FO - Parte 1

Capítulo 35.1 - No me toques

El aire era un poco frío y el agua empapaba todo su cuerpo, así que mientras se apoyaba en la pared del baño, Cen Li abrió lentamente los ojos y miró al hombre que tenía delante.

Ning Xiuyuan se puso de cuclillas y le acarició la mejilla con los dedos, mientras decía en voz baja: —¿Ya estás despierto?

—... —Cen Li parpadeó ligeramente, y sus pestañas todavía estaban manchadas con un poco de agua. Luego al instante, se estremeció y volvió a acurrucar su cuerpo.

—Eres lo suficientemente capaz de encontrar a alguien por ahí afuera, y entonces... ¿crees que puedes deshacerte de mí sólo por seducir con Han Chen? Ja, estás alucinando.

Como si no hubiera escuchado el interrogatorio del otro hombre, Cen Li bajó la cabeza y dobló las rodillas, rodeando con las manos el pliegue de las mismas en un gesto defensivo y de autoprotección.

—No montes un espectáculo delante de mí. —El rostro de Ning Xiuyuan estaba sombrío, y sus dedos se aprietaron alrededor de la barbilla de Cen Li.

Los ojos de Cen Li estaban desenfocados, con un poco de vulnerabilidad e impotencia, sus mejillas chorreaban algo de escarlata y su cabello estaba mojado, así que el agua se deslizaba por su barbilla hasta el cuello y desaparecía lentamente en su camisa.

A causa de los tirones, su abrigo hacía tiempo que se había aflojado y dos de los botones del cuello se habían desprendido, dejando al descubierto una clavícula blanca y profundamente cóncava, dándole así un aspecto ligeramente descuidado.

Ante tal vista peculiar, el nudo en la garganta de Ning Xiuyuan rodó ligeramente y se percató de que la primera vez que veía el aspecto ebrio de Cen Li fue después de no haberlo tocado durante algunos días.

Cen Li no sabía de dónde había sacado la fuerza, pero de repente apartó la mano que reposaba en su mejilla.

Al instante, un manotazo aterrizó en el dorso de la mano de Ning Xiuyuan y produjo un sonido nítido dentro del baño.

—... No me toques... Aléjate de mí. —Dijo Cen Li, con su cuerpo temblando incontrolablemente y sólo queriendo encontrar un lugar dónde esconderse.

—Ja. —Ning Xiuyuan se burló y dijo: —Cómo estás con otra persona, ahora ni siquiera me dejas tocarte.

—... —Cen Li bajó la cabeza y no emitió ningún sonido.

Ning Xiuyuan nunca se contenía cuando estaba de mal humor, y mucho menos cuando Cen Li provocaba un incidente como el de hoy.

Ahora con su cara siendo presionada contra la fría pared y la mano de Ning Xiuyuan sujetándo la parte posterior de su cabeza, Cen Li sintió cómo una lengua húmeda y resbaladiza le lamía la nuca, así que su cuerpo se estremeció; Ciertamente, una pared estaba frente a él y no podía moverse aunque quisiera.

—Será mejor que no me hagas enfadar. —La voz de Ning Xiuyuan era grave mientras deslizaba los pantalones de Cen Li hasta el pliegue de sus rodillas, y luego sus dedos bajaban un centímetro por la parte trasera de su cintura.

Ante la repentina intromisión, un gemido doloroso escapó de los labios de Cen Li.

Tal vez porque estaba borracho y parecía un poco más dócil que de costumbre, fue la razón por la que las acciones de Ning Xiuyuan no eran tan rudas como antes, y parecía ser lo suficientemente amable como para hacer un juego previo completo para él.

—Tu cuerpo hace tiempo que se acostumbró a mí. —La persona que estaba detrás de él, le respiró bruscamente al oído.

Al escuchar las palabras del otro hombre, dos líneas de lágrimas fluyeron por las mejillas de Cen Li, y por un momento, fue imposible saber si eran lágrimas derramadas o agua del cabezal de la ducha. Sin embargo, los dos líquidos se mezclaron con un fuerte olor a almizcle, y aunque su espalda estaba contra el amplio y caliente pecho del otro hombre, su corazón simplemente estaba cayendo en una cueva de hielo.

Aún cuando su conciencia estaba en un estado de confusión, era cómo si supiera que este tipo de comportamiento estaba en contra de la ética y que no podría evitar ser despreciado por los demás.

Sin embargo, Cen Li no se resistió, así que en ese espacio reducido y húmedo, ocasionalmente sólo se oían los sonidos de jadeos impacientes.

Después de un largo rato, Cen Li fue llevado a la cama por Ning Xiuyuan, y aunque no sabía cuándo había recuperado la conciencia, él solo hubiera preferido seguir confundido.

Probablemente su cuerpo había satisfecho a Ning Xiuyuan, pues el tono de la otra persona extrañamente se volvío más suave: —Después de tanto tiempo de buena crianza... ¿cómo es que en tu cuerpo no ha crecido nada de carne?

Cen Li no dijo ni una palabra y sólo le quedó en trance, mirando el techo sobre su cabeza.

Ning Xiuyuan pensó que estaba cansado y no siguió con el asunto.

La sensación pegajosa detrás de él le hacía sentir extremadamente incómodo, pero Cen Li sabía que a Ning Xiuyuan siempre le gustaba dejar todo dentro de su cuerpo y rara vez le ayudaba a limpiarse; Antes, no era conciente de su condición física, pero ahora, ese líquido en su interior sólo le producía una fuerte sensación de pánico.