Capítulo 23. Suéltame

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Si fuera un día habitual, Cen Li no se habría quedado en la villa, pero ahora estaba muy agotado.

Tenía el sueño muy ligero y sólo había cerrado los ojos durante un rato cuando oyó el leve sonido de la puerta al abrirse, seguido por el encendido de las luces de la habitación.

Pensando que era Ning Xiuyuan quién había regresado, Cen Li esperó el sonido de su voz y, sólo entonces, descubrió que era Jiang Yan quién había entrado.

Toda la amabilidad fingida desapareció y al ver que se había despertado, Jiang Yan no pudo ocultar los celos en sus ojos: —No puedo imaginar como fue que obtuviste una beca de primer nivel en la universidad, pero ahora sé que el supuesto título de "Mejor Académico" es sólo una excusa para aumentar tu estatus. Además, como tu madre está en un hospital, me temo que todavía no sabe que estás haciendo este tipo de cosas sucias para obtener dinero, ¿verdad? Si ella supiera que sus facturas médicas las estás pagando al vender tu cuerpo, ¿crees que seguiría aceptando el tratamiento?

Los dedos bajo la sábana se apretaron con fuerza. Para él, su madre era la única familia que tenía y no podía soportar que eso sucediera.

La voz de Cen Li era un poco ronca: —¿Qué quieres?

Jiang Yan sonrió y se acercó lentamente a Cen Li: —Estás muy orgulloso de tí mismo, ¿verdad?

—...

—Para A-Yuan sólo eres un juguete de conveniencia, has sido arruinado por él y deberías saber que sólo te utiliza como una herramienta para desahogarse, así que puede tirarte a un lado cuando no te quiera y luego recogerte cuando te necesite.

Los finos labios de Cen Li se fruncieron.

—No me importa que A-Yuan te mantenga cerca, y eso es sólo porque sé que estás más limpio que los demás que hay por ahí afuera. Además, como la familia Ning te ha estado financiando durante varios años, lo más justo es que seas de utilidad para algo. —Jiang Yan se burló: —Pero es lamentable que tu madre sea engañada por tí, ¿no lo crees? Dime algo, te puedes imaginar lo que pasaría si llega enterarse que su hijo es un prostituto.

Jiang Yan sólo pensaba que Cen Li era un caqui suave que se podía estirar a voluntad, y por eso hablaba con mucha emoción, pero no habría esperado que esa persona enferma tuviera tanta fuerza.

Antes de que Jiang Yan pudiera reaccionar, su cuerpo se abalanzó sobre el suelo y unas manos frías estrangularon su frágil cuello, por lo que intentó apartar a la persona que tenía delante.

Jiang Yan tosió dos veces y Cen Li parecía haber bajado de la cama con fuerza, por lo que sujetaba su cuello con crueldad y sus dedos blanqueados eran como fantasmas del infierno. Normalmente soportaba todas esas humillaciones, pero eso era algo muy sucio, y no podía dejar que su madre lo supiera.

—Dejame.. dejame ir... —Dijo Jiang Yan por debajo de él, y su rostro blanco estaba carente de sangre.

La tía Li escuchó la conmoción en la habitación, se acercó lentamente y, a través de la puerta abierta, vió como las manos de Cen Li estrangulaban el cuello de Jiang Yan, así que su cara se puso blanca de miedo.

Jiang Yan vió que otra persona entraba en la habitación y dijo: —¡Tía Li, sálvame!

Estaba al límite, y sus últimas fuerzas parecían desvanecerse.

La tía Li apartó apresuradamente a Cen Li del cuerpo de Jiang Yan, y luego lo ayudó a levantarse del suelo. Siempre había sentido que Cen Li era de naturaleza excéntrica, y ahora estaba aún más segura de lo que pensaba: —Cen Li, la familia Ning te ha tratado bien, ¿por qué le has hecho daño al joven maestro Jiang?

FO - Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora