En el bosque [FushiIta]

18. Un final doloroso

Verano de 1995
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Megumi miraba al azabache con horror, sabía que el no podía verlo, porque de ser así habría sido más fácil evitar que todo esto pasará. El grito de Yuta lleno de horror y desesperación apuntaba a lo peor.

Y él ver cómo el agua arrastraba el cuerpo de su amado Yuuji Itadori se lo podía confirmar. Los golpes en su rostro y las manchas de sangre en su cuerpo parecían graves.

Su mente viajó a ese día donde su vida había terminado y ahí supo que debió hacer caso a su sentido de alerta de hace unas horas.

¿Yuuji no podía estar muerto?

El no debía morir, tenía que ir a Quebec con su hermano, tenía que seguir estudiando con sus padres y sacar fotografías de todo lo que amaba. Cómo es que la maldad o estupidez de las personas podían llevar a un ser tan puro y divino a este final tan desastroso. Yuuji debía vivir y ser feliz, no debía tener su mismo destino.

Escucho las pisadas de Yuta y al voltear vió al azabache salir corriendo del bosque con lágrimas en sus ojos, pudo intentar detenerlo pero no quiso hacerlo, sabía que no podía lograr nada. Solo estaba parado a la orilla del riachuelo intentando controlar sus sentimientos de pena y culpabilidad mirando como el cuerpo del menor era mallugado por la fuerza del agua.

La imagen era devastadora en si; la persona que más amaba estaba destrozada físicamente.

Sukuna seguramente estaría hecho una furia, sabía que sus padres estarían destrozados a ver así a su hijo, no quería pensar que pasaría después, a este punto ya no le importaba que hiciera Aoi o Yuta; sólo necesitaba saber que pasaría con Itadori Yuuji.

¿Podría estar con él? ¿Podría regresar a él?

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Para Sukuna todo había pasado en cámara lenta, sus padres lloraban en su hombro abrazándolo como si fuese su única salvación, el policía frente a él parecía estar hablando con él pero no entendía nada de lo que salía de su boca, él sólo podía mirar el cuerpo de su hermano frente a él, tenía múltiples golpes y sus mejillas sin color.

Yuuji estaba muerto.

Y no pudo evitar que eso pasara, no estuvo con él para cuidarlo cómo era debido. Ahora se sentía cómo un mal hermano, porque ni siquiera podía llorar por la muerte de Yuuji, por supuesto que quería gritar y lamentarse la muerte de su hermano menor ¿Pero cómo hacerlo? Sus padres estaban destrozados.

Sólo tomó lo qué las personas vestidas de blanco le entregaron ofreciéndole una mirada algo triste. Leyó los papeles de manera rápida y su mirada se concentro en una sola parte.

Causa de muerte: Suicidio

No, esto era falso, Yuuji no podía hacer eso, él era un chico lleno de vida nunca hubiese hecho. Era mentira.

El sólo tomó la mano de sus progenitores y los llevo dentro de su hogar, aún estaban llorando sin parar; definitivamente no les diría aquella mentira del supuesto suicidio de su hermano. Tendría que pensar en algo para calmarlos, pero por ahora debería ir firmar un montón de papeleo a cada autoridad del pueblo. Dejó un beso en la coronilla de Kaori, palmeó el hombro de Jin para retirarse de su hogar con la cabeza hecha un lío y un sentimiento de dolor burbujeando en su pecho.

No sabía cómo pero debía descubrir la verdad.

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La luna y los faros del auto iluminaban su camino regreso a casa, había sido un día duro, volver a ver el cuerpo de su hermano sin vida fue duro pero en ningún momento quiso llorar y no porque no tuviera la necesidad es sólo que las lágrimas no salían de sus ojos, había una sensación de incomodidad a su alrededor, cómo si estuviera siendo observado.

Se detuvo a un costado de la carretera, su mirada se fue justo a hacia él denso bosque a su lado, bajo la ventana de su lado y sintió el aire frío pegar de lleno sobre su piel; saco un cigarrillo y lo puso entre sus labios, recordó que lo había dejado sólo por qué al menor no le gustaba el olor del humo, pero ahora Yuuji no estaba así que no importaba mucho si volvía a fumar. Busco entre la guantera el encendedor pero un crujido afuera lo detuvo.

- Si lo prendes juro que voy a golpearte - Se quedó estático en su lugar, no quería voltear porque sabía de quién era esa voz, una sensación extraña lo invadía; no sabía con exactitud si era miedo o tristeza pero si era algo extraño - Sabías que el humo del cigarrillo daña más a quienes te rodean que ha ti mismo, no querrás que mamá y papá se enfermen ¿Cierto?

- Yuuji...

- Vamos Sukuna ¿No me digas que vas a llorar?

- Eres un imbecil - Su vista estaba fija en el volante, no quería verlo, no , más bien no quería ver al fantasma de su hermano, esa imagen lo atormentara por siempre - ¿Cómo pudiste morir? Te dije que te quedarás en casa e hicieras lo te dije, no era tan difícil mocoso.

- Si, bueno eso ahora ya no importa, ya no podemos cambiar el pasado - Su voz era tan tranquila como si no le afectará nada de lo que había pasado.

- ¿Cómo es que puedes decir eso tan tranquilo? ¿Dime quién mierda fue?

- Ok en primera no estoy tranquilo en realidad, tengo miedo y mucho - Hubo una pausa y escucho un suspiro de salir de sus labios - Pero se que ya no estaré solo, y en segunda eso ya no importa Sukuna, no podemos vivir odiando a esas personas, debes dejar qué todo esto pase.

Sintió las manos de su hermano tocar su rostro, pero ya no era lo mismo; sus manos ahora eran frías ya no eran cálidas pero no habían perdido la gentileza de sus movimientos, con sumo cuidado Yuuji lo hizo voltear a verlo, a pesar de todo sus ojos no habían perdido ese brillo característico, su hermano sonrió y sintió todo el peso del mundo caer sobre sus hombros.

No había podido proteger esa sonrisa.

- Vamos no llores que me harás llorar a mi también - No había notado el momento exacto en él que sus lágrimas brotaron de sus ojos sin poder controlarlo.

El cigarrillo ahora estaba en el suelo y el sólo dejaba que las frías manos de su hermano consolaran su corazón roto.

- ¿Por qué te fuiste? - Salió del auto y se aferró al menor

- No lo he hecho, estoy justo aquí - Su corazón dolía con cada palabra, tal vez nunca podría asimilar todo lo que había pasado - Pero creo que tal vez lo mejor sea despedirnos aquí ¿No crees?

- ¿Qué dices?

- Tu tienes que cuidar a mamá y papá, debes de llevártelos de aquí, no soportaría verlos llorar - Exclamó su hermano con un tono triste.

- Entonces ya no nos veremos...

- Sabes que es lo mejor.

- Al menos dime quién fue, estoy seguro que tú no te suicidarías - El rostro del menor se llenó de sorpresa.

- Así que eso dijeron, que mal - Miro hacia el bosque y habló - Tengo otras cosas que hacer, no puedo decírtelo, sólo si me prometes no hacer nada raro.

- Por supuesto que no, Yuuji tu...

- Sukuna prometelo, al menos una vez en tu vida házlo, por papá, por mamá y por mí - Se quedó callado por las palabras de su hermano, lo estaba persuadiendo.

- Enserio a veces eres demasiado bueno.

- No es porque sea bueno, solo no quiero que hagas una estupidez.

- No puedo prometerte nada, lo siento - Sin más que decir ambos volvieron a abrazarse, y por primera vez en Yuuji había escuchado llorar a su hermano.

...
✧ Perdón por la espera pero en unas horas subo el epílogo ♡