Capítulo 28 "Solo un día"

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Su corazón pareció detenerse de repente, las palabras dichas por Dahyun hicieron que entrara en una conmoción total. A través de su teléfono celular solo podía escuchar los tenues sollozos de Dahyun y el sonido de lo que parecía ser un lugar ajetreado como lo era una sala de emergencias.

Su garganta se secó, lo noto en cuanto intento articular palabra y no pudo hacerlo, apretó un poco su celular entre sus manos y respiró hondo. Necesitaba reaccionar ya e ir con Chaeyoung.

-¿E-en dónde están ahora mismo?- por fin, después de tortuosos segundos, pudo articular.

-El hospital central, es el más rápido...- respondió con voz débil la coreana pálida. Nayeon entonces miró la hora en su teléfono y soltó un suspiro.

-Entiendo, llegó en 15 minutos, por favor no vayas a dejar a Chaeyoung sola- fue lo único que pidió Nayeon y enseguida colgó el teléfono celular.

Rápidamente se dirigió hacia donde dejaba su bolso, el que siempre llevaba a casa de Mina y comenzaba a buscar algo para abrigarse. Mina bajó despacio, observando como Nayeon parecía algo nerviosa y presurosa, lo cual la intrigo un poco.

-¿Pasa algo malo?- llamó a Nayeon, quien dio un ligero brinco al ver a la japonesa de vuelta con ropa más cómoda.

-¡Dios me asustaste!- Nayeon respondió primeramente para después colocarse su suéter. -Surgio un asunto que debo atender de inmediato, creo que no podré acompañarte a cenar, Mina. Lo siento- se apresuraba a disculparse para después dirigirse hacia la salida del hogar Myoui, la japonesa la siguió detrás.

-P-puedo llevarte... Parece algo urgente así que...- Mina se ofreció, pero Nayeon no la dejó terminar de hablar.

-P-puedo ocuparme de esto sola Minaya, tranquila- Nayeon la detuvo dedicándole una amable sonrisa.

Cuando conecto su mirada con la de la japonesa, pudo observar preocupación genuina, cariño y algo más... Como si Mina no la quisiera dejar ir por algo.
Conocía tanto aquella mirada que estaba segura que Mina deseaba decirle algo.

-¿Realmente tienes que?-nuevamente salió la duda y timidez en la voz de Mina, haciendo que Nayeon sonriera, pues que la japonesa actuará así se le hacía algo sumamente adorable.

-¿Que pasa Mina? ¿Hay algo que deba saber?- preguntó de vuelta Nayeon, notando como la abogada solo desviaba la mirada de ella y soltaba un suspiro resignado.

-Puede esperar... Ve a atender tu emergencia, anda- fue lo que respondió Mina, dejando ir finalmente a Nayeon, quien muy a su pesar asintió y soltó la mano de Mina.

La castaña simplemente se apresuró a dejar la casa sin voltear atrás, apresurandose hacia la calle y detener el primer taxi que viera. Para su fortuna no pasó mucho para por fin encontrar uno, que de inmediato la comenzó a llevar al hospital central de Seúl.
En el camino no dejaba de rondar por su mente el como estaría Chaeyoung, si ella aún estaba con ellos. No sé perdonaría si Chaeyoung se iba sin ver su último deseo cumplido.

Se recriminó a si misma el no haber podido decirle a Mina que la amaba, estaba sumamente asustada de la respuesta que recibiría de ella. Quizá ella solo era amable, quizá ni siquiera había dejado de amar a Chaeyoung; tal vez salía con Lisa con quien tomaba café los sábados después del trabajo y no le había contado por qué Mina era tímida... O quizá Mina correspondía, quizá Mina estaba esperando por ella, quizá Mina iba a confesar sus sentimientos esa noche y no lo hizo porque Nayeon tenía que irse.
Pensó en tantas cosas que simplemente logró frustrarse más al respecto.

"-Cobarde... Una cobarde como tú no merece ser amada...-" pensó para sus adentros mientras sujetaba con sus dedos el puente de su nariz. "-Si solo por un día dejaras de ser cobarde...-"

Quédate a su ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora