11. Quebrar

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11. Quebrar

Siempre había sido un ser demasiado inocente y dócil, confiado de las promesas que aún esperaba ver llegar.

Defteros creía sus sombras intocables.

Su denigrante máscara, otra piel de su rostro.

Su vida vacía, un recoveco del destino decretado por sus estrellas.

Su poder asalvajado, algo inmerecido, usurpado al verdadero poder que viajaba por las venas de su hermano.

Su soledad impuesta, el precio a pagar por haber nacido marcado por un oráculo sagrado.

Su primor físico, una realidad que su mirada subyugada sólo hallaba en los demás.

Su belleza interna, una supuesta virtud vestida con los harapos de la ensalzada nobleza.

Defteros creía y se convencía de demasiadas realidades que su bondadosa alma no merecía. Aceptaba su abismo tal cuál se había presentado a él, asumiéndolo sólido, opaco e invariable.

Hasta que todas estas creencias se desmoronaron como un castillo de arena.

Hasta que otro ser le vio como jamás nadie lo había hecho.

Hasta que su soledad se sintió un poco acompañada, su repudio menos doloroso y su voz respondida por otra voz que no pertenecía a la de Aspros.

No sabía por qué ese injusto Santuario de Athena acogía a un Caballero rechazado, delgaducho, raro y ciego. Pero ya nada de éso le importaba.

Asmita estaba allí, y junto a él la sensación que todas las esquinas de su maldita vida habían comenzado a quebrarse.

30 drabbles y viñetas para DefterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora