🥀 Sé que es cortito pero estos extras no serán muy largos y están para ver y conocer un poco más las relaciones que se van gestando aquí 😏🥀
🥀 Veremos más de esta parejita más adelante 🤭🥀
Roberta Marinelli dejó el mechero sobre el tocador de su camerino, dándole una calada a su cigarro. Ella no era realmente una fumadora asidua, pero siempre se fumaba uno después de cada actuación o cuando estaba nerviosa.
Roberta tenía más que la manía de fumar después de un recital, también hacía poner luces rojas en el camerino donde iba a estar, ya que le gustaba estar rodeada de esa luz mientras cerraba los ojos y repasaba la partitura una y otra vez para asegurarse que lo había hecho perfectamente bien.
Así que ahí estaba con a luz roja y fumando tranquilamente cuando escucho como llamaban a la puerta.
—Pasa. — Estaba dándole la espalda a la puerta aunque sabía que estaba abierta de par en par, así que no vio quién entraba pero supuso que era Kate. —Bueno, ¿cómo ha ido? ¿Está como te lo imaginaba o ha engordado? —Roberta rio apagando la luz roja y encendiendo las blancas de siempre. — ¿Cuál era exactamente?
Se levantó de su asiento y la sonrisa se le borró cuando en vez de ver a Kate en el umbral de la puerta había un hombre con bigote, sosteniendo un ramo de nomeolvides azules y que la miraba con los ojos hinchados y la nariz levemente colorada.
—Buenas noches señorita Marinelli. Discúlpeme, no pretendía molestarla solamente quería regalarle estas flores y felicitarla. Ha sido impresionante.
El hombre dio un pasó hacía delante e instintivamente Roberta dio un paso hacía atrás.
—Me alegro que le haya gustado señor…
—Shelby. Arthur Shelby.
Shelby.
Roberta abrió los ojos sorprendida al darse cuenta de que seguramente era uno de los hermanos del Tommy de Kate. Relajó el cuerpo ya que su mejor amiga le había hablado tanto de esa familia que sentía que ya los conocía.
Kate no le había hablado mucho de Thomas y un poquito de todos los integrantes de la familia Shelby pero si era sincera tenía más idea de dónde tenia los lunares Tommy que de los nombres de sus hermanos.
—Me alegro de que lo haya disfrutado. ¿Le gusta la música?
Se acercó un poco a él, viendo como Arthur sonreía entrando y ofreciéndole las flores. Roberta las tomó y agarró la pequeña tarjeta.
—No realmente, pero ha tocado de putisima madre. —Roberta lo miró —Quiero decir…
Roberta rio viendo como Arthur se sonrojaba y bajaba la cabeza al darse cuenta de lo soez que había sonado eso. Roberta leyó la notita en silencio.
“Felicidades querida amiga, yo ya sabía que ibas a tocar de putisima madre. Con amor Kate”
—Cortados por el mismo patrón…—Rio en voz baja. Miró a Arthur. —Gracias, la verdad es que sí que he tocado de he tocado de putisima madre.
Arthur levantó la cabeza y sonrió. Se quedaron mirando el uno a otro durante unos segundos y en silencio.
Roberta no podía evitar pensar que pese a su rudo aspecto Arthur tenía algo que lo hacía muy adorable. Quizás podía ser debido a lo tímido que estaba y lo que se estaba esforzando por agradarla. O que estaba más que claro que había robado esas flores que le había enviado Kate.
Aunque ella no aparecía.
—¿Le han gustado las flores?
—Son mis favoritas. ¿Me las ha comprado usted?
Arthur titubeo antes de responder.
—No, en realidad no. Se las he quitado a un mozo, pero le aseguro que no le he pegado, bueno, quizás lo he amenazado un poco, pero nada serio, pero le garantizó que le compraré unas yo mismo.
Roberta sonrió.
—Las aceptaré siempre y cuando usted venga a dármelas en persona.
Arthur sonrió.
—¿Flores azules?
—Nomeolvides azules para ser más exactos, pero cualquier flor azul estará bien.
Arthur asintió.
Roberta se acercó a él un poquito más acortando la distancia que habría entre ellos. Notó como la respiración de él se entrecortaba levemente. Era un poco más bajito que ella, pero no lo suficiente como para que fuera llamativo.
—¿Le gustaría tomar una copa conmigo señorita Marinelli?
—Me encantaría, pero si vamos a brindar juntos prefiero que me llames simplemente Roberta.
Arthur sonrió aflojando su pajarita.
Arthur no era bueno con las palabras, no era bueno con la gente pero sí era bueno con las peleas aunque eso ahora no le servía de nada. Roberta era una mujer elegante, se le notaba con cada paso que daba, en como sus dedos se movían sobre las teclas del piano y lo sabía bien porque había sido incapaz de apartar la mirada.
Nunca se había emocionado con la música, pero Roberta le ponía algo cuando tocaba que le había dado la vuelta a su alma.—Entonces tú puedes llamarme Arthur.
Roberta rio.
—Sí, planeaba hacerlo.
Ambos rieron.
Roberta se llevó la mano al cuello comprobando que el pañuelo seguía ahí cubriendo su nuez. Kate y ella siempre habían cubierto su cuello para evitar miradas de asco.
—Tengo Gin aquí, ¿te apetece una copa? Estoy esperando a una amiga, aunque empiezo a creer que no va aparecer. —Caminó hasta el mueble de bebidas, sacando un par de copas y el Gin. Vio como Arthur se acercaba a ella con una sonrisa. —Disculpa que te invite aquí en vez de en un pub de verdad pero no conozco muchos en Birmingham.
Arthur negó restándole importancia, tomando la copa que Roberta le ofrecía.
—No te preocupes, te llevaré a los mejores pubs. Conozco los mejores.
Roberta sonrió.
—Estaría bien. Me pienso quedar en Birmingham durante unas semanas. Para descansar.
Arthur alzó la copa.
—Por Birmingham entonces.
Roberta lo imitó.
—Por Birmingham.
Sonrieron y bebieron sin apartar los ojos el uno del otro. Quizás y solo quizás, Roberta se quedaría más tiempo del que pensaba en un principio y quizás, y solo quizás, no quería que Kate apareciera por allí.
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Kate ||Tommy Shelby x OC||
RomanceTommy ama a Kate con toda su alma, la amó sin darse cuenta des de el primer día y la perdió durante 10 años. El infierno se abriría antes de que él dejara de luchar por ella. "-Tú y yo contra el puto mundo." "-Es su palabra contra la nuestra. Yo con...