❀」Love of Dragons - 0

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«Hace un siglo y dos décadas, en la profundidad de una cueva, un longevo matrimonio dragón creaba un gran y especial momento para sus vidas. Lamentablemente, y para la ignorancia de ambos, sería el último que pudieran tener. Aunque eso no lo iban a saber hasta que sucediera».

La dragona SukHa nunca se imaginó que dar a luz a su tercer hijo iba a doler más que el primero. Su cuerpo humano estaba recostado en la blanca y suave superficie de la cama doble mientras jadeaba y gemía por cada contracción, las cuales eran tan fuertes que la hacían sudar.

—No entiendo qué pasa... ¿Por qué no se transforma? —le preguntó el hombre a la partera. Esta detuvo sus acciones y se giró hacia él.

Todos los dragones -hembras en su forma bestial, mujeres u hombres en humanos- se trasformaban al momento de dar a luz. Por eso, el Orador Jeon Juwon comprendía que la situación podía significar muy malas noticias. Pero tenía la esperanza de que se estuviera equivocando y que hubiera alguna solución.

—El huevo debe venir dañado... con algún quebradura o con el cascarón blando. Esto no es decisión de su esposa, sino de su parte dragón —le explicó la anciana profesional mientras preparaba algunos utensilios médicos—. Señor, su esposa ya lleva mucho tiempo en labor y no da indicios de querer cambiar. Debemos proceder a hacer una cesárea, o de lo contrario, la vida de ella y de su descendencia estarán en peligro.

«¿Una cesárea? No, eso es demasiado peligroso», se dijo a sí mismo. Los dragones poseían la habilidad de curarse por si solos. Por lo que, la opción de la cirugía sólo se usaba en emergencias. Además, tenía sus riesgos al no practicarse con frecuencia. Por otra parte, su raza todavía no estaba lo suficientemente desarrollada en el ámbito de la medicina. Ante esto, los casos excepcionales dependían netamente de la tecnología humana, sociedad con la cual no tenían buena comunicación.

—¿No podemos esperar un poco más? —Juwon volvió a preguntar. Esperaba un sí por respuesta.

—No es posible, señor —le respondió la curandera con su rostro serio.

El Orador conectó su mirada con la de su esposa mientras tomaba una de sus manos con las suyas. Entendió que quería decirle con tan solo observarla a los ojos. SukHa había tomado una decisión y ahora se despedía silenciosamente de él. Asintió con su cabeza y se acercó para besarla por última vez.

Así pues, la anciana no alargó más la situación y le inyectó la anestesia apenas ellos se separaron. Juwon no salió de la habitación en ningún momento. Por el contrario, se mantuvo en la habitación para ayudar a traer cualquier material médico que necesitara la mujer.

El procedimiento fue una total tortura, pero luego de unos eternos minutos, y para su tranquilidad, la profesional extrajo el único huevo que se había formado en el útero de SukHa. Estaba con rastros de sangre, pero era totalmente blanco por debajo de eso. Aunque algo en particular destacaba en su exterior.

Una pequeña fisura en horizontal.

Juwon lo admiró apenas lo sostuvo con sus manos. Temió que aquel detalle sentenciara algo malo para la futura salud de su más reciente descendencia. De cualquier modo, no pudo seguir preguntándose, dado que los gritos de la anciana aclamaban por su atención. Así que, se giró rápidamente para dejar el huevo en su nido que estaba a sus espaldas, previamente preparado por su esposa, y acudió a la mujer.

Para la desgracia de los presentes, SukHa perdía sangre minuto a minuto. Su cuerpo ni siquiera daba indicios de querer cicatrizar como era debido, aunque sea lentamente. El hombre comenzó a darse cuenta de lo que estaba por suceder, pero no quería asumirlo todavía. La partera ya no sabía qué hacer, no había traído suficientes bolsas de sangre. Y la última ya estaba conectada al catéter, que a su vez, estaba conectado al brazo de señora Jeon. Por eso, la situación estaba bastante explicita. La muerte, proceso ineludible para todas las especies, estaba llegando.

Love of Dragons [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora