Capitulo 10: Como tú desees.

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Este fue el momento de mayor peligro para Aldebaran tras el fatídico accidente de Milo dejando al Taurino en la línea enemiga dandole el éxito de la pelea a Mu y Aioros. El pelilila camino en dirección hacia donde el guardián de la segunda casa estaba manteniendo un duelo contra el protector de la novena casa sin pensarlo dos veces el borrego soltó un golpe en la espalda del torito.

Mu: - Ahora si vaquita lechera si creíste que te habías librado de mi estás muy equivocado es mejor que te vayas preparando por qué te espera un destino peor que el de ese chapulín.

Dijo mientras soltaba una sonrisa maquiavélica en el aire mientras el toro solo permanecía quieto enrojecido de sangre observando fríamente al borrego y al centauro, el sabía que se le aproximaba una de sus peores peleas prácticamente ya no tenía la fuerza suficiente como para poder seguir peleando con ellos pero aún así se resistía gallardamente contrarrestando la potencia de sus contrincantes, el sagitario rápidamente saco su arco y flecha y se dispuso a apuntar hacia la pierna del protector de Tauro y sin dudarlo lanzó la flecha la cual inevitablemente dió de lleno en la pierna del taurino el cual solto un grito de dolor.

Ahora ya se podía ver el miedo reflejado en los ojos de Aldebaran aunque trataba de mantener su rostro como una máscara fría pero Sagitario y Aries atacaban con una ráfaga de golpes mientras Tauro apartaba todo de su mente exepto la reacción a cada ataque y los fue recibiendo mientras contraatacaba conservando sus fuerzas mientras los demás las gastaban, luego el pelilila atacó a Aldebaran pero este rápidamente contraataca antes de que el golpe del Aries fuera invertido lanzando con todas sus fuerzas al borrego unos metros lejos.

Lamentablemente el frío y el cansancio habían dejado débil al gran hombre incapaz de soltar un golpe poderoso comenzó a tambalearse debido a la flecha que anteriormente Aioros le había lanzado, estaba sangrando, sus dos contrincantes había conseguido la ventaja pero aún que su cuerpo le estaba pidiendo a gritos que parará y el dolor de su pierna le estaba nublando la vista el sabía perfectamente que tenía que seguir luchando o de lo contrario moriría a manos de esos dos que eran sus compañeros. Rápidamente Sagitario le lanzó un golpe en la cara a Aldebaran asotandolo contra la pared de piedra que estaba detrás de su espalda de inmediato la sangre comenzó a fluir cayendo desvaneció mientras la sangre se mezclaba con su saliva en el suelo, había perdido mucha sangre.

Un sonrisa maquiavélica se dejó escuchar en el cielo, el Ariano se estaba acercando con la intención de golpear al torito hasta que sus puños comenzarán a sangrar.

Mu: - Eso te pasa por pelear conmigo, el dios de la guerra y la destrucción y este a sido tu triste final, Aldebaran.

Pero derrepente algo sucedido y tanto el castaño como el pelilila sintieron la presencia de alguien que estaba cerca de ellos el cual se suponía debía estar durmiendo debido aún fuerte golpe que el arquero le había lanzado en la cara y que lo había tomado desprevenido, era Shura de Capricornio no estaba dormido solo había estado observandolos seriamente rápidamente la cabra le gritó al toro.

Shura: - Levántate enano no seas cobarde, te estoy hablando maldito torito, levántate.

Lamentablemente el torito estaba sumamente cansado como para levantarse y seguir luchando, Aldebaran hubiera muerto a golpes si Shura no hubiese aparecido. A la izquierda se encontraba el virgo con los ojos abiertos por lo que un instante cruzó la mirada con el capricornio pero luego nuevamente los cerro.

El borrego miró a la cabra y luego le dijo.

Mu: - Ahora que quieres cabrita lechera.

Pero rápidamente le respondió con una gran seriedad.

Shura: - Amenazar al príncipe equivale a firmar tu sentencia de muerte. Prepárate para lo que viene, yo no tendré tanta compasión como Aldebaran, yo los voy a madrear a los dos.

El carnero de inmediato le respondió

Mu: - Como tu desees, te daré una muerte rápida.

La temperatura del ambiente comenzó a crecer considerablemente y estos guerreros estaban a punto de dar inicio a su lucha, rápidamente el sagitario se dispuso a lanzarle una de sus flechas pero el guardián de Capricornio la esquivó rápidamente mientras sonreía.

Shura: - Ese fue un buen movimiento de tu parte ponerte a la defensiva es una buena técnica pero créeme que no me has de hacer ningún daño.

Capricornio rápidamente atacaba a Sagitario y a Aries para los dos tenía y además sus dos oponentes ya estaban cansados y debilitados por las furiosas batallas que anteriormente habían mantenido contra Tauro y Escorpio mientras que Shura se encuentraba más fuerte y resistente, los tres comenzaban una gran lucha encarnizada, brutal y poderosa. Mu y Aioros sabían que si unían sus fuerzas tal vez podrían derrotar a Shura pero lamentablemente ya no tenían suficientes fuerzas para ganar, ambos se encuentraban indefensos ante el pelinegro protector de Capricornio.

El castaño y el pelilila atacaban ferozmente a pelinegro pero este resistía formidablemente a los puñetazos, ya no tenían fuerzas y sus ataques ya no formaban parte de una gran batalla épica y Shura sabía que todo se acababa con un solo golpe así que el pelinegro rápidamente con un cabezazo le rompía la nariz al de cabello lila haciéndolo tambalear, haciendo un movimiento rápido con sus puños hacia la cara del arquero dejándolo más desconcertado de lo que ya estaba, soltando un fuerte patada en el estómago al borreguito.

Aunque los protectores de los templos de Aries y Sagitario luchaban con todas sus fuerzas el de cabello negro quien era guardián de caprio no estaba herido ya que sus contrincantes estaban cansados y débiles, Mu estaba con la cara llena de golpes y la nariz medio rota mientras Aioros estaba con la nariz  rota.

Shura: - Lo siento pero van a perder, ya no son dignos rivales para mí.

Ambos se quedaron atónitos mirando fijamente a Shura con sorpresa y a la misma vez despreció pero al carnero le estaba hirviendo la sangre, no soportaba la conquista que estaba teniendo la cabra.

Shura: Vayanse no tienen ninguna oportunidad de ganar contra mi.

Derrepente una voz se escucho y todos miraron hacia el del que venía esa voz. Era uno de sus compañeros de armas, Camus de Acuario el cual miraba fríamente a Shura de Capricornio y le gritaba.

Camus: - ¡Deja de pelear con ese par de niñas débiles y mejor ven a luchar conmigo!.

De inmediato la sangre del Capricornio hirvio en rabia tan solo quería ir y partirle su frío rostro al aguador.

Saint Seiya: La Nueva Leyenda Dorada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora