Get my number * Showki

Veintiseis

Después de despedirnos y subir en el coche, el viaje ha sido tal y como aquel día que vine a su casa para la cita que tendríamos por un día completo, con la diferencia de que hoy voy por voluntad propia, vestido de forma correcta y con mis pies cubiertos sin tener que ser cargado. También está que Byeol nos acompaña porque está dentro de ir a vivir con Hyunwoo por una semana, no siendo capaz de dejarle con mi primo que bastante tiene con cuidar de su hijo así como de si mismo por estar esperando un nuevo bebe que aumentará en unos meses su familia pasando de ser tres a cuatro.

Mirando al frente, estando la carretera prácticamente vacía, detengo mi atención en mi novio, quien está tan centrado en conducir que no se da ni cuenta, permitiéndome el atrevimiento de acercar mi mano a su muslo, moviéndola por este lentamente, sonriendo porque su reacción es más que real.

— Kihyun para si no quieres que tu juego pase a mayores —no puedo evitar sonreír —¿cuándo te has vuelto tan atrevido?

— No lo soy tanto aunque no me creas —aseguro —solo me apetece tocar a mi novio mientras conduce. Vamos a vivir juntos, tendrás que acostumbrarte no solo a aguantarme todo el día, también a que muestre afecto y quiera tocarte al igual que si tu quieres tocarme también tendré que adaptarme a ello. ¿O vas a ser ahora que viviremos juntos aunque sea una semana uno de esos novios que hasta que no nos casemos no haremos nada?

Mirando en todo momento a Hyunwoo, esperando una respuesta a su pregunta, pensando si he hecho mal usando las palabras que ha escuchado, estoy por sentarme bien cuando me sorprende sentándome en su regazo.

Permitiéndome mirar a nuestro alrededor puedo darme cuenta que ha parado en una zona no transitada, tan oscura que se que nadie nos verá, más cuando sus labios se posan sobre los míos, ahogando un gemido en el momento en que atrevido, más incluso de lo que yo he sido, baja mi pantalón lo suficiente para deslizar dos dedos en mi interior que se mueven sin problema alguno, causando que mi cuerpo se tense de tal forma, que mis pantalones hagan preso el bulto que me empieza a doler, viendo como tiene el mismo problema que yo.

— Tu me has provocado —asiento —¿vamos a casa?

— No podrás conducir así.

Soltando el botón de su pantalón, bajando la cremallera también, pronto veo su miembro deseoso de una atención que merece recibir, sorprendido porque no tenga ropa interior puesta. Bajando a tientas y como puedo mi propio pantalón estoy por dar el siguiente paso, siendo detenido por Hyunwoo, fijándome en sus manos que cubren su miembro con ese látex que tan rápido reconozco, ayudándome a sentarme, a sentir como se abre paso en mi interior, doliendo hasta tal punto que me cuesta acostumbrarme, incluso ya ni un solo centímetro queda fuera de esta unión que forman nuestros cuerpos, moviéndome, ignorando el dolor.

Cada movimiento de mi cuerpo, subiendo y bajando, sintiendo el vacío, notando como me llena, es lento y cuidadoso, pasando de sentir dolor a sentir placer hasta tal punto que me pierdo en el autocontrol que estaba llevando encontrándome ahora bajo su cuerpo, moviéndose de tal forma que me sujeto con fuerza a su cuerpo aunque se que no me caeré, tan solo en el orgasmo que pronto llegará, liberando cada gemido que llena el coche al igual que el sonido de nuestros cuerpos uniéndose con cada embestida que entre mis piernas, golpeando ese punto en mi interior, crea, siendo intensa la forma en la que clavo mis dedos en sus hombros, mis piernas en sus caderas, mis labios a los suyos, nuestros cuerpos quietos y unidos cuando el orgasmo llega finalmente, siendo presa yo mismo de todo lo que siento en este momento, de lo perfecto que es mi novio, mi osito.

— ¿Te he hecho daño? —niego aunque no sea cierto —voy a..

Asintiendo, aunque tampoco es que me conceda mucho tiempo, en segundos siento el vacío vistiéndome bien mientras que Hyunwoo tira el preservativo por la ventanilla, quedándose en cuanto ocupamos cada uno nuestro lugar atrás lo que ha sucedido, aunque de mi cabeza no se va, tampoco de mi corazón acelerado, besando la mejilla de mi novio, uniendo mi mano a la suya una vez estamos fuera del coche, yendo a su casa con la bolsa de Byeol colgando de mi hombro, mi maleta de su mano libre, dando la bienvenida así como la casa me la da, viéndolo ahora como el hogar al que también perteneceré al menos por los siete próximos días, mirando a mi alrededor, sintiéndolo así de verdad.