Naruto creció sin saber que era ser "una princesa". Pero cuando su "Madre" murió, el entró en el palacio y tuvo la oportunidad de ver todo su futuro en un sueño. En su sueño, cuando tenía 19 años, lo subastaron al licitador que ofreció la dote más...
Naruto observó que la luz del sol de la mañana atravesaba y entraba en su dormitorio. Parpadeó varias veces para ahuyentar su somnolencia. Usando sus manos, se incorporó.
La fatiga atacó cada parte de su cuerpo. Se había acostumbrado a despertarse sintiéndose cansado. Durante el último mes, Sasuke había estado visitando su dormitorio todas las noches, abalanzándose sobre el como un animal salvaje.
Los placeres explosivos que compartía con él agotaron gran parte de su resistencia. Nunca hubo un momento en el que terminara rápidamente; sólo se detendría después de que Naruto se desmayara de cansancio.
El rubio estuvo despierto junto con él toda la noche. Cada día, se pasaba el día durmiendo por la somnolencia, y cuando lograba reunir un poco de fuerza, llegaba la noche. Luego lo llevaría a la cama para un evento de toda la noche. Mientras holgazaneaba sus días, había pasado un mes entero en un abrir y cerrar de ojos.
A estas alturas, su cuerpo se estaba acostumbrando a estos eventos nocturnos y podía levantarse más temprano sin sentirse tan fatigado. La primera semana, solo pudo levantarse al final de la tarde.
Por supuesto, Naruto nunca le admitiría que su propia resistencia había mejorado. Si lo hiciera, Sasuke se abalanzaría sobre el con una fuerza más temible que ahora. Quería dejar de pasar sus días en la cama. Fue tan vergonzoso enfrentar a todos los sirvientes que lo atendían.
Ayer, había sido más persistente de lo habitual. Se sentía como si aún pudiera sentirlo empujando con fuerza dentro de el. Si realmente aborrecía hacer esto, todo lo que tenía que hacer era negarse. No era de los que lo violaban solo porque él se negaba. Honestamente, fue tedioso pero también agradable.
El sexo gratificante y muchos orgasmos sensuales causan fatiga, pero también producen una sensación de satisfacción. Sasuke hábilmente lo hizo rodar de izquierda a derecha mientras complacía cada rincón de su cuerpo con su lengua. No fue capaz de compararlo con ningún otro hombre ni tendrá la oportunidad de hacerlo en el futuro, pero entendió que él era bastante hábil en esto.
Lo complacía en la cama, fuera de la cama, incluso encima de mesas y sofás. Todos los días lo complacía de una manera nueva mientras sostenía su cuerpo en varias posiciones. Aunque las noches eran largas, no podía sentir ninguna aversión a las actividades sensuales entre un hombre y un doncel.
Al principio, se sorprendió y pensó en él como nada más que una bestia. Sin embargo, finalmente, se encontró subiéndose encima de él mientras movía sus propias caderas hacia arriba y hacia abajo. En solo un mes, le había enseñado a Naruto los placeres del placer sexual.
Tiró de una cuerda para llamar a las doncellas. Se lavó y se cambió de ropa. Naruto observó su reflejo con ojos extraños. Las criadas detrás de el tenían los ojos mirando al suelo con ojos tímidos.
Naruto había usado ropa que dejaba ver gran parte de su pecho y revelaba muchas marcas de besos rosados.
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