Capitulo 3: El Treceavo Santo De Oro

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Saga: - ¿Quien eres?

Pregunto mientras lo miraba fijamente

????: - Yo soy Ethan de Ofiuco.

Hablo en un tono amable mientras les sonreía, ese caballero era un hombre alto, piel blanca, cabello negro, ojos verdes, portaba la armadura dorada de Ofiuco.

Shaka y los demás se quedaron desconcertados pues eso era nuevo para ellos. Hasta que finalmente  se dispusieron a presentarse al nuevo caballero.

Mu: -  Mu de Aries

Aldebaran: - Aldebaran de Tauro

Saga: - Saga de Géminis

Deathmask: - Deathmask de Cáncer

Aioria: - Aioria de Leo

Shaka: - Shaka de Virgo

Dohko: - Dohko de Libra

Milo: - Milo de Escorpio

Shura: - Shura de Capricornio

Camus: - Camus de Acuario

Afrodita: - Afrodita de Piscis

Ethan: - Es un placer conocerlos, caballeros

Les dijo amablemente. Después de eso los caballeros hablaron con el ofiucano excepto Shaka ya que al parecer a los demás caballeros dorados les había dado buena espina Ethan, pero al Virgo no, pues este sentía que algo no muy bueno estaba relacionado con el ofiucano. Athena envío a todos los caballeros a sus respectivos templos, y estos la obedecieron de inmediato, además les dijo que esa noche habria una cena en honor a su regreso.

En el templo de Aries, Mu fue recibido por Kiki quien al verlo de inmediato corrió hacia el para abrazarlo fuertemente. Mu le contó todo lo ocurrido al pequeño Kiki quien se quedaba maravillado con cada detalle, este le dijo al pelilila que el Caballero de Ofiuco había sido muy  amable con todos y que era una buena persona y caballero, al guardián del templo de Aries también le había parecido una persona muy amable y buena, sin embargo había notado que a Shaka no le había dado buenas impresión.

En Tauro, Aldebaran al llegar a su templó fue rápidamente hacia la cocina y se preparó algo para poder comer con tranquilidad.

En el templo de Géminis, Saga al llegar simplemente se dispuso a quitarse la armadura y fue directo a su habitación para poder descansar. Deathmask, Aioria, Dohko, Aioros, Shura y Milo hicieron lo mismo en sus respectivos templos. Camus se

Shaka por su parte al llegar a Virgo se dispuso a prepararse un té para después meditar. Luego de unos minutos Shaka decidió ir a visitar el templo de Piscis por lo que lleno de tranquilidad fue y cruzó los templos para poder finalmente llegó a Piscis.

Shaka: - Afrodita, ¿puedo pasar?.

Afrodita: - Claro, Shaka.

El virgo entró a Piscis y se dispuso a preguntarle algo al guardián de ese templo.

Shaka: - ¿Que crees del caballero de Ofiuco?

Pregunto con serenidad.

Afrodita: - Pues creo que que es alguien amable y bueno... ¿Por qué lo preguntás?

Shaka: - Por nada, ¿De casualidad sabés que creen los demás caballeros?

Afrodita: - Pues según noté a todos les parece alguien amable y bueno. Anda dime qué pasa, sabés que puedes confiar en mí.

Shaka se quedó en silencio unos minutos pero después decidió hablar.

Shaka: - El caballero de Ofiuco no me da buena espina. Siento que hay algo relacionado con el pero no sé si es bueno o malo.

Shaka sentía que era algo no muy bueno pero prefería decir que no sabía para no hacer falsas afirmaciones.

Afrodita: - Tranquilo Shaka, seguramente es por toda la experiencia que vivimos al enfrentar a Loki... Por cierto buen ataque el que le dieron tu y Mu.

Shaka: - Afrodita... ¿Qué quieres decir con eso?

Afrodita: - Vamos, Shaka, se que te gusta Mu.

Shaka no pudo evitar sonrojarse un poco pues el guardián de Aries le parecía un chico lindo.

Shaka: - No sé de qué hablas.

Afrodita: - Mira que si te gusta yo no te culpo, hay que admitir que es un chico lindo.

Shaka rápidamente abrió los ojos un poco molesto y le lanzó una sería y fulminante mirada al guardián de Piscis.

Afrodita: - Pero tranquilo yo no te lo quitaré.

De inmediato Shaka volvió a cerrar sus ojos, no sabía porque le había molesto eso pero aún así lo ignoro. Se despidió de Afrodita, salió del templo del caballero y se dirigió nuevamente a Virgo.

Al llegar al templo rápidamente se dispuso a ponerse nuevamente a meditar. Después de unos minutos el rubio escucho unos pasos que se detenian en la entrada de Virgo, pero también escuchó una voz.

Saint Seiya: La Nueva Leyenda Dorada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora