¿Te casarias conmigo?

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Antes de empezar el capítulo quisiera disculparme por mi ausencia, no dejaré de escribir esta historia hasta terminarla, pero después de 6 meses tengo a mi mamá nuevamente conmigo y debo disfrutarla por el tiempo que estará, espero puedan entender...





La noche apenas empezaba para Flavio e Irina, Flavio lo tenía todo preparado para ella, una tina repleta de flores, Incienzo y una música suave que amenizaba el lugar

Flavio:  ¿te gusta?

Irina asintió encantada

Flavio le dio la vuelta teniéndola ahora de espalda en su pecho, rodeó su cintura con uno de sus brazos y con la otra mano apartó el pelo de Irina de su cuello para dejar un casto beso

Flavio: quiero que esta noche sea especial para ambos  -susurró luego de besas su cuello- qué te relajes, que me dejes besarte y hacerte el amor hasta el cansancio

Irina solo escuchaba atenta a todo lo que Flavio le decía
Este la alejo un poco de él y seguro de cada uno de sus movimientos, tomo los holders de la blusa de Irina y la fue subiendo hasta sacarla de su cuerpo dejando su torso cubierto por un sugetador rojo vino que empezaba a volverlo loco

Flavio: me encanta, rubia hermosa

Irina soltó una risita y siguió dejándose llevar en cuanto sintió las manos de Flavio esta vez en el borde de su pantalón uno que bajo con rapidez y que Irina ayudó a quitar moviendo sus piernas y pateándolo  posteriormente

Flavio: mírate nada más Irina, eres perfecta -susurró y mordió sus labio,

Irina no se quedó atrás, con la misma lentitud que el se deshizo de su ropa, lo ayudó a que él también se quitara la de él para entrar luego ambos juntos a la tina

No hubo introducción, sin preámbulo alguno Irina se colocó a horcajadas sobre el dentro de la tina y empezó a besarlo con tanta pasión que no tardo en sentir lo mucho que Flavio la deseaba

Movía su cuerpo lentamente mientras no dejaba de besar a Flavio, temía que el agua se regara pero desconocía que todo aquello apenas estaba empezando

Irina: te amo con locura Flavio dijo al tiempo que levantaba un poco su cuerpo y con ayuda de Flavio recibía todo lo que él tenía para darle dentro de su ser

Flavio: me vuelves loco -susurró con voz ronca, Irina ni si quiera se había movido y sentía que moriría en cualquier momento

Aquello que ambos tanto esperaba se hizo presente, Irina estaba sobre el y con movimientos lentos empezó a subir y bajar mientras Flavio apretaba sus glúteos ayudándola con los movimientos

Los susurros se escuchaban en todo el lugar y el agua derramándose de la tina quedó completamente en segundo plano, en ese momento los únicos que importaban eran ellos y lo mucho que se estaban disfrutando el uno del otro en esos momentos

Ambos se amaban con locura y ambos sabían que esa noche marcaría un principio y un final en sus vidas, pero ninguno quería darse cuenta, especialmente Irina, lo único que necesitaba era poder recibir todo lo que Flavio tenía para darle

Sus movimientos se hicieron cada vez más rápido, ambos estaban extasiados  ansiosos por llegar a la cúspide del placer

Flavio apretó con fuerza los glúteos de Irina y al tiempo que tomaba uno de sus pechos, ese era el momento y lo supo cuando un grito de placer salió de lo más profundo de la garganta de Irina, era demasiado lo que podía sentir por esa mujer, la amaba por su timidez, su dulzura , era encantadora, cortes, educada y le encantaba lo trabajadora que era, pero también lo enloquecía, lo hacía de una forma que ni si quiera ella podría entender, no lo hacía a propósito, su risa era encantadora, su cuerpo lo motivaba a hacerle el amor cuántas veces pudiera, era sexy sin proponérselo y eso lo hacía aún peor

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