Capítulo 17 "Un pequeño paso"

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El silencio en la cocina de la casa Myoui aún prevalecía. La intensa mirada de Tzuyu sobre su madre era tal que cualquiera pensaría que la menor podía leer pensamientos. Por supuesto que esperaba una explicación, todo comenzó a marchar mal desde ese día en el que esa mujer Nayeon apareció, de la nada Chaeyoung decidió irse, de la nada Mina permitía que esa mujer entrara a su vida, y ahora, incluso quería hacerla parte de la vida de Tzuyu.

No iba a permitirlo, estaba sumamente confundida y molesta.

Mina por su parte, buscaba una forma de poder explicarle a su amada hija lo que estaba sucediendo, y preguntarle si podía cooperar, si deseaba hacerlo.

Tomo un profundo respiro y se animó a hablar por fin.

-Tzuyu, cariño... ¿Quieres hablar a solas conmigo? - preguntó a la menor, quien simplemente mantuvo su mirada seria sobre la japonesa. -Ten por seguro que voy a responder todo lo que desees saber, promesa- continúo hablando la pelinegra, extendiendo su mano hasta Tzuyu y haciendo destacar su meñique, esperando que Tzuyu entrelazar en suyo en señal de pacto.

La menor pareció suavizar su expresión facial para finalmente, extender su mano y enganchar su meñique con el de Mina.

-Es una promesa mamá, y creo que tenemos que hablarlo ahora- contestó Tzuyu mientras soltaba un suspiro y después miraba a sus abuelos. -¿podemos ir a la sala? Mamá y yo no tardaremos- pidió cortésmente a los japoneses que simplemente le sonrieron y asintieron.

-Adelante cariño, tomen su tiempo- dijo el hombre.

Tzuyu procedió a levantarse de la mesa y dirigirse a la sala del hogar Myoui. Mina por su parte miró a sus padres un breve momento, notando como, a pesar de no estar de acuerdo con lo que Mina quería hacer, simplemente asintieron, dándole a entender a la chica que la apoyarían.

-Mina, solo... ve con cuidado- su madre dijo primero.

-Y por favor, cuida a Tzuyu sobre todas las cosas- el hombre pidió, sabiendo que esa sería la mayor prioridad de su hija, porque Mina amaba a esa niña, tanto como ellos lo hacían.

Mina finalmente se levantó de su lugar y se dirigió hacia la sala, encontrando sentada en uno de los sofás a Tzuyu, observó a la niña un momento, ni si quiera se había dado cuenta que la pequeña taiwanesa ya no mecía sus pies al sentarse en el sillón, ahora tocaban perfectamente el piso. Incluso estando ella correctamente sentada.

-¿Mina?- la voz de la pequeña la sacó de sus pensamientos, podía ver la incertidumbre en los ojos oscuros de la menor, por lo que simplemente caminó hasta ella y se sentó cerca, donde ambas pudieran conversar a solas.

-Primero que nada, lamento la situación, cariño. Yo se que esto está siendo difícil para ambas, pero no podemos estancarnos. Si desea comentarme algo en especial puedes hacerlo ¿de acuerdo? - Mina comenzaba diciendo, tratando de darle la confianza a la pequeña de comenzar a hablar.

Tzuyu lo pensó un breve momento, las dudas mayores eran respecto a Nayeon, realmente todo en su cabeza giraba en torno a la mujer, pero tampoco quería bombardear a Mina de aquella manera, por lo que trató de ordenar sus pensamientos primero.

-Yo entiendo que tengas amigos, Mina. La tía Jihyo es muy agradable, por ejemplo. Pero jamás me sentí con tanta incertidumbre respecto a ella, ni con las tías Sana y Momo... pero esa mujer, Im Nayeon, realmente me tiene con esa sensación a cada momento en el que está cerca, incluso cuando no...- Comenzaba a hablar de su sentir, Mina la escuchaba atentamente. – Yo solo quiero saber ¿por qué los abuelos no están de acuerdo? El abuelo Akira dijo que ella... te hizo daño...-

Mina se mantuvo un breve momento en silencio, tratando de ordenar sus pensamientos y lo que iba a decirle a su hija. Era una situación complicada.

Quédate a su ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora