Unas semanas antes me habían mandado acá para que hiciera un master que tenía que ver mucho con mi carrera, sin embargo, semanas después tuve que enterarme de su muerte por una noticia al azar. Los mataron Andrea, lo hicieron de la forma más horrible, ellos los secuestraron y como advertencia para que no se metieran en sus asuntos, sacaron todos sus órganos