Cinco

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Mi habitación, al igual que todo mi apartamento, era un lugar seguro para mi y se que si ahora mismo regresará allí seguiría sintiéndolo así. Esta habitación en la que acabo de entrar, siendo acompañado por Jooheon mientras que Min ha ido a descansar sintiéndose agotado por el largo camino en coche, así como también por cargar con un bebe que aún tiene tres meses para nacer, parece también acogedora pero siento que algo le falta para que pueda sentirme completamente cómodo.

— ¿Por qué has aceptado ayudarme sin conocerme en absoluto?

— ¿Necesito conocerte para ello? —asiento —eres justamente tan terco como tu primo me advirtió. Min es tu primo y te quiere demasiado como para dejar pasar por alto todo. Cuando supo todo cuanto estás viviendo ni lo dudo, me lo contó porque yo le obligué a ello al verle tan nervioso, envuelto en un nivel de ansiedad que no es bueno para ninguno de los dos. Ayudarte es lo que menos me cuesta hacer Kihyun porque aunque no quieras somos familia puesto que voy a casarme con él. Te dejaré descansar pero si quieres tomar un baño te diré donde está todo.

— No quiero tomar más duchas —le advierto —con dos en pocas horas el mismo día tengo suficiente. Tu si deberías cambiarte de ropa.. siento haberte ensuciado en ese momento.. No fue a propósito y también siento haber dicho eso de ti y de tu hijo.

— No te preocupes por mi ropa —ambos miramos las manchas secas —pero si controla un poco tu forma de expresarte, más cuando quieras referirte a mi hijo. Puedes meterte conmigo lo que quieras, pero nunca con Min y mi hijo.

Asiento porque tiene razón. Jooheon no tarda mucho en abandonar esta habitación, dejando la puerta abierta como le pido, quedándome solo pero con pensamientos que nuevamente se dirigen a la diferencia entre estar aquí y mi apartamento.

Sentándome en la cama perfectamente hecha veo mis cosas junto a la puerta, incluso las de Byeol y a mi amigo felino que se mueve de un lado a otro por la habitación, conociendo cada rincón de la misma. Respirando de forma profunda, viendo en dirección a la puerta de la habitación, comprobando que nadie está cerca de los dos, saco el móvil que era de mi trabajo del bolsillo de mi pantalón, viendo con miles de intentos que ya no sirve para nada, que mi vida ya no será la misma por decisión de Hyunwoo, quien se habrá sentido bien haciendo lo que ha hecho sin contar con lo que yo quería realmente con respecto a todo esto.

Dejándolo a un lado me dejo caer sobre la cama, cerrando los ojos, cubriéndolos incluso así con mi brazo, volviendo a tomar una profunda bocanada de aire que llena mis pulmones, aliviándome en cierto modo incluso cuando siento un cuerpo cayendo a mi lado, parte de él al menos viendo a Min sentado en lugar de tumbarse, creyendo que había ido a descansar aunque ya veo que no ha sido así.

— Ese tal Hyunwoo —me siento también —¿también es un cliente tuyo?

— No es cliente mio y no los llames así.. me hace sentir como si realmente fuese un prostituto.. —le pido ciertamente avergonzado —aunque si fue que llamó a ese móvil que él mismo se ha encargado de dejar inservible, pero no para hacer lo que todos los demás. Quizá no debería enfadarme por lo que a hecho siendo para mi bien. Iba a tomarme unas vacaciones y alejarme por un tiempo de todo eso cuando habéis aparecido tu y tu prometido y Hyunwoo ha decidido hacer eso con mi móvil, la agenda que tenia en el mismo y todas las citas que había anulado.

— ¿Por qué no me contaste que lo hacías?

— ¿Qué pensarías si de la noche a la mañana voy ante ti y te digo que vendo mi cuerpo por dinero? —le miro fijamente —pensarías que estoy loco, que soy un idiota al que le da igual vender su alma al mismísimo diablo y me dejarían de hablar como mis padres.

— Me enteré por tu padre si es lo que quieres saber —como no —pero no te odian por ello. Se que piensas que te odian porque tu padre te echo del hospital cuando despertó, pero no te odian. Eres su hijo y lo único que quieren es que tu estés bien y seas feliz.

Get my number * ShowkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora