Samuel povNo, no y no, no podía vivir sin ella y que mucho me costó darme cuenta de eso, su cercanía se había vuelto tan frecuente que me había acostumbrado a ella, el único equivocado era yo, el único que no se había dado cuenta de lo mucho que me gustaba y la quería era yo, se me hacía imposible creer que podía enamorarme de alguien como ella, por eso ponía trabas una y otra vez, quería creer que era lo correcto para no caer, pero fue muy tarde
Luego de verla bailar por una vez fue aún peor, ni si quiera pude haber visto la pasión, más que necesidad todo lo que ella hacía, lo hacía por pasión, me dieron ganas de bajarla de ahí y llevármela para siempre, tenerla entre mis brazos y nunca soltarla
Fui por ella a su camerino, estaba dispuesto a todo por ella, a todo por recuperarla
Andrea: ¿te haz vuelto loco? Como puede hacer para desaparecerte por semanas y aparecer así nada más, eres un descarado Samuel.... ¿De verdad estás hablando en serio? -definitivamente Samuel era una caja de sorpresa-
Samuel: muy en serio, es más, puedo mandar a preparar ahora mismo el avión de la empresa para irnos a las vegas y casarnos ahora mismo
Andrea: no puede ser Samuel, ¿que te estuviste fumando? ¿Como vamos a hacer eso?
Samuel: es que... Dios Andrea, Dios, quise darte tiempo pero es que estás dos semanas fueron horrible, no se como pude aguantar tanto sin verte
Andrea: por Dios Samuel, no puedes desaparecer así y luego aparecer de la nada como si no hubiese pasado nada más entre nosotros
Samuel: yo... tienes razón, pero por favor al menos déjame verte, buscarte todos los días, que me vas a responder los mensajes por favor yo necesito tenerte cerca -se acercó a ella y Andrea no pudo moverse, se atraían como un imán al metal, era un peligro tratar de marcar distancia y verse así- oye es que me tienes loco -susurró, pudo ver como la piel de su cuello se erizaba- yo te amo -susurró de manera tan profundo que el corazón de Andrea palpito con más fuerza que nunca- se que te he dicho cosas horrible y te e hecho pasar por cosas aún peores, pero te juro por lo más valioso que tengo que a partir de hoy eso va a cambiar Andrea, que voy a vivir para hacerte la mujer más feliz del mundo
Andrea: ay Samuel, no se que tienes que me haces caer una y otra vez. Yo te amo con todo mi corazón, pero siento que tú solo me amas cuando sientes que me estás perdiendo, quiero que me ames con locura y no solo en tus ratos libre, yo te he amado con todos tus defectos y tu solo te encargaste de hacerme llorar, hacerme sentir que valía poca cosa y de verdad no quiero cansarme porque eso significaría que me alejara de ti para siempre
Samuel: quiero que me permita demostrarte que esto que sentimos vale la pena, que de verdad yo valgo la pena, no me alejes por favor
Andrea: y no lo haré, puede que se escuche tan tonto -respiro profundo- te he dado más de una oportunidad y aquí estoy de nuevo, porque me niego a pensar que toda esa chispa que sentimos sea solo algo momentáneo
Samuel: te amo flaca -dijo, beso su cabeza como despedida-
Andrea: Samuel -esta vez lo detuvo tomando su mano- si me quiero casar contigo... pero cuando ambos sanemos por completo -confeso, Samuel solo sonrió y salió del lugar-
Andrea tenía tanta razón, alguien que dice amar no lastima, no reniega de ti y de lo que siente y a Samuel le ha costado mucho entenderlo, sus prejuicios le impedían ver lo perdidamente enamorado que estaba de esa mujer...
Era una locura, había vivido cosas muy dura hace poco tiempo y aunque ambos estaban notoriamente mejor, la decisión de no entregarse nuevamente era lo mejor...
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La teibolera
RomanceEn busca de cumplir sus sueños, Andrea dejó su vida en aquel pequeño pueblo en Kansa, pero su llegada a la gran ciudad no sería como lo imagino, aunque logró cambiar su vida de manera drástica, jamás sería como escuchar los aplausos de admiración de...