Ella esta muerta

667 27 30
                                    



En los últimos dos años de su vida Irina había sufrido de una manera que jamás imagino, tuvo una infancia y una adolescencia feliz, rodeada de lujos, pero sobre todo mucho amor por sus padres, fue hija única y nunca sintió la necesidad de tener un hermano, estaba rodeada de amor, pero con los pies en la tierra, su padres la adoraban tanto que lo mejor que pudieron darle fue seguridad y humildad para enfrentarse a lo que sea en la vida, pero nunca le enseñaron a vivir sin ellos, a enfrentarse a una realidad en la que tuviera que huir eternamente por las decisiones de su padres, nunca le enseñaron que el amor también duele y destruye, pero si le dieron la fortaleza para enfrentarlo todo con tal de defender su postura en la vida.

Había salido de la casa de Andrea, ni si quiera saber como lo logró sin ser vista por nadie más, no tenía opción, se iría tan lejos que nadie, ni si quiera ella misma pudiera reconocerse

Irina: esto es por ti -llevo una mano a su vientre- ya e perdido muchas cosas, a ti no me puedo dar el lujo de perderte

Era un viaje largo, muchas horas en un autobús para llegar a su nuevo destino, una granja en el centro del país en un pequeño pueblo, uno de esos donde aún es normal ver caballos y carretas en la carretera, donde todo los días se repite la misma historia, las familias van a la iglesia los Domingo en la mañana y nada malo pasa

Irina: ese será nuestro nuevo hogar, no se si algún día volveremos a ver a tu tía Andrea o a -guardo silencio tratando de no mencionarlo, pero era inútil, lo amaba- a tu padre, a lo mejor tendremos que vivir así toda la vida, pero estaremos juntos y yo te protegeré de todo, tanto como lo hicieron mis padre conmigo -se dijo a si misma, se acomodó en su asiento y cerró los ojos esperando que con esto el viaje se sintiera menos-

Flavio sin embargo no dejaba de dar vueltas, estaba al teléfono dando órdenes, Andrea escuchaba atentamente y se mordía la lengua por no soltar todo lo que sabía sobre Irina

Andrea: eres inhumano, una basura -soltó con rabia-

Samuel: Andrea por favor cálmate

Flavio: la única basura aquí es tu amiga -soltó con desprendió- una escoria para la sociedad que no merece respirar nuestro mismo aire, dime, ¿acaso no sabías que la mujer con cara de ángel que tenía viviendo aquí no es más que una delincuente? traficante de órganos y ve a saber que más

Andrea: ¡eso no es cierto! ¿De donde diablos sacaste eso?

Flavio: tuve que investigarla para saber quién era y claro, ahí entendí porque nunca me dejó saber más, es una impostora

Andrea: cállate, tú no sabes nada, ni si quiera te imagina todo lo que ha tenido que pasar, Irina es la persona más noble que puedas haber conocido en tu vida y con esto que estás haciendo la vas a perder para siempre

Flavio: ojalá Andrea, ojalá no volverla a ver nunca más en mi vida, pero no porque encontró donde esconderse, sino porque está presa o muerta

Andrea intento abalanzarse sobre el con rabia, Flavio ignoba tantas cosas, sabía y se lo dijo muchas veces que debía confiar en el, pero ahora entendía porque nunca lo hizo, para Flavio solo el decía la verdad y solo el tenia el poder de juzgar a todos en sus manos, no había excusas que justificara un acto criminals, ni si quiera huir de tu vida con tal de conservarla.

Eso vivía Irina, estaba huyendo de su propia vida, de la vida que sus padre construyeron para ella para seguir conservando una nueva donde ellos ya no existieran

Andrea: te vas a arrepentir Flavio, Irina es una victima en todo esto, lo es -gritó al verlo reír- porque ella...

Luciano: ¿que saben de Irina? -interrumpió justo el momento- lo siento, la puerta estaba abierta y escuché gritos

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 13, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La teibolera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora