Siete días, una semana completa, es cuanto ha pasado desde mi primer día de trabajo y hoy no tengo que ir puesto que la lluvia es tan intensa que gracias a la llamada de Hyungwon que me ha despertado he sabido el tiempo que hacia, además de no tener que ir a la guardería puesto que ningún niño ira, mucho menos ellos, por la intensa lluvia.
Además de la lluvia, la cual escucho golpear el cristal tras la cortina que mantiene este dormitorio a oscuras, hace tanto frio que las ganas de seguir durmiendo son demasiadas y reales, cubriendo mi cuerpo hasta mis hombros con la sábana y edredón que hasta mi cintura me estaban cubriendo desde anoche, cerrando ya los ojos para poder dormir al menos un par de horas más siendo en este momento solo las siete de la mañana.
Moviéndome bajo la ropa de cama que protege mi cuerpo del frio que hace intento dormir, no siendo fácil con la falta de sueño que ahora me invade, no arrastrándome a poder conciliarlo por al menos unos minutos. Un cansado suspiro escapa de entre mis labios, encontrándome ahora mirando en dirección al techo, no pensando en nada, no moviéndome.
Tan solo escucho la lluvia golpeando el cristal de la ventana, así como el traqueteo de la calefacción que está siendo puesta en este momento aunque desconozco quien de los dos es el que la está poniendo, no dándole tampoco importancia puesto que lo único que quiero es quedarme aquí de ser posible todo el día.
Volviendo a moverme, girando mi cuerpo hasta quedar sobre mis caderas, tapándome en este instante hasta que ni mi cabeza se pueda ver, cierro los ojos, sintiendo como poco a poco va llegando el sueño que me arrastra a paso demasiado lento, dejándome sentir la presión sobre mi cintura, a quien ocupa el espacio a mi espalda y la presión en mi mejilla que no dudo en limpiarme, sin ignorar por supuesto la sonrisa de Min que mantiene tan viva como cargada de lo que parece una emoción positiva.
— Déjame dormir —le pido —no se porque estás tan feliz pero son las siete de la mañana y quiero dormir. Hoy no tengo que trabajar, está lloviendo demasiado como para que los más pequeños puedan ser llevados por sus padres.
— Esos niños se pueden quedar un día más en sus casas —me gira hacia si mismo, sin cuidado alguno —¡y mi hijo también!
— Tu hijo está en el hospital Min —digo con razón —habrás soñado que está aquí pero no lo está. Aún es arriesgado que tu hijo esté aquí.
— ¡No! —me zarandea con demasiada energía —nos han llamado y está mejor. Sus pulmones trabajan sin necesidad de ayuda y lo único que tenemos que hacer es cuidar su alimentación y temperatura. ¡Viene a casa! ¡Mi pequeño viene a casa al fin!
Incorporándome, apartando las manos de mi primo para que deje de zarandearme como si fuese un saco y no una persona humana, intento con calma procesar sus palabras, sintiéndome tan confundido que ni se que decir, aceptando por supuesto que me envuelva con sus brazos, correspondiéndole a este abrazo al tiempo que veo a Jooheon parado en la puerta, abrochando su abrigo, mirando por su parte solo a Minhyuk, como si ni siquiera existiese como para darse cuenta que están invadiendo este dormitorio que tengo que seguir ocupando porque ninguno de los dos, ni mi propia madre que a diario me llama, me dejan abandonar para irme a una casa propia.
— Amor tengo que ir a buscar a nuestro hijo —advierte —espera aquí, ¿de acuerdo? Hace mucho frio y llueve demasiado para que te expongas y tu herida aún no está del todo curada, no quiero que nada malo te pase.
— Lo se Honey mi amor, mi vida —sonríe demasiado embobado —me quedaré con mi pequeño hámster en lo que vuelves. No te olvides de enganchar bien los cinturones de su sillita.
Por su parte Jooheon no dice nada, tan solo se despide de mi primo y se marcha, escuchando la puerta de la casa cerrarse en este momento.
— Min no te va a gustar lo que te diré pero ahora tu hijo estará en casa y yo no hago ya nada aquí —me pongo en pie —voy a buscar una casa aunque la mía no la haya vendido todavía y os dejaré tranquilos.
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Get my number * Showki
FanfictionYoo Kihyun es un chico de compañia con más reglas que sentimientos que mostrar. El dinero que gana es lo que más le motiva a continuar con ese estilo de vida. Hyunwoo es un hombre de treinta y dos años que un día decide recurrir a una llamada que bi...