Capitulo 22: De compras.

313 29 4
                                    

Milo salió tocándose la nariz por el dolor que el golpe le había dejado, miro como ya todos habían salido de los vestidores.

Deathmask estaba molestando a un sonrojado Afrodita, seguramente ambos se habían visto mutuamente mientras se vestían y no le sorprendería que un día esos dos anuncien que son novios.

Saga y Aioros estaban hablando tranquilamente de quién sabe que cosa. Aioria no se despegaba de Shura e igualmente estaban hablando con Aldebarán y Dohko sobre que sería la fiesta.

Mu y Shaka le hacían preguntas a la mujer de la tienda sobre si ya no habría más ropa por probarse a lo que ella dijo.

Mujer de la tienda: - Bueno, ya que ya sean probado la ropa de gala y todos han dicho que les queda perfectamente bien, ahora será turno de probarse la ropa formal y la de playa. Tengan esta ropa.

Agarro la ropa que la mujer le entregaba al tiempo que Shaka también tomaba la suya y sin esperar más, Milo jalo a Shaka del brazo y ambos se dirigieron al sexto vestidor, miro hacía atrás buscando la mirada de Camus quien tenía el rostro serio y con el ceño fruncido, el escorpión sonrió ante eso y entró al vestidor para después cerrar la puerta.

Todos los demás entraron a los otros vestidores con las mismas parejas.

El rubio se safo del agarré de el portador de la armadura de Escorpió y se dispuso a golpearlo otra vez en la nariz, pero esta vez Milo logro detener el golpe con una mano.

Milo: - Shaka, los mismos ataques no funcionan dos veces con nosotros, ¿Lo olvidaste?

Dijo con una sonrisa en sus labios porque su nariz no había sido golpeada.

Shaka: - Suéltame maldito chapulín o te juro que te voy a..

El blondo fue interrumpo por Milo.

Milo: - ¿O que? ¿Me vas a romper la nariz golpeándome? ¿Me quitarás los sentidos

Dijo mientras miraba fijamente a los ojos al rubio y se acercaba más al rostro del hindú, Milo soltó una pequeña risa para después decirle al tiempo que se alejaba de Shaka y lo soltaba.

Milo: - Tranquilo, solo bromeaba no quiero quedarme sin sentidos. Solo te tome del brazo y te traje aquí para ver cuál sería la reacción de Camus, después de todo el hizo lo mismo con Shura.

Se dió la vuelta para empezar a desvestirse, el hindú se giró para no mirarlo y empezar a quitarse su ropa para probarse la ropa formal y la de playa.

Shaka: - Si lo que querías era darle celos a Camus, entonces búscate a otra persona, a mí no me metas en tus asuntos Caballero.

Milo sonrió ante su respuesta y le dijo.

Milo: - No te preocupes se que tu corazón le pertenece a Mu, y el mío le pertenece a esa hielera con patas, no planeó el volver a tratar de usarte para darle celos.

Shaka soltó una leve e inaudible risa al escuchar como el protector del octavo templo se refería hacia su compañera de armas.

Ambos siguieron con lo suyo y al terminar salieron del vestidor, notaron que sus otros compañeros también estaban saliendo de los otros vestidores, le informaron a la mujer que los estaba atendiendo que la ropa les quedaba bien, fueron con Saori para decirle que ya se habían probado las ropa y que habían decidido llevarlas.

Saori también ya había terminado de probarse unos vestidos así que todos juntos se dispusieron a ir a pagar la ropa, después se dirigieron al auto y guardaron las cosas.

Cómo todos tenían hambre decidieron ir a un puesto cercano donde vendían comida.

Dohko: - ¡Milo, ven a comer!

El escorpió se acercó a dónde estaba Dohko junto a Aldebarán, Mu, Camus, Aioros, Saga, Shura y Aioria, tenía hambre y esperaba que la comida que ellos estuvieran comiendo fuera sabrosa, pero sin embargo su sorpresa fue grande al ver cómo estos estaban comiendo alacranes asados.

Milo: - ¡AHHH! ¡Viejo maestro Dohko! ¡Prefiero ir a comer verduras con Shaka en lugar de comerme a mis familiares!

Exclamó Milo con la cara triste para después ver como cierto rubio lo tomaba del brazo y lo llevaba a un lugar lejos de Dohko y los demás. Ambos entraron a un restaurante de comida Japonesa, Shaka llevo a Milo hasta la mesa donde estaban Afrodita, Deathmask y Athena.

Virgo y Escorpió se sentaron aún lado en la misma mesa, Athena llamo a una de las camareras y le pidió que trajera cinco platos de ramen a lo que la mujer fue a traerlos lo más rápido.

Saori: - Shaka, ¿Dónde estaba Milo?

Shaka: - Lo encontré junto a los otros caballeros en la tienda de comida china que está a unos pocos metros de esta, lo escuché decir que prefería venir a comer verduras conmigo en lugar de comerse a su familiares así que decidí traerlo, después de todo aún quedaba una silla vacía.

La camarera llego con los platos de Ramen por lo que nadie más volvió a hablar ya que comenzaron a degustar de la comida. Cuando terminaron de comer salieron del restaurante y de dirigieron al local de comida china dónde estaban los demás.

Milo miro con tristeza como Camus se comía el último alacrán y se dispuso a decirle.

Milo: - Hielera con patas, ¿Como pudiste hacerme eso? ¿Cómo pudiste comerte a mis familiares? Maldito traidor.

Con una voz sería y fría, Camus le respondió.

Camus: - Deja de hacer drama Milo, aquí el dramático es Aioria que casi se ahoga cuándo estaba comiendo uno de esos alacranes y decía que se iba a morir, por poco y besa a Shura.

El caprino se sonrojo al recordar que Aioria casi lo besa.

Saori: - Caballeros, debemos irnos, nos falta ir a comprar unos zapatos para ustedes y para mí.

Todos salieron del local y se dirigieron a una tienda de zapatos dónde Saori y los dorados compraron zapatos de gala, unos formales y unos para andar en la casa.

Todos subieron al auto y tomaron rumbo hacia la mansión Kido, el chófer salió rápidamente del auto y le abrió la puerta a la que es la rencarnación de Athena y a los demás guerreros.

Al entrar a dicha mansión se pudo apreciar lo bien decorada que estaba además de los bocadillos y las bebidas que estaba servidas en algunas mesas del salón.

Saori: - Caballeros, las habitaciones son compartidas. Milo y Camus compartirán la habitación, Afrodita y Deathmask también, Shura y Aioria de igual manera, Aldebarán y Dohko también, Saga y Aioros igualmente, Mu y Shaka también. Tatsumi por favor llevamos a sus habitaciones.

Tatsumi: - Síganme, y no se preocupen, no tendrán que compartir la cama.

Saint Seiya: La Nueva Leyenda Dorada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora