Capitulo 23: El baile

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Que Tatsumi dijera eso provocó un leve sonrojo en los caballeros a excepción de Aldebarán, Dohko y Camus.

Los doce comenzaron a seguir a Tatsumi hasta las habitaciones correspondientes, cuando ella termino el recorrido les dijo.

Tatsumi: - Muy bien caballeros, la señorita Saori me pidió de que les dijeran de que por favor duerman un poco, para que después se preparen para el baile.

Rápidamente los caballeros se adentraron en sus respectivas habitaciones, se acostaron en sus camas y durmieron plácidamente unas pocas horas.

Tiempo después Saori envío a sus sirvientes a despertar a los doce y que les dijeran que se preparan para el baile que comenzaría en una hora, los dorados despertaron y fueron guiados hacia los baños de la mansión Kido.

Afrodita: -Bueno, a bañarnos se ha dicho.

Tomo una toalla y entró a una de las duchas que habían en el lugar, los demás hicieron lo mismo que el piscisno ya que no deseaban tener un mal olor a la hora de que llegaran los invitados.

Minutos después terminaron de lavar sus cuerpos, se cubrieron con las toallas y salieron de la ducha para después dirigirse a los vestidores que por fortuna eran suficientes como para que no tuvieran que compartirlos. Cada caballero entró a uno de los vestidores y se dispusieron a vestirse con la ropa de gala que compraron hace unas horas y que las sirvientas se habían encargado de llevarlas hasta los vestidores.

Los protectores del santuario salieron y se dispusieron a mirarse en los espejos, ellos no tenían tanta experiencia en el uso de esa ropa así que era de esperar que no tuvieran bien puestas algunas prendas.

Camus: - Aioria... Dices ser una diva pero tienes la chaqueta al reves.

El leonino al notarlo se apresuró a colocarse correctamente la chaqueta mientras que algunos de sus compañeros se reían entre ellos Milo quién no tenía bien la corbata.

Aioria: -Milo, antes de reírte deberías ver cómo tienes la corbata.

El escorpión se miró en el espejo y le respondió.

Milo: - Así me hace ver más rebelde y sexy.

Shaka, como buen virginiano amante de el orden dejo de arreglar su vestimenta y posó sus ojos zafiros sobre la corbata del escorpión, caminó en su dirección dispuesto a hacer que Milo se pusiera bien la corbata.

Shaka: -Milo, déjate de juegos, puedes andar con el cabello y la ropa desordenada cuando usemos ropa normal, pero ahora estamos en un baile y la ropa tiene que estar bien puesta para que podamos dar una buena impresión.

Tomo la corbata de Milo y comenzó a arreglarla mientras el protector del octavo templo luchaba por qué el virgo no le apretara tanto su corbata, ambos no notaron la fría mirada de Camus que los observaba atentamente. Camus sentía que estaba perdiendo la atención de Milo, desde que Escorpió compartió el vestidor con Virgo, Milo había dejado de estar cerca de él.

Cuándo entraron a la habitación que compartían ni siquiera le dijo algo, ni hablar de cuando todos estaban por comer alacranes en aquella tienda y el rubio se lo llevó a quién sabe que lugar, y ahora Milo como si nada estaba dejando que Shaka arreglará su corbata. Camus temía de ellos estuvieran por iniciar alguna relación así que decidió que haría algo durante el baile.

Cuando Shaka termino de colocarle bien la corbata a Milo y peinarle el cabello, se dirigió hacía Mu e igualmente empezó a arreglarle esa prenda de ropa y a peinar el suave y largo cabello lila del Lemuriano.

Los demás caballeros se dispusieron a arreglar sus corbatas y peinar sus cabelleras para que no estuvieran tan desordenadas, se pusieron los zapatos y salieron hacia el salón del baile.

Tatsumi: - Caballeros, que bueno que ya hayan terminado de prepararse, justo en diez minutos empezarán a llegar los invitados, sean muy respetuosos con ellos por favor.

Dohko: - Chicos vamos a probar los bocadillos, no hemos comido en horas, no se ustedes peor yo tengo hambre.

El Libriano comenzó a caminar hacia las mesas llenas de comida, sus compañeros de igual forma lo hicieron, después de todo esos bocadillos estaban para ser comidos y además ellos no habían comido en horas tal y como lo había dicho Dohko.

Los invitados comenzaron a llegar y con ello una leve música empezó a sonar, los sirvientes andaban de aquí para allá sirviendo copas con vino o Champagne, que los invitados gustosamente tomaban mientras hablaban.

Más tarde Saori apareció, vestía un lindo vestido morado con el escote de corazón, estaba acompañada por Seiya quién portaba un traje de gala.

Saori: - Sean bienvenidos a este baile, espero que su estadía en este lugar está noche sea de mucho agradó para ustedes, ahora sin más, que comience el baile.

Los músicos cambiaron su música por algo más adecuado a los bailes, cada invitado tomo a sus parejas y empezaron a bailar, Milo estaba por invitar a Camus pero Shura se acercó al de cabello agua marina y lo invito, el acuario acepto la invitación sin saber que Milo lo estaba viendo.

Escorpió dió un largo suspiro, se dió la vuelta y miró hacía el lugar dónde Shaka estaba sentado tomando una copa de vino.

Milo: -¿Aceptarías bailar conmigo? No planeó usarte para darle celos a cierto cubo de hielo, solo quiero bailar.

Pregunto al tiempo que le tendía la mano al rubio, Shaka dudo unos instantes pero después termino aceptando, después de todo Mu estaba comiendo junto a Dohko y los otros como para ir a interrumpir e invitarlo a bailar.

Shaka: - Muy bien, acepto.

Tomó la mano de su compañero e inmediatamente comenzaron a bailar al compás de la canción, su baile estaba lleno de delicadeza y estiló, se miraban a los ojos y pronto comenzaron a llamar la atención de los demás, entre ellos Camus y Mu, quiénes ardieron de celos por lo que dejaron de lado lo que estaban haciendo y a pasos rápidos se acercaron a ellos justo cuándo la música se detuvo anunciando que la pieza de baile había terminado para dar lugar a otra.

Milo y Shaka se alejaron para después sentir como cada uno era tomado de la mano por uno de sus compañeros y llevado a otro lugar.

Saga: - Esto se va a poner bueno, Aioros.

Dijo Saga mientras miraba como Camus llevaba a rastras a Milo mientras que Mu hacia lo mismo con Shaka.

Saint Seiya: La Nueva Leyenda Dorada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora