Kate ||Tommy Shelby x OC||

Capítulo 17: Juntos contra el mundo

Tras los acontecimientos vividos en Arrow House, Kate y Tommy se habían atrincherado en su habitación haciendo el amor sin parar, fumando, bebiendo wisky y de vez en cuando consumiendo morfina juntos, pero Tommy había sido testigo como el consumo de Kate y el suyo propio habían reducido.

Roberta (y de vez en cuando Clyde) les había estado llevado comida, pero parecía saber que algo había ocurrido y que Kate necesitaba estar con él y creer que no había más mundo que esa habitación.

Si era sincero, estaba preocupado. No había dejado sola a Kate y no sabía como estaba la empresa ni la banda. También le preocupaba Kate.

La rubia no quería afrontar el hecho de que, quizás Polly la había reconocido y se había encerrado en sí misma. Tommy lo vio una vez en la guerra, pero ahora era diferente, porque aquella vez Kate se sincero con lo que sentía pero esta vez, no quería ni pensar en el tema.

También le ocurrió al volver a Birmingham. Se había metido en una bañera hasta la cabeza, y cuando Tommy llegó, sacándola del agua estaba desmayada y creyó que estaba muerta. Pero escupió el agua y lo abrazó, llorando por lo que le habían hecho.

Estaba asustado por no poder hacer nada, pero si era sincero tampoco había hecho nada para tratar de aliviar las preocupaciones de Kate. No quería convertirse, frente a los ojos de la rubia en un enemigo. No quería presionarla, no quería hacerle daño pero también sabía que su mente podía herirla aún más.

Estaban en la cama. Kate estaba tumbada a su lado, dándole la espalda, usando su brazo como almohada y podía notar como jugaba con su palma. Sentía las uñas de la rubia surcar las líneas de su mano, cómo si leyera su fortuna.

Tommy abrazó sus hombros, y ella se giró para mirarlo. Tenía los ojos hundidos, llenos de lágrimas que no pensaba derramar y los labios secos. Tommy no pudo evitar pasar el pulgar sobre ellos.

—Dime qué hacer para hacerte sentir mejor.

Kate miró el techo, agarró la otra mano de Tommy y se la colocó sobre el vientre. Estuvo callada durante unos momentos, con la mirada fija y los dedos jugando con la mano de Tommy. El gitano vio como su garganta se movía al tragar.

—Ella era la última persona que quería que lo supiera. —Mientras Kate jugaba con su mano derecha, él alzó su mano izquierda y aunque su brazo estaba bajo la cabeza de la rubia, pudo acariciarle el pelo, alentándola a seguir. —Me hace sentir expuesta, como si hubiera perdido el control por completo. Me hace sentir desnuda frente a una multitud que se asquea al verme. -Lo miró. - No creo que haya nada que puedas hacer Tommy.

-Haría cualquier cosa por ti.

-¿Morirías por mí?

-¿Morir por ti? -Frunció el ceño. - Kate, preferiría vivir para ti. Morir es fácil. Vivir, eso es más complicado pero estoy dispuesto hacerlo por ti. Estaba muerto en vida sin ti, y ahora tengo ganas de despertar cada mañana.

-Oh. -Kate se cubrió la boca con una mano y lo miró enternecida. - Eso me ha hecho sentir un poco mejor.

Tommy besó su frente, lo que Kate aprovecho para girarse más y poder abrazarlo, hundiendo la cabeza en su pecho.

-No era sólo una bonita frase. -Frotó su espalda. - ¿Temes que Polly te exponga?

-No, aunque lo jurará sobre la Biblia o el recuerdo de Ana, nadie le haría caso. Soy La Dubois. -Lo miró. - Y ella sólo una vieja bruja gitana.

-¿Entonces?

Kate suspiró.

-Polly es lo más cerca que he tenido nunca a una madre, a menos lo era antes. Y no quería que lo supiera. - Se enderezó para poder verlo mejor. - No sé decir porqué, solo que no quería que lo supiera.