FO - Parte 1

Capítulo 35.2 - Jaula

Ning Xiuyuan estaba jugando con un objeto entre sus manos y después de mirar a Cen Li durante un rato, realmente parecía no estar satisfecho.

Así que, frunció el ceño y dijo: —Acuérdate de comer más en el futuro... Yo no te voy a descontar nada, mientras no me vayas a ocultar algo.

—...

Los ojos de Cen Li flotaron ligeramente, y luego miró en dirección a Ning Xiuyuan.

Como si estuviera pensando en algo, levantó los brazos con dificultad y luego trató de levantarse de la cama.

—¿Qué vas a hacer? —Preguntó Ning Xiuyuan.

—Me limpiare. —Cen Li respondió estas dos palabras, con calma.

Las palabras conmovieron a la otra persona, así que Ning Xiuyuan le rodeó la cintura con un brazo y le susurró junto a la cara: —Si todavía tienes fuerzas, ¿por qué no haces algo mejor? De todos modos, no te he tocado en algunos días y tienes que compensarlo.

El cuerpo de Cen Li se puso rígido de repente.

Pero cuando Ning Xiuyuan intentó darle un beso en la mejilla, él rápidamente lo evitó.

Como si la calidez que acababa de sentir ya no existiera, Ning Xiuyuan se mofó: —Me gustaría siempre tenerte cubierto de mi esencia, pero vienes y reaccionas así... ¿Qué sucede? Puedes abrazar a los demás, pero conmigo eres reservado.

Cuando pensó en su anterior visita al hotel, recordó que había visto a Cen Li caer ebrio en los brazos de Han Chen y con su brazo apoyado íntimamente en el hombro de la otra persona. Esa escena en su mente, hizo que su rostro se volviera cada vez más sombrío.

Ning Xiuyuan estaba acostumbrado a ser espontáneo, por lo que no le importaba la reacción de la persona que tenía debajo.

Así que mientras Cen Li luchaba un poco, él simplemente sujetó su tobillo con fuerza y lo separó violentamente hacia un lado. Sin embargo, en el cuerpo de Cen Li parecía que se podían dejar marcas con facilidad, por lo que el delgado tobillo blanco ya tenía la silueta de un aro color rojo brillante, como si fuera una grieta en un espejo frío.

—¡Ning Xiuyuan! —La voz de Cen Li empezaba a temblar: —No quiero...

—Eso no depende de ti.

.....

Aunque los sirvientes de la mansión oyeron todo el alboroto, no se atrevieron a intervenir... De todos modos, ¿quién se atrevería a meterse en los asuntos de una familia rica?

A la mañana siguiente, sólo para ver a Ning Xiuyuan salir de la mansión, las sirvientas hacía tiempo que habían preparado el desayuno.

Jiang Yan ya estaba sentado en la mesa del comedor y parecía que no había descansado bien la noche anterior, pues bajo sus párpados tenía un toque de verde.

Como la comida que tenía delante no se había movido en lo absoluto, Ning Xiuyuan lo vió y preguntó: —¿No es de tu gusto?

Jiang Yan tartamudeó y luego dijo: —¿Cuándo vendrá la tía Li? He estado pensando en su comida desde que estaba en el extranjero.

La tía Li había estado en la familia Ning durante más de veinte años y consideraba a Ning Xiuyuan como su hijo, por lo que si había algunas cosas que otros no se atrevían a decir, la tía Li fácilmente se lo mencionaba. Además, cómo había conocido a Ning Xiuyuan durante más de diez años, la tía Li siempre había tenido una buena impresión de él.

Naturalmente, Jiang Yan también había escuchado la conmoción de anoche, pero no entendía la actitud actual de Ning Xiuyuan. Recordó que en el pasado, si alguien cercano a Ning Xiuyuan se involucraba con otra persona, él simplemente se cansaba de tenerlo cerca. Después de todo, como jugar es jugar, no era tan malo deshacerse de algo que ya había usado.

También recordó que cuando estaban en la escuela secundaria, la chica de la clase de al lado a menudo se acercaba a Ning Xiuyuan. Luego una vez, esa chica y otro chico se agarraron de la mano, pero fueron descubiertos por el director. Para entonces, hubo una reunión informativa y cuando ellos se convirtieron en el objetivo de crítica en toda la escuela, la expresión de Ning Xiuyuan se mostró indiferente e incluso con un poco de burla.

—En unos días. —Dijo Ning Xiuyuan, y esas palabras sacaron a Jiang Yan de sus pensamientos.

—Sabía que A-Yuan era el mejor. —Una sonrisa apareció en el rostro de Jiang Yan y añadió: —Por cierto, ¿dónde está Cen Li? ¿Por qué no ha bajado aún?

—Descuida, no puede morir de hambre de todos modos. —La voz de Ning Xiuyuan se hundió.

—Pero si Cen Li no desayuna, ¿eso no será malo para su salud?

Ning Xiuyuan sonrió: —Alguien como él, aún no merece tu atención.

Durante unos segundos, Jiang Yan se mostró conflictivo y dijo en voz baja: —A-Yuan, no falta mucho para que empiecen las clases, y si Cen Li no baja... llegaremos tarde.

—No te preocupes por él.

—Está bien.

La expresión en el rostro de Jiang Yan parecía un poco mejor esta vez.

Después del desayuno, Ning Xiuyuan y Jiang Yan se dirigieron directamente a la universidad.

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En la habitación, todo era un desastre y el olor a almizcle llenaba por completo el aire. Como en la noche anterior su cuerpo había sido empapado con agua fría y también objetivo de la incansable demanda de Ning Xiuyuan, ahora el cerebro de Cen Li estaba tan mareado, como si estuviera lleno de plomo.

A duras penas, se dirigió al cuarto de baño para limpiarse y luego se esforzó por ponerse la ropa que había tirada a un lado. Al parecer, la ropa que se había puesto anoche estaba arrugada, pero Ning Xiuyuan le había dejado unas prendas limpias.

Cuando terminó de vestirse, abrió la puerta de la habitación y vió a una criada de pie afuera.

—El joven maestro ha dado instrucciones de limpiar la habitación cuando salgas.

Cen Li se quedó atónito por un momento, y luego con dificultad logró sacar la palabra "Si" de su garganta.

Toda su vergüenza y desgracia estaban expuestas ante un completo extraño, y a pesar de estar enojado, no había nada más que pudiera hacer para cambiar el presente.

Pero aunque le costaba caminar, Cen Li sólo enderezó la espalda y salió de esa mansión en forma de jaula.