Get my number * Showki

Cuatro

El agua que cae sobre mi cabeza, siendo que moja cada parte de mi anatomía, me hace sentir menos tenso, a pesar de saber que Hyunwoo sigue en mi apartamento, esperando a que salga para tener esa conversación que tanto desea compartir conmigo.

Quiero tomarme aquí dentro mi tiempo y por ello es que enjabono lentamente mi piel, llevándome con mis propias manos los restos de cuanto hice en ese coche, incluso en esa parte concreta de mi cuerpo que me limito a limpiar como puedo, como tan bien se por cada una de las veces que ha sido necesarias.

Poco a poco, por mis manos acariciando mi cuerpo, por el agua caliente, por estar solo, me voy sintiendo más tranquilo y relajado, incluso en este instante en que ya habiendo cerrado el grifo, no cayendo una sola gota de agua más, envolviéndome en una toalla que engancho a mis caderas, viéndome en el espejo. Mi reflejo es claro en el espejo, pudiendo ver cada parte de mi cuerpo.

Soy consciente de que mi cuerpo no es el mejor, que no puedo presumir de tener todo de mi marcado, siendo una señal que pueda indicar que pueda gustar por ello. Tan solo sirve para una cosa, para ser tocado y usado por todos los que hacen sonar ese teléfono a base de mensajes, aceptando desde hace años esta realidad.

Pero ahora no sonará puesto que tengo claro que me tomaré un tiempo que tan solo sea para mi, siendo lo mejor en este momento, bien merecido.

Soltando la toalla de mis caderas me dispongo con calma a secarme por completo, vistiéndome con la ropa que previamente cogí de mi vestidor, tomando el secador ahora para secar mi húmedo cabello y no dejar una sola gota, viéndome en los minutos que pasan en el espejo para terminar aplicándome la loción diaria en mi cara y no dejar señal alguna de mis imperfecciones, así como también cubro las marcas en mis muñecas que no quiero ver, así como tampoco mantener el recuerdo del día que fueron creadas.

Una vez termino todo queda perfectamente colocado en su lugar, fijándome en que así sea antes de abrir esta puerta y salir del cuarto de baño, dirigiéndome al salón donde se que seguirá, dudando mucho que haya querido pasearse por mi casa y mirar en mis cosas, robándome ese derecho a tener privacidad con tal acción.

— Deberías irte ya —me siento en el otro extremo del sofá —no quiero escuchar de nuevo como me cuentas lo que le paso a tu hermana. Lamento sinceramente lo que le pasó, pero no soy quien para saberlo porque mi vida no está siguiendo el mismo camino que tomó el suyo.

— En realidad si estás siguiendo el mismo camino que tomó en su día mi hermana —niego —tienes dos móviles, uno de ellos está lleno de mensajes de tu familia que no respondes, así como de llamadas de un tal Minhyuk que ignoras. En el otro tienes todos los mensajes de cuantos quieren pagarte por usar tu cuerpo. Mi hermana tenia cuatro. Dos de ellos tenían el registro de un nombre que no eran el suyo, el tercero lo usaba para uso personal aunque no se comunicaba con nadie. El cuarto no pude saberlo puesto que tiene una contraseña y no soy capaz de dar con ella. Al igual que tu ignoráis a la familia y dejáis que os usen y pisoteen vuestra dignidad. Y ese tal Taehyung te ha enviado un mensaje queriendo saber si aceptarás la oferta de un tal señor Seo.

— ¿Quieres saber si uso juguetes con esas personas? —le quito los dos móviles —¡estás violando mi privacidad!

— No lo hago —me quita uno de los dos —me preocupo por alguien a quien a pesar de no conocer ni por su nombre puedo salvarle de una muerte segura. Déjame encargarme de esto y podrás tener una vida mejor.

— No quiero una vida mejor —intento quitárselo —Hyunwoo dámelo ahora mismo.

Que se beneficie de su altura, aunque esté sentado, que su complexión física sea mejor que la mía, no me gusta en absoluto, menos aún cuando caigo de bruces sobre su cuerpo, sentándome como buenamente puedo, estirándome para quitárselo, sintiendo de tal forma su mano en mi vientre que me siento confundido al igual que incomodo, apartándome tan rápido que el dolor en mis caderas no es nada en comparación del que siento en mi espalda, incluso a un lado en mi cabeza por darme contra el sillón.