El frio en pleno mes de noviembre es intenso y molesta tanto que no tengo ninguna gana de salir de la cama. Todavía estoy de baja en mi trabajo por mis hijos, aunque me encuentre lo suficientemente bien para ir a la guardería, siendo que Hyungwon ayer me respondió a mi llamada que no tenia que ir porque era muy pronto y necesitaba descansar y pasar tiempo con Hea y con Myung, siendo que hoy cumplen un mes desde que nacieron de forma prematura, mediante esa cesárea programada.
A pesar del frio si me he tomado unos minutos para ir a la cocina, sintiendo el silencio que hay en la casa de mi primo, sabiendo que está tanto Min como el pequeño Kihyun durmiendo, Hyunwoo trabajando al igual que Jooheon, limitándome en el tiempo que tardo en preparar los dos biberones, volviendo a la cama con mis hijos en mis brazos, dándoles el biberón con Hea descansando sobre mis piernas con un cojín acondicionado para bebe, siendo adecuado para estas situaciones que me viene demasiado bien ya que a los dos en brazos no puedo darles de comer.
— Mis pequeños ángeles —miro a mi niño en este momento —solo tenéis un mes de vida pero habéis crecido tanto.. os parecéis mucho a vuestro papa aunque él diga que no, que os parecéis mucho más a mi.
Mirando a mi niña y mi niño, sonriendo ante la hermosa imagen de los dos tomando sus biberones tan tranquilamente, siendo tan pequeños pero perfectos al mismo tiempo, no puedo sentirme más feliz por tenerlos conmigo, que apenas me percato de quien más está en la habitación hasta que Minhyuk se sienta adormilado en mi cama, acariciando con calma su enorme barriga de casi nueve meses.
— ¿Ya han terminado? —asiento dejando los biberones —son tan pequeños que me sorprende que apenas lloren. ¿Te dejan dormir por la noche?
— Si se despiertan por la noche pero Hyunwoo se ocupa de cambiarles el pañal o darles el biberón —explico —no me deja hacer nada por la noche. Dice que hago bastante hasta que el viene de trabajar y necesito descansar.. ¿Jooheon es igual contigo?
— Cuando nació Kihyun siempre le atendía él en el hospital como ya sabes porque yo no podía salir de la cama —asiento recordándolo —cuando le pudimos traer a casa era igual, nunca ha dejado de cuidarle. A pesar de todo lo que mis padres han dicho de él es un buen hombre y sobretodo un buen padre para nuestro hijo y se que lo será también para este pequeño que aún no nace y me hace sentir tan cansado.
— ¿Sabéis ya como llamarle?
— Quiero que se llame como su padre, como el del bebe, pero no quiere que le ponga su nombre —le miro, viéndole coger a Hea —se va a llamar Minheon. Ya que no puedo llamarle Jooheon,..
— ¿Has juntado el principio de tu nombre y el final del suyo? —pregunto conteniéndome de reír —original es tu idea de llamarle así. Seguro que le gustará ese nombre para su segundo hijo, pero también espero que os contengáis de tener un tercer hijo tan pronto.
— No voy a tener más hijos —asegura —con mis dos hijos y mis preciosos sobrinos tengo más que suficiente.
— Cuando Kihyun y Minheon sean mayores ya me dirás si tendrás un tercer bebe —cojo a Myung con cuidado. Una niña podria ser, para que ponga orden entre tanto hombre que tendrá en su casa. Alguien tiene que llamar papi abejorro a Jooheon.
Mirando a Min, viéndole negar al mismo tiempo que mece con calma a Hea que bosteza al igual que mueve sus manitas no puedo más que sonreír, al menos por un momento cuando veo el gesto facial de mi primo cambiar, cogiendo a mi hija en el momento que los quejidos son pronunciados, reaccionando rápido al saber lo que es, llamando a Jooheon.
— Min amor —son sus palabras —¿por qué estás despierto tan temprano?
— Jooheon no soy Minhyuk, soy Kihyun —miro a Min —creo que deberías venir lo más rápido posible porque vuestro hijo está queriendo nacer. Llamaré a Hyunwoo para que me ayude con Kihyun y nuestros hijos pero no te preocupes más que por Min ahora.
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Get my number * Showki
FanficYoo Kihyun es un chico de compañia con más reglas que sentimientos que mostrar. El dinero que gana es lo que más le motiva a continuar con ese estilo de vida. Hyunwoo es un hombre de treinta y dos años que un día decide recurrir a una llamada que bi...