Esa noche Irina lo dejaría todo, no le daría oportunidad a Flavio ni a nadie de que diera con ella, no le importaba empezar de cero, ni si quiera le importaba enfrentarse nuevamente sola a la vida, se iría tan lejos que ni si quiera ella misma pudiera encontrarseEntro a su habitación y en un bolso pequeño que pudiera cargar con facilidad dentro todo lo que pudo, unas piezas de ropa, lo poco que tenía de su historia y sus ahorros, lo que menos quería era preocupar a Andrea, pero mucho menos ponerla en riesgo, Flavio desconoce su historia y ahora más que nunca se arrepentía de no haberlo dicho antes porque sabía claramente que ni el ni su dichoso investigador tuvo el cuidado necesario para encontrar pistas sobre ella.
Salió de la casa y con unas lagrima descendiendo por sus mejillas se despidió de aquel lugar en el que después de mucho tiempo se sintió en familia...
Flavio lo que menos quería era moverse de donde estaba, quería tomarla a la fuerza y someterla pero eso no le traería más que problemas por el hecho de que ni si quiera tenía una orden, no la había descubierto haciendo algo malo más que lo que su investigador le dijo, con lo que tenía si podría retenerla, pero no sería suficiente, solo le daría tiempo para escapar, llamo a su investigador en más de una ocasión y no obtuvo respuesta, se estaba desesperando por lo que decidió el mismo ir y solucionarlo todo, tenía sus mañas por lo que él mismo se encargaría de conseguir lo que necesitaba
Irina sabía que Flavio no se rendiría tan fácilmente, aprendió a conocerlo bastante bien, mínimo ya tenía todo el lugar vigilado, pero debía encontrar la manera de huir de ahí y lo consiguió con unos de sus vecinos, no lo conocía pero lo había visto varias veces en el ascensor o los pasillos, cosa que aprovecho para pedir ayuda y salir de ahí, nadie podría percatarse, era complicado, un edificio grande que entraba y salía personas en todo momento, pero con mucha seguridad para sus inquilinos que contaban con estacionamiento privados, se aseguró de que nadie la viera o al menos eso creyó ella...
Andrea y Samuel disfrutaban su velada, nada podría opacar ese momento
Samuel: para finalizar, este chocolate tiene una musa con la que comparten característica, la mujer más dulce y tosca que me ayudó a descubrir el sabor perfecto que necesitaba -Andrea río para sí misma, Samuel tenía una manera muy peculiar de ser romántico- la suavidad de su piel y la sensualidad y delicadeza de sus movimiento que lograron moldear algo tan simple pero a la vez tan poderoso, una vez más nos sentimos sumamente agradecido de todos lo que apoyan y disfrutan la marca, pero la agradezco eternamente a mi novia por ser inspiración principal de este chocolate... mi oscura delicia -soltó con doble sentido logrando sonrojar a Andrea, recibió los aplausos de todos y volví al lado de Andrea donde tuvieron que huir para no ser consumidos por la prensa
El evento continuó y aunque estuvieron presente unas horas más, despidieron marcharse dejando a alguien más como anfitrión
Andrea: eso fue raro -soltó, iba del lado del copiloto mientras Samuel conducía- tienes una manera muy peculiar de ser romántico, tú doble sentido me mata -dijo entre risa- ¿de verdad fui tú inspiración? porque supongo que hablabas de mi
Samuel: ¿y tú de quién crees? Por su puesto que si Andrea, y no sabes lo mucho que deseo probar ese chocolate desde tu piel
Andrea: Samuel... -susurró encandecida, Samuel estaba logrando su cometido- llévame a casa... llévanos a casa
Samuel: Andrea... -advirtió, para ese momento ya no había retorno-
Andrea: necesito ser tuya -susurró tan bajo que logró erizar la piel de Samuel, levantó una mano y la pasó por el cuello del conductor y la dejó ahí mientras lo acariciaba
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La teibolera
RomanceEn busca de cumplir sus sueños, Andrea dejó su vida en aquel pequeño pueblo en Kansa, pero su llegada a la gran ciudad no sería como lo imagino, aunque logró cambiar su vida de manera drástica, jamás sería como escuchar los aplausos de admiración de...